Recién llegados del TRS Yucatán.
Solo puedo decir una cosa, lo recomiendo totalmente. Hemos estado ya en Kantenah y Colonial, y la verdad es que no me arrepiento de haber dado el salto esta vez a TRS.
A la llegada (en transfer privado reservado a través de Hotelopia) ya te está esperando un “bellboy” en la entrada del lobby, que se hace cargo de tus maletas mientras haces el check-in en una mesita. Te invitan a una copa de cava y te dan una toallita húmeda.
Habíamos pedido una villa entre la 69 y la 71 con habitación que no fuera en el bajo y nos la concedieron.
Nos acompañaron a la villa, y como eran sobre las 21:30 nos llevaron a cenar, eligiendo el Tentazione, de comida italiana. Comida muy rica, aunque con el cansancio acumulado del viaje no disfrutamos como debimos de ella.
El hotel se compone de las tres villas citadas anteriormente, más las otras nueve que pertenecían al Hotel Riviera y que reformaron añadiendo en la planta baja piscinas individuales.
En cada villa hay un mayordomo o butler, como le llaman ellos. Las nuestras eran Jessica, Claudia y Erik. Muy amables y serviciales.
Delante de la villa 69 hay una piscina pequeña (la terraza) muy tranquila, donde estuvimos un par de días. Cierra a las 12 de la noche y cuenta con un bar con el mismo horario.
En la zona de las otras villas, está situada la piscina infinity, el restaurante Helios y la piscina de agua salada. La piscina infinity es una pasada. Son tres piscinas, a distinto nivel, con una vista al mar espectacular. Hay camas balinesas y tumbonas con sombrillas. Tiene un par de bares, donde puedes pedir algo de comida. Los camareros pasan continuamente por las tumbonas preguntando si quieres algo para beber. También pasan con un carrito con revistas y crema para protegerte del sol.
Aquí es donde se hacen las actividades de animación. Todos los días hay yoga/estiramientos, aquagym/bici acuática, clases de baile, etc…. El equipo de animación es simplemente magnífico; Diana, Janeth, Denisse, Benjamín, Manuel, Glenn…(perdonad si me olvido de alguien). Super atentos y siempre pendientes de avisarte cuando empiezan las actividades.
También hay al mediodía un cocinero haciendo cosas (paella, brochetas, pollo…..) y una dj, un saxofonista, etc.
De esta piscina, decir que las camas balinesas están demasiado “caras”. Como llegues más tarde de las 7 de la mañana, ya no encuentras una libre. La gente utiliza la técnica de ir temprano, dejar una mochila o algo y marcharse dejando reservada la cama, volviendo más tarde. No es muy ético, bajo mi punto de vista, porque he visto camas a las que no acudía nadie hasta pasadas las 10 de la mañana. Una cosa que añadiría serían más sombrillas, ya que cuando pega el sol, lo hace muy fuerte y da la impresión de que en ocasiones se hacían escasas.
Restaurantes: Cenamos dos veces en Tentazione, La Boheme y El Gaucho. La comida deliciosa, la amabilidad de los camareros, excelente y la decoración, sobre todo la del francés, nos encantó. En El Gaucho cenamos en la parte de fuera. Se está de lujo, aunque quizás un poco oscuro. La comida también muy buena.
En todos puedes pedir langosta. La pedimos de todas las formas, a la brasa, thermidor o mar y tierra… Rica, pero nada que ver con nuestros bogavantes jejejej.
Especial mención a las recepcionistas de los restaurantes, super correctas y lo mismo para los/as camareros/as.
Fuera de TRS, fuimos al japonés en la mesa Tepanyaki, al tailandés y al mexicano. Sin tener queja de ninguno de ellos, se nota la diferencia, con los de TRS, aparte de en la comida por ejemplo en el vino de la casa, mucho más rico en los TRS.
Una de las noches cenamos en el CHIC. Es una cena espectáculo, con actuaciones de un ballet que canta canciones conocidas, y alguna vez toca un trompetista o un saxofonista. No muy de nuestro gusto, esperábamos que hubiera algo más de números de equilibrismo y malabarismo. Aún así, los chicos y las chicas del ballet se ven muy profesionales. Sí que notamos que al no llevar ningún tipo de sistema de monitoraje en el oído para poder escucharse, en alguna ocasión se apreciaba algún desafino en las canciones. Por lo demás, la comida muy buena y la presentación de lujo. De todas formas, me parece un poco excesivo el precio que pagas si no eres de TRS.
Los desayunos, excepto un día que lo hicimos en el Helios, siempre los hicimos en el Capricho. Impresionante. Varias zonas diferenciadas, con zumos y fruta, un cortador de jamón, zona para hacer cócteles, crepes, pan, embutido y bollería. Aparte, tienen carta en la que puedes elegir todo tipo de platos que te sirven directamente en la mesa. Comimos alguna vez tortilla francesa con complementos y huevos benedictinos. Ricos, ricos. Todos los días a las 9 de la mañana tienen a un músico tocando en directo. Flautista, arpa, guitarrista o guitarrista. Impresionantes todos, menudos musicazos, un auténtico placer desayunar con música de fondo.
Comer, comimos casi siempre en el Helios, al estar en la piscina infinity, es lo más cercano y recomendable, ya que la variedad de comida es más que suficiente para no sentir que se repite todos los días lo mismo. Me puse las botas con sushi o tacos y quesadillas jajajaj. Puedes elegir comer dentro o fuera. Algunos días hay un duo tocando música en directo en la parte de fuera.
El spa lo visitamos solo una vez. Impresionante. Zona de sauna-baño turco, piscina de chorros y una piscina exterior enorme.
El problema del sargazo está causando muchos problemas en toda la Riviera Maya. No hemos podido utilizar la playa ningún día de los 12 que estuvimos. Una pena, porque como siempre llevaba mis gafas y tubo y me quedé con las ganas. Eso nos valió para disfrutar a tope de la piscina infinity. También llega sargazo a la piscina de agua salada, por lo que tampoco la llegamos a probar. Siempre había operarios retirando algas tanto de playa como de piscina de agua salada, pero en el mar se veían manchas bastante grandes de sargazo, que acabarían en la playa. Pienso que es un problema a atajar desde antes de que llegue a la playa, pero imagino que habrá expertos que estarán intentando buscar la solución.
Carritos. Los chicos que los llevan son unos fenómenos. Super amables y serviciales. Si uno pasa lleno ellos mismos llaman a otro. Especial mención para Fidel, que fue el primero que nos atendió, en su primer día de trabajo en el hotel. Impecable el trato. Alejandro también fue otro bellboy con el que quedamos encantados. No me acuerdo de más nombres, pero todos son super amables. Se pueden pedir desde cualquier sitio del hotel (lobby, mayordomo de una villa, o restaurante) y no suelen tardar mucho. Excepto un día, que estando en el lobby del Kantenah por la noche, tardaron más de 20 minutos en enviar uno, después de pedirlo tres veces y una de ellas decirnos el chico que tardaría dos minutos. Pasaron por allí otros carros, pero que solo iban dirección a las villas de KAntenah/Colonial. Al parecer coincidió con la salida del Chic y estaban todos ocupados.
Con respecto a la habitación, bañera de hidromasaje de dos plazas en la terraza. Antes de llegar recibimos un mail donde preguntaban las cuatro botellas que nos gustaría tener en la habitación o el tipo de aroma. Smart TV grande. Nevera con bebidas (cerveza, agua, mirinda, pepsi…). Lo que no nos gustó fue el armario, que no hay como tal. Es una estructura abierta con perchas para colgar la ropa y unos cajones. Hay caja fuerte de combinación, plancha de vapor y secador de pelo. La ducha es bastante grande y dejan siempre gel, champú y acondicionador. Nos hizo falta pasta de dientes y le dejamos al chico que la limpiaba una nota para que nos dejara un tubito, pero al volver a la habitación, la nota seguía en el mismo sitio y la pasta no estaba. Así dos días, hasta que el tercero se lo comentamos a la mayordomo y nos dijo que se la tengamos que haber pedido a ella. Creo que no costaba nada que el chico nos dejara la nota respondida diciendo que él no nos la podía servir.
La llave es la pulsera, que lleva un chip, que es con lo que abres la puerta.
Hay wifi gratis en todo el complejo, que bajo mi punto de vista funciona muy bien. También hay un portal del hotel, que solo funciona conectado a la wifi, con información útil del hotel, como restaurantes, mapas o las actividades de cada día. Desde este portal también puedes solicitar un carrito, pero la vez que lo utilicé no me funcionó.
Algo que hemos notado cambio con respecto a otras veces en la cadena, es el aire acondicionado en los restaurantes, que ya no está tan alto como otras veces. Siempre teníamos que cenar con chaqueta y en mi caso con la garganta protegida con un pañuelo de lo frío que se estaba las otras ocasiones. Bien por ellos esta vez, además el ahorro en electricidad lo tuvieron que notar y mucho.
Nos hicimos el tour por el lago un par de días. Hice un pequeño video. Os dejo el enlace. Si no se puede poner, administradores, avisarme y lo elimino
Lo dicho, repetiríamos con los ojos cerrados, a pesar de no poder haber utilizado la playa o la piscina de agua salada. Fueron 11 noches inolvidables. Si teneis alguna duda, aquí estoy
Un saludo.