Hoy una semana después de regresar del viaje, voy a escribir nuestra experiencia en este hotel.
Vaya por delante que los últimos, por suerte, hemos podido viajar bastante. Un viaje al Caribe suele caer todos los años. Es lo que tiene dejar de fumar e invertir el dinero en una hucha. Cuando la abres tienes lo suficiente para darte un viaje.
Nunca habíamos estado en un Bahía Príncipe. Hemos estado en dos Riu, en un Paradisus, en los Palladium de República Dominica y Riviera Maya. Ambas veces en The Royal Suites. Y también estuvimos en un Catalonia.
Y hemos vuelto muy sorprendidos de la calidad de este hotel:
-La comida en este tipo de complejos, no suele ser nada del otro mundo. Comes y tratas de ver lo bueno, pero no suele ser lo mejor de estos viajes. Y mira por donde, hemos alucinado con lo bien elaborada que estaba la comida. El Buffet donde se puede desayunar, comer o cenar, tiene una altísimo calidad, en mi opinión. Langosta varios días para comer, también la había un día a la semana que hacen noche de mariscos. No es que a mi me guste mucho el marisco, pero la verdad es que me encantó. Pastas hechas en vivo, pescado de muchos tipos, y buenísimos. La carne, que es algo que también es difícil de encontrar con cierta calidad, estupenda. En general, la comida ha sido increíblemente buena.
La habitación. Enorme, con una cama de 2X2, limpísima, el baño igual de limpio todos los días. Reposición del mini bar diario sin problemas. Tuvimos un problema con las llaves magnéticas, dejaron de funcionar. En cinco minutos vino un chico de seguridad y lo arregló, desmontando toda la cerradura. Veinte minutos y arreglado.
La playa. Genial con muchas tumbonas, aunque es lamentable que todo el mundo reserve con toallas, pero parece que es algo que se hace en todos los hoteles, pese a que está explícitamente prohibido. Pero de lujo la playa. Ancha, solo hubo algas un día y luego muy bien, además había varios empleados quitando las algas. Hay camareros pasando para que te tomes lo que quieras sin tener que levantarse.
La piscina. También muy bien, con un bar y barra húmeda en la que se estaba de lujo. Gracias a los camareros que sirven allí que te hacen sentir de lujo y siempre con una sonrisa. A pesar de que nosotros no demos propinas como americanos o canadienses. El último día si les dejé, porque se lo merecieron con creces. También muy bien el grupo de animación. A pesar de que es un hotel solo para adultos, no es "demasiado tranquilo". Hacen juegos y siempre está puesta música a un volumen bastante acertado. Por cierto, que como la comida, la calidad de los cocktails y tragos en general muy buena también. En este tipo de complejos solemos ir alternando y cada día vamos a una piscina distinta. Nos gustó tanto el ambiente de la piscina de nuestra zona que no fuimos a ninguna otra. Bueno sí la del Ambar 2, que además tenía Shushi riquísimo a partir del mediodía. La pena es que lo descubrimos el día que nos íbamos.
Restaurantes temáticos. No conocimos todos, porque nos gustó tanto el restaurante buffet que preferimos alternar temáticos con el buffet.
Italiano: Había leído bastantes críticas, pero no me pareció que estuviera mal. De primero una isla de ensaladas, embutidos y otras cosas y luego el plato fuerte. Raviolis que estaban espectaculares, y mi chica una lasaña muy rica. Eso sí los platos fuertes suelen ser poca porción, pero no te quedas sin hambre.
Mexicano: Una sopa de primero, no recuerdo si también había isla de ensaladas, y después me pedí un atún a la plancha delicioso, mi chica comió lechón, que no estaba tan bien.
Japonés: Hay dos opciones, una con cocina en vivo (Tepanyaki) y la otra más a la carta. Nosotros probamos el primero. Y estuvo bien. La verdad es que cuando has visto este tipo de restaurante varias veces, te deja de impresionar. Pero bueno, merece la pena la comida resultó apetitosa.
Don Pablo Gourmet: Probablemente la joya de la corona, restaurante exclusivo para los alojados en el Ambar. Cuenta con dos menús, pedimos uno cada uno. Y nos fuimos intercambiado platos. Ummm prueba esto, toma mira que rico. Así estuvimos toda la cena. Espectacular.
Lo que más me gustó de los temáticos, es que no nos tuvieron más de hora y media para cenar ninguna noche. El año pasado en The Royal Suites del Palladium, hubo cenas de más de dos horas, y algunas de dos horas y media.
y eso que no tenía la ocupación que tenía el Ámbar ni de coña. Así que en ese sentido también muy bien en el Bahía Príncipe Ámbar.
No sé que más contar. Puedo decir que también muy buena la limpieza de las zonas comunes, los baños de cualquier restaurante o bar, impolutos.
Y sobre todo destacar la amabilidad de todos los empleados, siempre con ganas de ayudar a cualquier cosa que se les pida o comente. Increíble el capital humano del hotel.
Era el cumpleaños de mi chica y nos regalaron dos botellas de ron y dos camisetas, además de una decoración con globos. Por esa razón antes de ir solicité por email, una habitación cerca de la playa y una cama king size en una planta intermedia. Y todo lo que pedí nos lo concedieron. Un 10.
Y por último el complejo. Cuenta con 5 hoteles y es descomunal, pero hay un servicio de carritos que te llevan rápidamente a cualquier lugar. La verdad es que funcionan muy bien. Nunca tuvimos que esperar más de cinco minutos.
Por supuesto también hay cosas negativas, aunque pueden ser nimiedades.
En la terraza de la habitación faltan toalleros, para colgar los bañadores y toallas.
Después de la seis de la tarde para comer algo los snacks están cerrados y hay que ir al buffet, y como ya están dando cenas pues no se puede entrar en bañador o pantalón corto. Eso sí, al menos se puede pedir comida a la habitación y la traen bastante rápido. Por si quieres picar algo antes de ir a cenar.
En general nos ha vuelto locos este hotel, y ya estamos pensando en probar el de La Riviera Maya, que es la zona del caribe que a mí más me gusta, al menos de las que conozco. Pero habrá que ahorrar, para poder volver.
Espero que esta opinión le sirva a alguien. Si tenéis alguna duda, intentaré echar un vistazo al hilo y lo iré respondiendo.
Un saludo.