Como sabeis, hemos vuelto hace unos días del Iberostar Dominicana.
Hasta ahora no me he metido a destripar el hotel porque entre el síndrome postvacacional y que he venido con un problema gordo de salud, el bajón está siendo bastante considerable
En primer lugar decir que el hotel es impresionante, los empleados (todos), el equipo de animación ¡¡¡¡hasta el director es un encanto!!!!!.
Llegamos allí el 27 de junio a las mil y pollo hora española y sobre las 21.45 hora dominicana. Lo primero después de hacer el check-in y darnos dos habitaciones cada una en una planta (viajo con dos adolescentes y pedimos por mail habitaciones contiguas y Mario lo especificó también en su reserva) nos recomendaron ir a cenar puesto que el buffet principal cerraba a las 22. Cuando volvimos, las maletas estaban ya en la puerta de la habitación sin ningún problema. Comentamos lo de las habitaciones y en recepción nos aseguraron que al día siguiente lo solucionarían puesto que a esas horas no se podía hacer nada.
Al día siguiente después del desayuno volvimos a recepción y enseguida nos cambiaron una de las habitaciones, quedando no contiguas pero tan solo con 3 puertas de diferencia. Y con el detalle, cuando volvimos de la playa, de tener en cada una de las habitaciones un plato de fruta, una botellita de brugal y una nota de disculpa de la dirección (otro punto a su favor).
Resuelto esto pequeño "inconveniente" el resto ha sido estupendo.
Los jueves, fideua en el área de la playa (pero dentro de la zona del Dominicana, no del Bávaro), los martes paella (ambos con langosta), otro día parrillada de carne, otro un plato típico dominicano, es decir, tenías diferentes opciones para comer cada día, o bien en la playa, o bien en el buffet de la playa o bien en el buffet.
Deciros que este año ¡¡¡sólo he venido con 1 kilito de más!!! y no por mala comida, sino porque he aprovechado a comer casi todo a la brasa que estaba buenísimo, sin desmerecer el resto: pizzas recién hechas, todo tipo de ensaladas, pastas aliñadas al momento y comida "guarra" de todo tipo como perritos, hamburguesas (de cerdo, res y pollo o pavo), nachos, etc., etc.
Los temáticos: probamos sólo la marimba (pescado) y el steak house (carne), en ambos todo riquísimo, siendo cierto que los postres se repiten (buenísimo el brownie). Compañeros que fueron a La Sibilla quedaron contentos pero platos pequeños. El japonés, ni nos acercamos.
La playa, simplemente GENIAL. Había algas en el agua (unos días más que otros) pero en la arena había siempre trabajadores recogiéndolas. Tuvimos un para de días de chaparrones y eso traía algas a la playa, pero nada molesto.
En cualquiera de los bares si pides una marca en concreto te la ponen y si no la tienen en ese momento hacen lo posible por traerla. Toda la bebida buenísima (claro que yo me he bebido hasta el agua de las piscinas, jejejeje).
Las piscinas, limpias, el agua transparente y simplemente estupendas. En algunas zonas con escaloncitos para poder bajar que me han venido de cine.
El rock café animadísimo en la final de la eurocopa, al menos para los españoles, los italianos creo que no pensarán lo mismo
De los trabajadores ni una sola queja. Desde las señoras de la limpieza hasta el último de los jardineros.
Especial mención al Sr. Rubén de recepción, persona encantadora donde las haya, siempre preocupándose de que todo estuviera correcto; a nuestro querido camarero Jóse; cómo no al conocidísimo "cafe con leche" que nos alegraba todas las mañanas en el desayuno; a los camareros del bar de la playa Lidio, con el que nos marcamos unos merenguitos detrás de la barra que fueron la repera, y Greyson, que nos han preparado las mejores mamajuanas que me he tomado en la vida; y, en general, dar las gracias a todos ellos (incluídos los que no he citado pues no retengo todos los nombres) por preguntarme cada vez que me veían qué tal iba con mi dolencia.
Gracias al Director Sr. David por su amena charla el día de la fiesta en la playa.
Y por último, destacar al estupendo equipo de animación, Norman, Emilio (hoy no, mañaaaaaaaaaaanaaaaaaaaaa), Evelyn, Sory, y todos ellos de los que soy incapaza de recordar el nombre.
A todos ellos muchas gracias por las vacaciones pasadas y os puedo asegurar que ya empiezo a llenar el cerdito para poder ir al año que viene y si alguien me pregunta si recomiendaría el hotel: SI, SIN DUDARLO.
Y aunque ya lo puse en el post correspondiente, mis más sinceras gracias a Mario de Simartour por su buen hacer y su preocupación antes, durante y al regreso de las vacaciones.
Bueno, pues ya he soltado el rollo, ¡¡¡ala!!!. Ah, y creo que no me voy a animar con el diario porque sería todo igualito, igualito, un día detrás de otro, risas, playa, piscina, más risas, más playa, y muchas, muchas más mamajuanas.