Agni_Mani Escribió:
Me recordó un episodio de un restaurante vegano que invitó a una madre a dejar de dar un biberón a su hijo de 4 meses y cuando comentó educadamente en tripadvisor el mal rato que pasó y que se sintió humillada, le respondieron con una enorme visceralidad que la leche de origen animal suponía torturar y esclavizar a las vacas y que si hubiera avisado le habrían preparado un biberón de leche de soja o arroz. No voy a decir por donde le hubiera sugerido yo al camarero que se metiera el biberón de soja.
Evidentemente que la afectada podía elegir no haber entrado a ese restaurante (yo jamas iré a un vegano. A vegetarianos voy sin problema) o no volar con esa aerolínea pero es que a veces las situaciones no se conocen a priori y no se pueden planificar, se producen necesidades de forma sobrevenida y como casi todo en la vida, la clave está en la proporción de la respuesta. No es lo mismo invitar a salir del restaurante vegano a un adulto con un bocadillo de chorizo que pretender que se deje de alimentar a un bebé de 4 meses con el alimento que recibe habitualmente, sea el que sea, e imponerle otro alimento dentro del establecimiento que podría hasta provocarle una reacción adversa.
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En el caso del vuelo, si alguna persona por planteamientos culturales o religiosos o voyeuristas se siente incómodo, la primera opción que se me hubiera ocurrido sería ofrecerle un antifaz para dormir de los que regalan en vuelos nocturnos. No se como no se le ocurrió a la azafata.
Menudo cafre el del restaurante.
Y lo del antifaz me parece buena idea.