Buenassss....
Hace unos días que regresé de las vacaciones en este hotel.
Fuimos cuatro adultos y un niño de 6 años, en régimen de todo incluido.
Al principio en el check-in nos daban una tarjeta para cada habitación, pero bastó con pedirle si me podían dar una segunda tarjeta para que lo hiciesen sin ningún problema.
A pesar de que todos te atienden amablemente, quiero hacer una mención a Juanma, un chico majísimo que trabaja en recepción y que se portó de maravilla con nosotros.
Nos tocó una habitación en la última planta (las habitaciones nos las dieron una al lado de la otra).
La habitación es bastante amplia ya que tiene dos camas de matrimonio de 1,35 cm y dos mesillas (que no tienen cajones). El armario empotrado es grande también y dispone de varias perchas. Enfrente de las camas está el mueble de la tele, que tiene cajones y se puede usar como escritorio, y en la puerta que hay debajo de la tele está la neverita.
En la terraza había una mesa con dos sillas y el tendedero. Desde allí veíamos el mar y un poco de las piscinas.
El baño también está muy bien. La bañera es tamaño estándar y tiene una mampara de una hoja, pero en la ducha es inmensa (creo que nos podíamos bañar 2 adultos y el niño perfectamente). En cuanto a las amenities dejan un gorro de ducha, una esponja para limpiar los zapatos, una lima de uñas y jabón. El gel de ducha lo ponen en la ducha, si lo quieres usar en la bañera tienes que sacarlo del "dosificador".
Nos cambiaron las sábanas varias veces durante nuestra estancia, incluso en el día anterior a irnos. Los empleados se levantan muy temprano para limpiar todo el hotel. Nosotros bajamos temprano a desayunar y al volver, por lo menos en la mayoría de los días, ya estaba la habitación lista.
La zona de jardín nos gustó mucho por las fuentes que tienen (la de los elefantes nos encantó) y el espacio que tenía, lo prefiero a tener las piscinas pegadas al hotel.
La piscina de los peques está genial porque tienen desde que se están mojando los tobillos hasta que les da el agua por la cintura.
La caseta que se ve al fondo de la foto es el bar de la piscina.
La piscina es bastante grande ya que incluso estando el hotel lleno no da sensación de agobio. No hay por qué levantarse temprano para coger tumbona, ya que siempre había.
Otra perspectiva...
En esta foto se ve una parte de la piscina con el restaurante a la carta al fondo. Ahí puedes reservar mesa para la noche.
El jacuzzi está fuera de la piscina, tiene agua caliente y los chorros tienen bastante fuerza. Como para estar allí un buen rato, vamos…
En la zona de toboganes hay siempre un socorrista en la parte de abajo para avisarte, por un silbato, cuando te puedes tirar para que no "atropelles" a nadie.
En cuanto a la comida, había poca variedad pero casi todo estaba bueno. El marisco lo ponían todos los días (mejillones, almejas, navajas, cigalas y langostinos), cada día iban variando un poco. También el jamón que ponían estaba riquísimo.
Cuando se acaba una comida, rápido la cambiaban. Quiero hacer mención especial a los cocineros que hacían la comida en vivo, sobre todo a Carlos, el colombiano, que nos trató como si fuesemos de la familia. Y también para una camarera fuera de serie, Zydruine.
Otra cosa que destacaría es el pic-nic. Es muy completo y realmente comes y quedas satisfecho, no es sólo “picoteo”.
El todo incluido no está mal, pero se hace un poco escaso en las bebidas ya que no incluye los cócteles, aunque todos licores son de marca. De todas formas, el suplemento que ponen es poco cuando pides un cóctel. En el bar teatro, en la barra, tienen unas cartas que ponen lo que entra en el todo incluido y el suplemento que tienes que pagar en caso de que no te entre en este régimen.
Es una incomodidad tener que coger la tarjeta para comer o pedir algo en el bar, sobre todo cuando uno está habituado a ir con la pulsera de todo incluido y olvidarse.
Los chicos de la animación se lo curran de lo lindo y hacen juegos entretenidos, pero tienes que informarte de lo que hay cada día en un tablón al lado de recepción y luego estar atento a cuando comienza el juego porque los animadores rara vez avisan de lo que van a hacer.
Cuando va a empezar la mini disco, el animador que se encarga cada noche de ella hace una ronda por el comedor para buscar a los niños que no se encuentren ya en el teatro, que es donde se hace. La verdad es que a los peques les gusta mucho porque lo hacen muy bien.
Los espectáculos no me gustaron mucho. La mayoría son hechos por los propios animadores. No sé si se debe a que tan solo son 4, pero he visto espectáculos hechos por animadores mejores que los de este hotel.
En resumen, el hotel está bastante bien y si vuelvo a Almería tengo clarísimo que repetiría, de hecho nos hicimos la tarjeta vip.