Ya estoy de vuelta de San Sebastián y tengo que decir que es una ciudad realmente preciosa. Siempre había oído hablar muy bien de ella, y desde luego que los elogios son muy merecidos.
Ah!, y la gente impresionante. En todo momento muy simpática, muy abierta. En el autobús un chico estuvo 10 minutos hablando con el conductor para indicarnos donde nos teníamos que bajar ( y eso que ni tan siquiera le habíamos preguntado), los camareros de los bares simpatiquísimos, la gente por la calle nos daba la enhorabuena por el partido siempre con una sonrisa (solo por esa afición, merecen jugar en primera), bueno, toda la gente muy encantadora.
Nosotros llegamos a San Sebastián el sábado poco antes de la hora de la comida.
Al final no acercamos el coche a San Sebastián, sino que lo dejamos en la pensión y fuimos en tren (gracias,
Buligan). Son tan solo 2 paradas, llegas en 4 minutos y te despreocupas de coche y de buscar aparcamiento.
Una vez en San Sebastián hicimos más o menos el recorrido que nos recomendó
astronomo (¡¡mil gracias!!!) Fuimos hasta el Hotel Maria Cristina y Teatro Victoria Eugenia (ambos dos edificios espectaculares), de ahí al Kursaal, paseo por la playa Zurriola, y nos fuimos hasta la parte vieja, donde nos perdimos toda la tarde por sus callejuelas. Vimos la iglesia Santa María, el Puerto, el Ayuntamiento, la Plaza de la Constitución, etc, etc.
Sobre las 9 nos juntamos con los que venían del partido (yo al final no fui porque al ir solo dos días preferí conocer un poquito más la ciudad) y vimos un poco la zona del centro, la Catedral, etc, y volvimos a la parte vieja, que era donde estaba todo el ambiente. Allí pudimos probar los pinchos (los hay riquísimos).
Para volver a la pensión ya no teníamos tren, porque era muy tarde, así que cogimos el autobús que también nos dejaba cerquita.
El domingo fuimos por el Paseo Nuevo (muy bonito, con muchos pescadores) y subimos hasta el monte Urgull, desde donde vimos las espectaculares vistas de la ciudad. Esta vez sí llevamos el coche, y aparcamos en el Paseo sin ningún problema.
Luego volvimos a coger el coche, fuimos por el paseo de la Concha, vimos la playa, y de ahí hasta el Monte Igeldo. Bueno, en realidad al final no subimos. Estuvimos viendo el Peine del viento, dimos una vueltecita, y ya a la una y media nos marchamos para ir a comer en Bilbao.
Como he dicho, una ciudad preciosa, y con gente muy encantadora.
Ah!, y para terminar, de nuevo agradecer la ayuda a todos los del foro y muy especialmente a
Astronomo (por el itinerario turístico que nos diste y que fue el que seguimos. A ver si cuando venga la Real a Gijón nos devuelves la visita) y a
Buligan (por darnos las opciones de tren y autobús, que al final fue lo que hicimos).
Muchísimas gracias a los dos.