Paradores Nacionales en Asturias ✈️ Foros de Viajes ✈️ p04 ✈️

Acabamos de disfrutar unos días en el Parador de Cangas de Onís, que está unos 2 km antes, en Villanueva
El Parador precioso, nos tocó lado nuevo, necesita ya un repasito de mantenimiento y la decoración de la habitación no es de mi gusto Impresionante la cabecera de la iglesia románica, se puede acceder al interior desde dentro, lo cual es de agradecer
Servicio en cafetería bastante malo, lento y un par de camareras no muy simpáticas, sobre todo una de ellas Una tarde estuvimos en la barra 5 min sin que viniera nadie a atendernos, estando el director con parte del personal en los sofás de charla El primer día que fuimos había un camarero y muy bien pero ya los otros 2 días muy mal, tardaban mucho en servir y la noche del sábado 29 de enero, ya fue superlativo, contestaciones bordes de una camarera al preguntar si podíamos cenar en el salón de la chimenea, el resto estaba ocupado, después no nos traen las bebidas hasta que aparecen los platos y se lo decimos, hasta pedir los platos y servirlos pasaron unos 45 min o más, mi marido pide pan y aún estamos esperando, después de pedirlo otra vez más, mi sandwich club venía templado y el pollo frío, se lo digo y me contesta que acaban de hacerlo y que es imposible, con una cara de enfado que no veas lo lleva y me suelta que tendré que esperar mucho que en cocinas tienen mucho trabajo cuando vuelve con él, el pan sigue más o menos igual, pero el pollo sí lo habían calentado Al terminar no nos hacen ni caso, vienen a recoger otras mesas y ni nos miran, al final tenemos que solicitar atención para que nos sirvan una manzanilla, y nos suelta que un momento que está recogiendo ya mi marido le había dicho, cuando puedas, seguimos esperando media hora y nos levantamos y nos fuimos, no sin decirles que estábamos muy descontentos con el servicio, otra camarera nos pidió disculpas, pero ya el mal cuerpo por la situación no nos lo quita nadie, es la primera vez que en un parador nos pasa esto
En el restaurante también muy lentos y la comida no fue muy buena, para los precios que tienen
El Director muy amable, siempre saludaba en los desayunos y la visita guiada fue agradable con él
Tardaremos en volver, lo del bar es intolerable
Fotos del Parador y las excursiones que hicimos www.flickr.com/ ...0296343940
Saludos
Ángeles

Hemos pasado unos días por Asturias, alojándonos en los paradores de Cangas de Onís, Gijón y Corias.

El de Cangas ya lo conocíamos, por lo que, aunque lo disfrutamos mucho, no nos sorprendió.

La ubicación es muy buena, fácilmente accesible por la carretera de Arriondas a Covadonga, antes de llegar a Cangas de Onís.
El párking es amplio y, aunque en momentos puntuales puede haber mucho coche, siempre hay sitio.
Las habitaciones son amplias y, salvo por el baño, que ya se le nota el paso del tiempo, no hay mucho que criticar.
En lo que respecta a la restauración: desayuno con mucha variedad (incluidos productos típicos de la zona), exprimidor de zumo automático, platos calientes... Comida en el restaurante a la carta, como en el resto de Paradores, con buena calidad y precio razonable. Por poner un "pero", al menos en las fechas en las que nos alojamos, se notaba falta de personal, especialmente en cafetería a media mañana y a media tarde-noche.

Por su parte, el de Gijón, está situado en el casco urbano de la ciudad, junto al Parque Isabel la Católica y el estadio El Molinón, a unos 10 minutos caminando de la playa de San Lorenzo. Es una zona residencial, muy tranquila (aunque supongo que la cosa cambiará los días de partido). El parador en sí tiene mucho encanto, por el tipo de edificio que es y su ubicación. No obstante, necesita actualizarse al siglo XXI. Respecto a la restauración: al nivel de cualquier otro parador, si bien la oferta de productos de desayuno, comparado con otros paradores es algo escasa. El personal lo compensa con creces, haciendo que el servicio sea muy fluido, haciéndote sentir cuidado en todo momento.

Por último, el de Corias. Si tuviera que resumirlo en una palabra, sin duda sería IMPRESIONANTE. Por su tamaño, por el gusto a la hora de rehabilitar el edificio, por lo espacioso de la habitación (unos 50m2)...
El desayuno, en la línea del resto de paradores, y la comida, también. Producto de proximidad, bien tratado y con el personal en sala muy pendiente de que todo sea perfecto.
Se nota que todo el personal es consciente de lo especial que es el parador y lo disfrutan. O al menos transmiten una sensación de pertenencia que, desde el punto de vista del huésped, marca la diferencia.
La piscina y zona de spa, agradables, aunque de tamaño reducido.
Hicimos la visita guiada, tanto al parador (gratuita, de unos 30 minutos) como a la iglesia y sacristía (de pago -5 euros por persona- y 1 hora de duración). Es un buen plan para un rato por la mañana o por la tarde, pero en mi opinión, no hace justicia al edificio ni a su historia. Grupo demasiado grande como para que sea fluida y, esto ya como opinión personal, la guía se centró en aspectos "demasiado didácticos" y demasiadas opiniones personales sobre momentos históricos. No obstante, hay que reconocer que su carácter afable compensa, en parte, lo anterior.