Saliendo del
parador de Alarcon
, os cuento mi experiencia[
El entorno y el castillo son excepcionales
Dentro del pueblo
Es un parador pequeño, nos alojamos en una habitación standard con vistas a las hoces, el río y la presa, un lujo
El tamaño mediano, las paredes en algunas zonas dejaban ver la piedra del edificio original
Una bonita reforma con madera en el suelo, baño abierto a la habitación, con alicatado en mármol gris. Algún detalle de falta de mantenimiento como el grifo descolgado de la pared y los enchufes sueltos. Pero impecable limpieza y con tamaño suficiente
Los muebles de madera clara con los tiradores en cuero y alguna pieza castellana
Una mesita y dos butacones
Dos camas juntas, y hay viene la pega
Las camas incómodas, duras, sobre todo la almohada. Algo que sucede en muchos paradores y que les resta
Otra pega es que pese a los muros del castillo se oye entre plantas el ruido
Nosotros estábamos encima del comedor y se oían mover las sillas
El personal de cafetería y restaurante muy amable y eficiente
Ayer tenían una comunión y nos atendieron en
La zona de cafetería y la camarera estupenda
La gastronomía muy buena, mi marido tomo migas y yo un hojaldre de verduras y marisco para empezar
De segundo caldereta de cordero, dice que muy bien cocinada, lo sirven deshuesado y yo chuletón muy rico
De postre helado de queso y miel, estupendo y tarta de chocolate y yema
Tienen también cosas ricas en cafetería donde cenamos un asadillo de pimientos y ventresca y Lomo de la orza
En la terraza que es el patio del castillo y se estaba genial
Al estar alojados nos dejaron las llaves para visitar las almenas del castillo, unas vistas preciosas
Los desayunos no son bufet. Nos han puesto el café y zumo de naranja
Un plato con un poco de fruta variada, unos trozos de queso, una tostada con jamón, una ensaimada y un trozo de bizcocho
Y puedes pedir un plato caliente, huevos, tortilla..
Buena calidad y desayunas bien, pero olvídate de elegir y cantidades importantes...