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Día 3: Domingo 24 de Febrero 2013
(MMVV, San Pedro, Piazza Navona, Panteón, Fontana de Trevi).
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Cuando hice mi itinerario no me di cuenta que el ultimo domingo del mes nos ajustaba en Roma, por lo que aproveche para levantar a mi esposa temprano y acudir a los Museos Vaticanos, pues
es gratis la entrada y es el único domingo del mes que permanece abierto. A las 7 de la mañana ya estabamos arriba y aunque cansados la emoción por ver la Sixtina era mas fuerte.
Fácil llegar pues solo hay que ir en Metro hasta estación Ottaviano, las maquinas automáticas del metro cumplen su labor para facilitar la vida a los turistas pues su menú esta en español.
1.5 euros cada viaje con duración de 90 minutos. Batalle la primera vez pues no aceptaba billetes de 20 euros Hasta que mi esposa me indico que solo recibía monedas y billetes de 5…ni hablar, pagando con billetes chicos.
No nos resulto complicado entender la forma de moverse, Roma solo tiene 2 lineas de metro (Ya estan construyendo la linea 3), además sorprende la eficiencia del transporte en estos países de primer mundo; nada comparado con el metro de la Ciudad de México. Te ponen la hora de llegada de los trenes en unos paneles electrónicos y las maquinas de golosinas y bebidas automáticas que siempre veíamos en los andenes nos brindo en mas de una ocasión agua para empezar el día.
Llegamos hasta Ottaviano, y salimos para empezar a patear y de lejos ya se veía la Cúpula de la Basílica de San Pedro sin entreternos mucho con las fotos buscamos las indicaciones para MMVV las cuales hay por muchos lados mas o menos visibles sobre las paredes. Llegamos sobre las 07:30 y ya había cola, pero no demasiada, lo cual agradecí, pues las nubes empezaban a lanzar amenazas de lluvia.
Nada mas pasar la entrada de las puertas giratorias, hay arcos de seguridad, donde te dicen que coloques todo lo que llevas, mochilas, paraguas, celulares y cámaras.
Las mochilas grandes te las hacen llevar al guarda equipaje que no cobran, solo nos dejaron pasar el maletín pequeño de la cámara.
Empezamos andar por las diferentes salas, entreteniéndonos más en la Sala Egipcia para dejar al final lo más importante.
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Después de casi 2 horas, aunque no somos mucho de museos y antes de llegar al punto final, pasamos a la cafetería que se encuentra dentro del edificio, pues no habíamos desayunado.
2 pequeños capuchinos + 1 pieza de pan para mi esposa = 4.5 euros. Hablan ingles, así que no tendrán problema si dominan el lenguaje de Shakespeare.
Después de echarle algo a la barriga, seguimos hasta capilla Sixtina y el camino me parece eterno, muchos pasillo, pero es mucho más lindo de lo que me imaginaba. Anticipado se ven los letreros de que no pueden hacer fotos; llegando a la sala hay demasiados carabinieri vigilando que no enciendas cualquier artefacto para tomar imágenes y silenciando a aquellos que hacen demasiado ruido.
Se que no debe hacerse, pero no podía irme de ahí sin una imagen hecha por mi cuenta. Así que me las ingenie para sacar mi celular y con la cámara frontal sacar algunas tomas, no son demasiado buenas, pero es lo que hay y estoy satisfecho, a mi madre le gusto tanto que se mando imprimir una foto grande y salio bastante bien.
Estando un rato ahí, cansado del cuello por estar mirando hacia arriba pero con muy buen sabor de boca, salimos de MMVV y vimos mares de gente que se dirigían a San Pedro a ver la última aparición del Papa. Yo no soy creyente, pero el hecho de estar ante la imponente plaza, ameritaba visitarla. Logramos colarnos en la atestada plaza para sacar al algunas fotos y salir pues la gente seguía llegando.
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Castel San Ángelo, era la siguiente parada, no entramos, solo permanecimos el tiempo suficiente para sacar fotos en el puente y en la estructura, pues el frió empezaba a sentirse en los huesos. Por aquí y como en muchas partes hay personas vestidas como soldados romanos que se toman una fotografía contigo a cambio de una moneda...nosotros pasamos de eso y seguimos nuestro camino pero estuvimos buen rato en el puente, pues hay gente pintando cuadros, otros tocando música, todo ameno.
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Plaza Navona seguía en nuestro itinerario así que con mapita en mano, empezamos a callejear hasta llegar ahí. Cosa impresionante las fuentes de la plaza, ademas de sentirme como en Ángeles y Demonios. Fascinado es poco; fotos de rigor y descansar un poco las piernas, pues íbamos bien de tiempo. Yo realmente estoy impresionado con la limpieza en general de las ciudades europeas que visitamos. Se nota realmente la diferencia tan abismal contra un país como el mio.
La fuente de los Cuatro Rios es bellisima.
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Seguimos hasta llegar al Panteón y entrar para admirar el edificio mejor conservado de Roma antigua. En una de las calles laterales entramos a una Gelateria con un joven muy alegre, cantaba, gritaba, vamos disfrutaba su trabajo, con una mezcla de Italo-English, nos hizo saber de los costos y tamaños.
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Elegimos uno pequeño (2.5 euros cada uno), yo de capuchino y mi esposa de Chocolate. Son los helados más ricos que probamos en Roma, pues llegamos a elegir otros cerca de Fontana de Trevi en días siguientes y son muy ricos, pero no tanto como los de este local. Una vez pasado el orgasmo gastronómico, comimos pizza al taglio justamente en un local de al lado. Mismo margen de precio por trozos grandes y ricos de pizza + bebida (6-7 euros por los dos). Con esto, pueden deducir que se come bastante bien con un mínimo presupuesto.
Ya mas tarde y por último, fuimos a Fontana de Trevi y es lo que más me gusto de Roma, temía que estuviera afectada por las remodelaciones que se llegaron a mencionar en este foro, pero no, llena de agua, tan viva y con toda la gente le dan un toque especial. Nos gusto tanto que regresamos a verla durante toda nuestra estancia, eso sí, nos costó trabajo encontrarla el primer día, pero queríamos encontrarla por nosotros mismos tal como en la pelicula Elsa y Fred.
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Fotitos de cajón y no hay como buscar un lugarcito y perderte con el murmullo del agua, esta sin duda es visita obligada. Luego de un buen rato, toca hacia Metro Barberini, que ya estábamos molidos de los pies. Ahora si nos acomodaron en la habitación mixta que originalmente había reservado. Compartimos habitación con gente agradable, un chico Brasileño muy agradable, pude intercambiar un par de frases en portugues
y una pareja española quienes me dieron consejos de volar con Ryanair ya que usariamos esa compañoa mas adelante. Tocaba un merecido baño y a dormir. 
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