Republica Dominicana Abr09 ✏️ Blogs de Dominicana Rep.

Por fin había llegado el gran día que llevábamos meses esperando.
Yo había pasado la noche bastante mal. Me dolía mucho la garganta y tenía unas décimas de fiebre. Pero el viaje no me lo iba a quitar nadie. Llegaría como fuese
Salimos de casa a eso de las 7:30. Nuestro vuelo salia de Vigo hacia Madrid a las 09:20h.
Facturamos maletas y tomamos un cafecillo.
El vuelo salió puntual y a las 10:15 estábamos saliendo del avión en Barajas. Recogimos las maletas, que por cierto, tardaron bastante en salir y nos fuimos a buscar una farmacia para ver si podian darme algo para la garganta.
Como llegamos a la T4, no tuvimos que cambiar de terminal. Buscamos los mostradores de Iberworld y preguntamos la hora a la que abrían la facturación. Las 14:00h. Nos quedaban casi dos horitas de espera. Nos fiumos a tomar otro cafecillo y a eso de las 12:30 nos sentamos cerca de los mostradores a esperar. Poco despues ya se empezó a formar cola enfrente a los mostradores, cada vez más y más. Gran parte del avión era de excursiones de fin de curso (Marketing y Publicidad, Enfermería...).
Al final la facturación empezó sobre las 13:30. Sobre las 14:00 nos pusimos a la cola y una hora después estábamos facturando. No tuvimos problemas de sobrepeso, nuestras maletas anduvieron entre 13 y 15 kilos. Además llevábamos yb trolley y una mochila como equipajes de mano.
Una vez con las tarjetas de embarque en la mano, siguiente cola. Esta vez en el filtro de seguridad. Lo pasamos sin problema y bajamos a coger el tren subterraneo que nos llevaría a la T4S.
Al llegar a esta terminal, llegamos al control de pasaportes. El policía que nos los revisó resultó ser tambien gallego como nosotros. Casualidad.
Una vez revisados los pasaportes nos fuimos a buscar la puerta de embarque, que era la U57. Antes de llegar a la puerta, y desde la terminal, a través de sus inmensas cristaleras se podía ver el que iba a ser nuestro avión. Un Airbus 330-300 de Iberworld, matrícula EC-IJH. Estaba estacionado en la plataforma, en remoto, por lo que nos dimos cuenta que no tendríamos pasarela para embarcar, habría que ir en jardinera para mi mejor, así pasaríamos cerca de otros aviones, cosa que a mi me gusta mucho.
Nos dirigimos a la puerta U57 y esperamos a que empezara el embarque (sobre las 16:30). En el monitor de la puerta de embarque aparecía un rótulo que indicaba que embarcasen por la puerta delantera del avión las filas desde la 1 a la 21. El resto por la trasera.
Entramos en el autobús y en cuanto se llenó nos dirigimos al avión. Subimos y a la entrada hay unas revistas que puedes coger para el viaje. Entramos por la puerta delantera y nos dirigimos a nuestros asientos, 1A y 1C. Creo que fue de lo mejor que pudimos hacer, el reservar estos asientos por internet. Las piernas las podíamos llevar totalemente estiradas. Bueno, la verdad es que somos tirando a bajitos. Mi mujer 1,55 y yo 1,70, pero pienso que merece la pena. La pantalla la teníamos delante nuestra, ni muy lejos ni muy cerca y la bandeja escondida en el reposabrazos.
Una vez terminado el embarque, cierren puertas y armen rampas y nos vamos. Despegaríamos sobre las 17:45 más o menos. La duración estimada del vuelo 8h45'. Madre mía!!
El despegue perfecto. Al poco rato se pasarían las azafatas con los auriculares. Nosotros no los compramos porque teníamos otros de orto viaje y las clavijas eran las mismas, además yo no los utilizaría, ya que llevaba mi reproductor de mp3.
Más tarde pasaron con la comida: Una bandeja con raviolli, pan, un trozo de queso, otro de lomo y un trocito de bizcocho y una taza para el café. Mejor de lo que pensaba.
Yo iba algo mal del dolor de garganta y de la fiebre así que despues de comer intenté dormir un poco. Debí hacerlo sobre 1,5-2 horas y me sentó bastante bien.
Durante el viaje de ida, la verdad es que la gente se levantaba continuamente, ya fuera para ir al baño o simplemente para pasear por el avión. Había veces en que era un poco molesto, tipo feria, pero tampoco insoportable. De todas formas creo que la tripulación podría haber sido algo más dura con algunos que se pasaban un poco, por ejemplo levantándose con la señal de cinturones abrochados encendida.
Sobre dos horas antes de llegar nos dieron una cajita con algo para mover el bigote otra vez, no recuerdo bien, pero creo que habia un sandwich, dos palmeritas de hojaldre y una taza para café o té.
Ya era de nocha y en el mapa de situación de la pantalla ya nos veíamos cerca de tierra. Al poco rato empezamos a ver luces a lo lejos. ¿Será ya la República Dominicana? Creo que era Puerto Rico, ya que poco despues dejamos de ver luces y se quedó todo oscuro otra vez. Pero fue poco tiempo, ya que despues de un ratito volvimos a ver luces y esta ves sí que era la República. Además ya íbamos descendiendo, por lo que nuestro destino estaba cerca.
Aterrizaríamos por la pista 09 sobre las 20:30 hora Dominicana. El aterrizaje perfecto, si no fuera por un bache que cogió la rueda del morro del avión. Qué golpe madre!! Aún así, bien
La gente aplaudiendo. La azafata diciendo lo típico de "no se levanten hasta que el avion apague los motores, etc..." Salimos de la pista y el avión se paró en un punto y algunos pasajeros como locos se empezaron a levantar y a coger su equipaje de mano de los maleteros. La azafata insistiendo que aún no se podían levantar pero la peña nio caso. Así tres veces hasta que coge el micro el comandante y con un tono serio "sres. pasajeros, les han pedido tres veces que no se levanten todavía. Aún no llegamos al parking. Vuelvan a sus asientos " todo el mundo volvió a su sitio otra vez. Estuvimos parados unos cinco minutillos y ahora sí, nos dirigimos al parking y por fin desembarcamos.
Al salir viento y esa sensación de bochorno y humedad. Bien!! Calorcito!!
El aeropuerto es una flipada. Ya habia visto fotos y videos, pero estar allí es distinto. Al entrar en la terminal dos chicas para hacerte una foto con ellas y comprarla a la vuelta si quieres. Pagar los 10$ de entrada, control de pasaportes y a la recogida de equipajes. Las cintas me parecieron muy estrechas. Había maletas que casi no cabían a lo ancho.
Tardaron un mogollón en salir las maletas, en cierto modo lógico dado que el avión venía prácticamente lleno. Las nuestras fueron de las últimas.
Me extrañó que no hubiera el semáforo para ver si te tocaba abrirla en la aduana o no.
Pasamos por los maleteros que se ofrecían para llevárnoslas y dijimos que no al ofrecimiento.
Me dirigí al mostrador del touroperador para preguntar cual era nuestro autobús.
Subimos en él y cuando arrancamos, la guía nos comunicó la hora a la que teníamos que reunirnos al día siguiente para confirmar el horario de vuelta (mentira!!, para tratar sobre todo el tema de las excursiones).
En ese autobús íbamos nosotros y otras 6 personas más al Meliá Caribe Tropical, y otras personas al Catalonia y al IFA Bavaro Villas. A nosotros nos dejaron los últimos.
Llegaríamos al hotel sobre las 22:30h. Hicimos el check-in. Nos invitaron a una copa de un coctel rojo que no recuerdo el nombre y pagamos la caja fuerte para toda la semana, 2$/día, en total 14$.
Nos mandan con un maletero en una especie de carrito de golf y empieza a llover. Vaya forma de llover, madre mía Nos habían asignado una habitación en el piso superior de la villa 21, por lo que nos quedaban cerca los restsaurantes y el bufet Market Place. El maletero nos dejó las maletas arriba, le dimos una propinilla y marchó.
Tras ver un poco la habitación y alucinar (menuda cama grande ), todo sea dicho, bajamos a picar algo, ya que en recepción nos habían dicho que abrirían el restaurante El Guarapo como bufet a las 23:00. Allí fuimos, picamos algo rápido y para la habitación a dormir, que el día había sido largo y mi garganta aun no estaba recuperada.
Intentaré subir alguna foto de este primer día.

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Despues de dormir toda la noche nos despertamos sobre las 06:15.
Mi garganta seguía dándome la paliza, pero no lo suficiente como para tumbarme. Con tal de no tener fiebre me conformaba.
Una de las primeras cosas que hice al levantarme fue ver la vista que teníamos desde la habitación. Era esta:
Desde ella se podia ver uno de los muchos lagos que hay en el Meliá y escuchar infinidad de cantos de pájaros, sobre todo de pavos reales que en ocasiones parecían gatos
Bajamos a desayunar y como era el primer día decidimos hacerlo al lado de la playa, por lo tanto nos dirigimos al bufet del Tropical, el Agora. Nada de tren, queríamos ver lo máximo posible, por lo que bajamos andando. La distancia no es mucha, unos 600-700m, pero si la haces varias veces en el día, la cosa cambia jeje. De camino nos encontramos con uno de los planos del hotel, que me extrañó que estuviera escrito tambien en ruso: Los siguientes días entendería por qué.
El bufet bien, bastante grande, y con abundante comida de todo tipo, bollería, pancakes, tortillas, tacos, mermeladas, fruta... Tiene una zona fuera, al lado de la playa y dos interiores con suficientes mesas. En cuanto a la cantidad y calidad de la comida no hay queja. Siempre tomé jugo de chinola (maracuyá, creo). Nunca lo había probado y estaba bastante rico. Tambien había que recuerde, de sandía, de piña, una mezcla de varios que sabía a medicina y de naranja, que me parece que era de polvos.
Lo dicho, desayunamos al ladito de la playa. Como se estaba madre!!
Despues de desayunar decidimos ir a coger las toallas. Las cogimos en el puesto del Tropical pero tras decidir ir a patear la playa las devolvimos en el puesto del Caribe. Así conocimos donde estaba uno y otro En uno de los dos, nos entró un tío vestido distinto a los toalleros que se nos ofrecio para lo que quisiésemos. Le dimos las gracias y le dijimos que en ese momento no necesitábamos nada. Me extrañó un poco su forma de hablar. Más tarde entendería el por qué. Se trataba de uno de los muchos comerciales del club vacacional que te atacan en cualquier parte del hotel para que te vayas con ellos. Como ya había leído sobre esto en el foro, nos deshicimos de ellos contándoles que sabíamos de qué se trataba, que nos acabábamos de casar y que teníamos una hipoteca fresquita, por lo que no nos interesaba el "producto". El resto de los días ya ni nos preguntaban. Creo que se fijan si aun estás blanquito y si es así es porque acabas de llegar y zás!! te atacan Aún así se veían siempre acompañados de personas que parecían ser clientes potenciales.
Pues eso, nos fuimos a andar por la playa. Estaba bastante vacía y alucinamos. Fuimos en dirección al Cortecito. Por la playa nos fuimos encontrando vendedores de puestos de regalos que te entran para que les vayas a visitar su tienda. Algunos se hacen un poco pesados. A otros les coges la tarjeta que te dan y listo, pero hay otros que... Me hizo gracia el primero que me dio su tarjeta con su tlf detrás y una nota que dice "NO PRESSURE" Frankie se llama.
Vista de la playa:
Llegamos a la mitad más o menos. Dimos vuelta por el calor y el sol. Yo no había cogido el gorro y empezaba a notar la cabeza caliente.
Por las mañanas, varios hombres recogían las algas que iban llegando durante la noche a la playa. Primero las juntaban todas en sacos y despues iban recogiendo esos sacos:
Esto lo vimos todos los días excepto el lunes que no recogieron.
Subimos a la habitación (andando, por supuesto), nos cambiamos de ropa, cogimos las cremas del sol y volvimos hacia la playa. Este era uno de los trenes que andaban por el hotel:
Dimos otra vueltecilla por la playa y vimos un catamarán de Tropical Storm. En ellos hacían una especie de fiesta con música y bebida. Tambien los llevaban a hacer snorkel:
Decidimos ir a "probar" la piscina. Nos pareció enorme. Bueno, nos lo parecieron las dos
En ningún momento te daba la sensación de que había mucha gente en las piscinas, así como tampoco la daba de que la playa estuviera masificada. Ningún problema para encontrar una tumbona. Nosotros al bajar a primera hora, despues de desayunar, para la playa siempre encontrábamos alguna libre. Quizás sí lo había para conseguir una sombrilla, ya que mucha gente dejaba las toallas a primera hora en las tumbonas de debajo de las sombrillas, a pesar de que había carteles por el hotel que indicaban que no se podían reservar. Aún así, siempre conseguimos tumbonas a la sombrita jeje. El caso es madrugar un poco
Buscamos el lugar para hacer las trenzas y las chicas que daban masajes nos dijeron que la chica que las hacía tenía el día libre y que volvía al día siguiente a las 9 de la mañana. Nada, a esperar.
(A partir de ahora colocaré las fotos al final de la etapa).
Volvimos arriba, esta vez en el tren, porque nos habían dicho que para reservar en los restaurantes para la cena tendríamos que hacerlo a partir de las 13:00. Llamé desde la habitación y reservamos para ese día en La Góndola (italiano) y para el día siguiente en el Ma Maison (francés). Vimos en la carta de servicios del spa que hacían las trenzas, por lo que Celeste llamó al spa para preguntar el su precio. 85$. Le pareció bien. Le dieron cita para las 5 de la tarde en el spa del Tropical.

Vuelta a bajar para comer. Comimos en el restaurante del Caribe. Probamos la famosa cerveza Presidente . Me pareció riquísima. Sería lo que beberíamos casi siempre para comer y cenar. En las bebidas había algo que no me "gustaba" mucho, que es que te llenan el vaso de hielo (para la presidente no ¿eh? ), por lo que había que pedirle que le echaran poco o ningún hielo. De todas formas, mal menor.
Terminamos de comer y volvimos a la playa. Allí vi actuar por primera vez la zodiac-ala delta. Un ala delta con una zodiac debajo y un motor detrás. Curioso "aparato". Cogía velocidad en el mar, levantaba vuelo, daba unas vueltecillas enfrente a la playa y amerizaba como diez minutos más tarde. Cuando menos me pareció llamativo.

Anduvimos por la playa, en dirección al Cortecito, con la intención de si no que daba muy lejos echar un ojo, para comprar algún regalillo.
Buff, llegamos a una especie de muelle que hay como a 1,5km. Decidimos dar vuelta porque estábamos agotados , si eso ya vovleríamos otro día (ni de broma, al final no lo volvimos a intentar jajaj)
(Seguimos en otro momento que toca cenar )

Como Celeste había quedado en el spa del Tropical para las trenzas, allí la dejé y con mis gafas y mi tubo me fui a la playa a ver un poco el fondo del mar. La chica del spa dijo que tardarían sobre 1h aproximadamente.
Me metí en el agua y justo en la orilla no se ve casi nada. Hay que nadar un poco (no mucho) hacia la zona que se ve como mas oscura desde la playa, que es como una barrera de algas y piedras. Ahí ya se empiezan a ver algunos peces. Pude ver entre otros a un pez globo pequeño. Al menos eso me pareció, porque baje a verlo un poco de cerca y me parecio ver las tipicas espinas de estos peces retraidas. Era el mismo pez que sale en un anuncio de la tele de unas pastillas contra los gases.
En un agujero de una piedra pude ver las antenas de una langosta que estaba alli escondida. Cada vez alucinaba más con lo que veia. Un poco mas tarde una especie de agujas que van casi a la altura de la superficie del agua.
Me quedé con esa zona y sería la que más visitaría en mis "inmersiones" diarias. Los días siguientes ya con la cámara dentro de su funda estanca.
Volví a recoger a Celeste al spa y ya me estaba esperando en el jardín. Habían acabado en mucho menos tiempo de una hora.
Subimos a la habitación a prepararnos para la cena. La teniamos para las 21h, por lo que como teníamos tiempo nos tomamos una cañita en uno de los bares de enfrente a nuestra villa.
En ellos hay todo tipo de asientos, más o menos cómodos, pero por variedad de ellos que no sea y te puedes coger tú mismo la consumición en la barra o tambien hay camareros que te sirven en el lugar en el que estés.
A eso de las 20:30 nos dirigimos hacia donde estaba el restaurante italiano (La Góndola). Aunque teníamos mesa para las 21, preguntamos en la entrada si podríamos entrar antes. Nos dijeron que iban con un poco de retraso, por lo que nos tocó esperar fuera. No problema, una vuelta por la zona, que debía ser la antigua recepción del Caribe y otra Presidente fresquita para hacer la espera más llevadera. La verdad es que de todo lo que habíamos andado durante el día estábamos hechos polvo y yo que había estrenado sandalias de playa, tenía los pies que no los sentía Estaba claro que los días siguientes utilizaríamos más el tren, sin duda.
Entramos al restaurante a las 21:20 +ó-. Lo primero que se nota es frío. Como ya dijo más de una persona en el foro, el aire acondicionado si puede estar a 15º no está a 16 Ya lo habíamos previsto y no nos sacamos la chaqueta de manga larga en toda la cena.
En los restaurantes temáticos te dan una carta de comidas y otra de vinos no incluidos en el menú.
Flipé, vino carísimo, sobre 50$ una botella de Albariño, por poner un ejemplo. Decidimos seguir con Presidente
La comida muy buena. Riquísima y abundante. Así en todos los temáticos. En algunos demasiada cantidad, diría.
Como anécdota, decir que había un señor de cumple y en un momento dado apagaron todas las luces del reastaurante y los camareros entraron en fila india con una tarta y velas, cantando Happy Birthday al que cumplía años.
Pues nada, terminamos de cenar y rápido a dormir que estábamos que no podíamos ni con el alma.

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Despertamos antes de las 6 y sobre las 6:15 nos levantamos. Lo primero, ver el día que hacía. Bien!! Despejadito. La verdad es que fue algo habitual el que rompiera el día todo despejado y a medida que pasaban las horas se cubriera parte del cielo.
Bajamos y cogimos el tren hasta el Agora, el restaurante de la playa del Tropical. Desayunamos otra vez al lado de la playa. Descubri que había yogures y tomamos un par de ellos. Son hechos en la República y están muy buenos.
Hay que tener cuidado en dejar la mesa sola con comida, porque andan algunos pájaros por allí que se suben a las mesas que tienen comida y picotean lo que pueden. Dejo una foto más abajo de uno de ellos.
Al terminar de desayunar encontramos dos tumbonas con sombrilla y fuimos a por ellas.
Un ratito tumbados y a andar. Esta vez nos dirigimos, viendo al mar, hacia la derecha. Pasamos primero por la zona de donde salían algunos de los catamaranes de Tropical Storm, las lanchas de parasailing o las lanchas rápidas. Lo malo de esa zona, el olor a gasoil y a motores que hay. Ni que decir tiene que no das dos pasos sin que te "ataquen" intentando venderte una u otra actividad o para que vayas a ver su puesto de regalos.
Pasamos por parte del complejo Barceló y llegamos hasta un muelle que hay en medio de la playa. La verdad es que no se veia mucha gente en los Barceló, aunque tambien hay que decir que todo el complejo tenía una extensión enorme.
Dimos vuelta en el muelle y volvimos hacia nuestra sombrillita.
Allí probamos el primer coco. Uno de los señores que limpian los jardines y recogen las papeleras nos lo dio a probar. La verdad es que yo nunca lo habia probado de esa forma al natural. Un poco insípido.
Fuimos a comer en el Agora y al acabar pensamos en coger una pedaleta para darnos una vueltecilla por el mar. Preguntamos en el puesto de deportes acuáticos y la chica nos dijo que habíamos tenido suerte proque hubo dos personas que anularon sus reservas y había dos disponibles. Si no tendríamos que haber esperado al día siguiente. Si hubiésemos querido un catamarán, nos dijeron que se alquilaban de un día para otro.
Subimos a la pedaleta y a darle a los pies La verdad que la vista desde el mar es impresionante, o eso me pareció a mi. Desde enfrente al Meliá no parece que haya un hotel a no ser por las tumbonas y las sombrillas. No se ve ninguna edificación sobresalir por encima de las palmeras. El alquiler es por una hora. Es suficiente, ya que antes de la hora ya estás un poco cansado de pedalear
De vuelta a la sombrilla, cogí las gafas y el tubo y a bucear. Esta vez llevé la cámara dentro de la funda estanca. La idea es muy buena, ya que metes la funda dentro y puedes hacer fotos dentro del agua sin que se estropee la cámara. Las fotos debajo del agua no es que sean una maravilla, sobre todo porque salen algo movidas. El mar nunca está "quieto" por lo que su movimiento tambien te afecta a tí y a la cámara, de ahí que la mayoría salgan movidas. Pero alguna se salva
Volví a ver a mis amigos del día anterior, el pez globo, las "agujas" y la langosta escondida en su agujero entre otros. Vaya gozada
Vuelta a la sombrilla. A eso de las 6 de la tarde recogimos los bártulos y nos fuimos a ducharnos y a prepararnos para la cena.
Antes de cenar, mientras esperábamos dando una vueltecilla descubrimos que ese día había mercadillo en el hotel. Puestos con todo tipo de artesanía, collares, pulseras, bebidas, puros, etc. Como no, los vendedores intentando que los compraras a ellos. Te preguntaban de donde eras y te regalaban, a la chica un collar de conchas azules y al chico otro con un colgante de madera con una especie de totem que al parecer simboliza un dios del amor o algo así.
Echamos un ojo para coger algún detalle para llevar de recuerdo y decidimos que lo haríamos despues de cenar. Aunque antes de cenar fuimos a una de las tiendas del hotel para comparar precios, porque al no conocer lo que compras nunca sabes si estás pagando de mas o de menos. En la tienda, las muñecas iman costaban 5$, los collares 96 pesos y las camisetas de niño 224 pesos. Ya teníamos una referencia.
Antes de ir a cenar nos encontramos con dos chavales que te hacían una foto con dos loros. Curioso.
Fuimos al Ma Maison a cenar. Teníamos para las 21h. El restaurante me pareció impresionante. La comida riquísima. La única pega, nuevamente el frío por el aire acondicionado, pero nada que no se pueda solucionar con una chaquetita jeje.
Tras cenar, de vuelta al mercadillo, compramos cinco tortugas de madera por 28$. Fue lo único que compramos en ese mercado.
Nos retiramos a dormir, que al día siguiente nos esperaba la excursión a Río Chavón-Isla Saona

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