No os dejeis engañar por el nombre de nuestro hotel: el Gran Hotel Luxor es un cuchitril al que se accede por un callejón de una bocacalle de una calle, y roza el mínimo aceptable: los grifos del baño se mediocaen, la limpieza es justita,... pero por los escasos 4€ que pagamos no se puede pedir más y además a nosotros personalmente estos temas no nos preocupan demasiado. Como siempre, el personal del hotel se esfuerza en resultar lo mas amable posible (aunque la de la limpieza es un poco borde, o a nosotros así nos lo parece, a veces con las mujeres egipcias es difícil saber si es que son así, o están cabreadas constantemente,...).
Desayuno en el Gran Hotel Luxor: nos dicen que subamos a la terraza donde tienen montado un chiringuito en el que nos preparan un desayuno a la egipcia; me da que somos los únicos huespedes que tienen ahora mismo, así que tenemos camarero personal. Vista de los tejados de Luxor, o mejor dicho de las terrazas ya que todas las casas acaban de esta forma; aunque estamos cerca de la zona de los templos no llegamos a verlos desde aquí.
El día de hoy lo dedicaremos a pasear por la ciudad y ver el templo de Karnak, el mas grande de todo Egipto.
La ciudad en sí nos gusta más que Aswan, parece tener mas vida propia al margen del turismo, aunque según nos acercamos a la zona de los monumentos vuelve a surgir toda la cohorte de vendedores, taxistas, faluqueros, carrozas de paseo,... pero quizás no tan agobiante como en Aswan.
Nos topamos con el templo de Luxor. Aquí todo los templos son a tamaño gigante, desproporcionado: el templo de Luxor está a orillas del Nilo y aunque no es muy grande en extensión, sus columas son de un fuste y una altura muy llamativas. El templo está en medio de la ciudad y nos limitamos a verlo desde fuera (le faltan casi todas las paredes), ya que creemos que el de Karnak (que está también en Luxor) va a ser igual pero a lo bestia (y de hecho así es).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Foto del templo de Luxor (lo de la bici se explica en la etapa siguiente)
Por cierto, hoy hace bastante calor, quizás el día mas caluroso, lo que sumado a que ayer en el desierto nos quemamos el cuello y los brazos hace que llevemos un sofocón encima de campeonato.
Aun así, decidimos ir hasta el templo de Karnak caminando por el pueblo. Está a unos kilómetros pero se puede ir andando sin problemas pasando primero por el zoco y luego por otros barrios.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Camino del templo de Karnak (¡¡¡¡Eh!!!! El de la foto no soy yo, ni el que va encima del burro ni el que va debajo del niño)
Según nos vamos acercando van desapareciendo las casas y aparece la avenida que unía ambos templos, jalonada de pequeñas esfinges.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Avenida de esfinges
Llegamos al templo de Karnak por la trasera lo que nos obliga a dar un rodeo para llegar a la entrada, lo que nos hace una idea del tamaño gigante que tiene.
Es cierto, la extensión es enorme, y es que no se trata de un templo sino mas bien de una sucesión de templos y zonas anexas: la zona mas llamativa, al menos para nososotros, la famosa sala de columnas, verdaderamente son gigantes tanto en diámetro como en altura.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Sala de columnas del templo de Karnak
Deambulamos durante un buen rato por el resto del templo, lleno de obeliscos, estatuas, esfinges, salas e incluso un lago sagrado, todo ello bajo un sol de justicia.
Ya es primera hora de la tarde y cogemos el camino de vuelta, esta vez por la ribera del río.
Un pelín cansados llegamos al hotel y dedicamos, tras comer y echar una siesta, el resto del día a pasear por la ciudad, comprarnos unos pasteles deliciosos por cuatro duros, y preparar el día siguiente, que va a ser un poco aventurilla.
De vuelta a la noche me pilla el del hotel y me empieza a hablar de fútbol. Yo, por ser cortés, le sigo un poco la conversación (a mí el fútbol me gusta pero sin pasarse) pero al final me tiene casi una hora contándome las hazañas de la selección egipcia de futbol y de no se qué equipo del Cairo que debe se muy bueno. Tras setecientos intentos le consigo cortar y le digo que me voy a la cama.