Nos recogieron a las 17.30 y nos llevaron a unos 20 minutos de Tromso, a una casa en la que te explican cómo será la excursión, te dan los trajes térmicos y te preparan tu cámara en modo manual para las condiciones de luz de la noche.
No nos llevaron demasiado lejos, ya que el cielo estaba bastante despejado, por lo que ir a Finlandia (algo que se suele hacer si en Tromso hace muy malo) no fue necesario.
Eramos un grupo de 12 personas, divididos en dos furgonetas. El tour fue entero en español, y de camino al lugar de las auroras te explican sobre la vida de Tromso, la cultura, economía, pesca etc...
No íbamos con las expectativas demasiado altas, ya que sabíamos que 2020 es un año de baja actividad solar, lo que quiere decir que por lo general, las auroras no cogen mucha fuerza. En la escala de índice Kp, las predicciones para esa noche eran Kp2.
No obstante, Vidar, el guía del tour, nos explicó que tampoco había que fiarse de esas predicciones al 100%, ya que para ver la aurora no solo influye el indice de actividad solar sino también el magnetismo de la tierra, y que de hecho, hay veces que con un kp2 ves mejores auroras que con n kp4.
Nos llevaron a dos sitios, el primero es una playa a media hora de Tromso. Nos instalamos mirando al norte y al de 10 minutos comenzamos a ver un arco verdoso clarito.
Algunas fotos que sacó él con su cámara
Las fotos que muestro son de Vidar, el guía que además es fotógrafo y durante la actividad está sacando fotos para pasarlas a los clientes cuando el tour termina.
La aurora que tocó esa noche fue muy duradera, estuvimos unas tres horas en la playa y desde que apareció no se marchó, pero tampoco bailó demasiado sobre nosotros.
A parte de ver la aurora, nos explicaron las constelaciones y sacamos alguna fotografía de la vía láctea.
Para poder entrar en calor hicimos una hoguera en la playa, cocinamos y cenamos ahí.
Ahí la aurora cogió más fuerza y empezó a moverse con más intensidad.
A parte de estar sacando fotos con su cámara, Vidar te ayuda y te da algunos consejos sobre cómo sacar tus fotos con tu cámara.
Estas son algunas que saqué con mi cámara.
A partir de las doce de la noche, la gente del grupo poco a poco fueron abandonando yéndose a la furgoneta a esperar, ya que hacía muchísimo frío (-20 º)
Cuando solo quedábamos dos personas con los guías, decidimos marcharnos, aunque ellos hubieran preferido quedarse algo más ya que la aurora no desaparecía, así que desde la carretera en la furgoneta camino a Tromso, nos despedimos de ella.
Como reflexión, creo que un tour de auroras no debe criticarse positiva o negativamente dependiendo de cómo haya sido la aurora esa noche, ya que eso es algo que no depende de ellos.
En nuestro caso, coincidió que el día que teníamos reservado el tour, fue el día que más débil vimos la aurora. En Lofoten las vimos por nuestra cuenta con más intensidad (no contratamos ningún touur ya que al no haber contaminación lumínica se pueden ver desde el propio hotel)
Sin embargo, esa noche se esforzaron mucho en que estuviéramos agusto, encontrar rincones bonitos y al ser un tour de grupo pequeño te pueden ayudar en cualquier momento con la cámara (no sé cómo será en un grupo de 60 personas y a qué lugares podrá acceder un autobús tan grande), pero sobre todo, fue un tour en español, que para mi familia se hizo mucho más ameno ya que no dominan el inglés.
28 DE FEBRERO, TROMSO[b]
Este era nuestro último día en Tromso, ya que cogíamos el Hurtigruten a las 12 de la noche. Lo dedicamos a pasear por el centro, ver la Catedral del Ártico, la Biblioteca y subir al teleférico para ver el atardecer y las vistas de la ciudad de noche.
Después de bajarnos del teleférico fuimos a cenar y a recoger nuestras cosas para embarcar en el Hurtigruten, donde pasaríamos una noche.
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