Embarcamos a las 12 de la noche. El barco zarpa a la 1:30 de la madrugada. Nosotros habíamos reservado camarote para poder dormir en cama, pero también se puede comprar el pasaje sin camarote. Hay zonas de salones con sillas y asientos corridos donde uno se puede tumbar. En cuanto a los camarotes, puedes elegir entre interior o con ojo de buey.
Importante aclarar que el check out de la habitación es a las 11 am, y después ya no puedes volver a usarla, por lo que si solo vas a hacer el trayecto Tromso Lofoten, no tiene mucho sentido coger la habitación con ventana ya que la mayor parte del trayecto en la habitación se hace de noche. (la habitación doble con ventana cuesta 476 euros la noche, sin ventana 428, los gastos de desayuno y comida van a parte)



Los Hurtigruten son barcos reformados que antiguamente servían para transporte de mercancías entre el norte y sur de noruega. Son barcos relativamente pequeños con menos de 300 habitaciones, dos grandes salones, cubierta y dos jacuzzis funcionando en última planta. Se puede pasear por la zona de proa y popa, aunque hay bastante hielo y mucho frío.




Cuando hay temporal notas como el barco se mueve ligeramente. Debio hacer mala noche ya que amaneció con la cubierta entera nevada y gran marejada.

El trayecto Tromso-Svolvaer dura 16 horas, la parte más "fea" se hace de noche.
Cuando te despiertas y se hace de día es cuando comienza la parte con mejores paisajes.






Desde el barco se puede ver desde montañas, glaciares, pueblitos hasta casas solitarias en mitad de la nada.



Juusto antes de llegar a Svolvaer, el barco se desvía un poco para asomarse al highlight del viaje. El fiordo Trollfjord, 80 metros de anchura por 1000 de altura.


Cuando llegamos a Svolvaer ya era de noche. Dimos una vuelta por El Centro y fuimos al hotel "Svinoya Rorbuer". Allí fuimos a cenar, y el camarero nos dijo que seguramente esa noche veríamos aurora desde el hotel, así que después de cenar fuimos a la habitación para coger la cámara y vaya!! la aurora no esperó y empezó a moverse encima de nosotros, mucho, y muy rápido. Fue la noche que mejor la vimos, el cielo se volvió verde e incluso morado en algunas zonas, pero sólo duró un minuto. Así que no pudimos más que disfrutarla e intentar sacar algo con el móvil, que no refleja la realidad.



Así como la noche en Tromso la aurora duro horas, esta solo duró unos minutos de manera tan fuerte. Enseguida perdió intensidad, así que nos metimos en la habitación para descansar, que al día siguiente alquilaríamos un coche para recorrer la zona de Lofoten.