jueves 5 de septiembre
RABAT - MEDIO ATLAS - MIDELT
Hoy vamos a dejar las ciudades atlánticas. Ha sido una buena visita para tomar el pulso a estas tranquilas ciudades llenas de historia y con un ambiente muy actual pero conservando la peculiar esencia de Marruecos.
Pero ya nos apetece dejar el asfalto y perdernos por los solitarios y grandiosos paisajes del Medio Atlas.
Dejamos fácilmente Rabat y circulamos por la fértil llanura en dirección Este. Autovía rápida y cómoda vigilando los omnipresentes radares que han conseguido poner orden en el caos circulatorio que siempre habíamos encontrado en Marruecos.
Cruzamos Meknés con la idea de hacer una rápida visita a la preciosa Bab el Mansour. Pero la encontramos llena de andamios y decidimos seguir camino.
La barrera montañosa que debemos cruzar se acerca rápidamente. La ruta nos es conocida. Pasamos Azrou, el pequeño pueblo de nuestros recuerdos, ahora mucho más grande y lleno de nuevas construcciones. Pasamos el Mirador de Ito, hoy envuelto en espesa calima.
Y empezamos la subida al Medio Atlas entre cedros polvorientos y monos perezosos. El paisaje de las alturas cada vez más espectacular. Hasta llegar a la única parada del día.
AGUELMAME SIDI ALÍ -
El lago frío y solitario situado a 2100 metros de altura y rodeado de negras rocas volcánicas.
Ya en un anterior viaje nos había parecido fascinante. Hoy seguimos pensando que vale mucho la pena conocer este enclave. La magnitud del espacio, el silencio, el aire fresco y puro, todo tiene un ambiente que lo hace inolvidable.
Ahora hay una gran pasarela de madera que llega hasta la orilla. Y un magnífico hotel de la cadena Xaluca que invita a alargar la visita.
El precioso edificio de madera huele a cedro y a su alrededor un pequeño circuito para pasear entre piedras volcánicas y con buenas vistas al lago. Una encantadora visita y una deliciosa comida en el gran restaurante de madera del Hotel Xaluca.
Nos queda una hora de viaje para llegar a destino.
Circulamos por la solitaria carretera en el altiplano del Medio Atlas dirección Midelt. Paisajes abiertos y grandiosos y, al fondo, sobre Midelt, unos grandes y negros nubarrones que, según supimos después, fueron el inicio de las inundaciones de los próximos días.
Nos acercamos a Midelt y empiezan a verse señales de vida de un pueblo grande. Y también muchos campos de manzanos que son la nueva riqueza de
MIDELT -
El gran pueblo tranquilo entre las altas llanuras y en cuyas rotondas lucen grandes esculturas de manzanas !!.
En algo ha cambiado este pueblo.
Encontramos con facilidad el
HOTEL IMILCHIL - ( 1 noche ).
Básico y cómodo hotel de carretera, perfecto para pasar una noche en ruta. Con aparcamiento delante de la puerta.
De las enormes nubes negras caen algunas gotas sobre Midelt. Andamos un rato siguiendo la calle principal hasta la vieja medina. Todo está más ordenado e higienizado que hace 30 años pero sigue quedando un buen ambiente de pueblo grande y acogedor.
En la gran explanada frente al hotel hay instalada una feria popular que nos tiene entretenidos hasta que se acaba el día.
Todo el descampado desordenadamente ocupado por puestos de mercancías variadas y puestos de comidas y bebidas. Ruidos de feria. Norias de colores. Olores de feria. Mazorcas de maíz asadas. Caldo de garbanzos con comino. Pinchos y caracoles. Un festín de gastronomía popular que nos viene muy bien para acabar este tranquilo día.
Y un buen descanso en Midelt.