miércoles 11 de septiembre
de AGDZ a MERZOUGA
Es un auténtico placer despertar rodeados de la pureza y la paz del oasis.

Dedicamos un rato a contemplar y fotografiar la belleza de los rincones del Hara Oasis que, bajo la luz de la mañana, nos regalan un montón de inolvidables imágenes.




Desayuno perfecto en la terraza contemplando de reojo las entrañables y omnipresentes imágenes del Djbel Kissane, llamado popularmente " la montaña tetera ".

Pero hay impaciencia por empezar la aventura ... Así que maletas al coche y, siguiendo las instrcciones que nos han dado en el hotel, empezamos el camino.
Camino por la estrecha carretera, entre grandes palmeras y fértiles huertas hasta llegar al pequeño puente sobre el Río Draa.
El río va inusualmente lleno de aguas marrones que son un regalo para las sedientas palmeras.


Al otro lado del río, circulamos un corto tiempo al lado del Djebel Kissane hasta llegar al mundo misterioso de las viejas kasbas. Hasta llegar a
TAMNOUGALT -
El gran castillo construido en el siglo XVI en un enclave estratégico para defender y proteger a los habitantes del Valle del Draa. Situado en la antigua ruta que unía Marrakech con Tombuctú, conserva entre sus gastadas paredes cantidad de viejas historias que te emocionan desde cualquiera de sus rincones.
Siguiendo al paciente guía vestido de azul vamos a vivir un auténtico viaje al pasado en uno de los ksars más antiguos que se conservan en Marruecos.

Y de nuevo cruzamos viejas puertas, oscuras estancias y estrechos callejones.
Todavía hay casas habitadas en el ksar y escondidos rincones donde viven cabras y gallinas.
Los restos espléndidos de las viviendas de los poderosos cadíes con el precioso patio que parece un claustro medieval lleno de silencios y de simetrías.

También se conservan dos Mezquitas y la antigua Mellah.
Todo un mundo de tierras rojizas que cruzamos siguiendo al guía hasta llegar a las deslumbrantes terrazas. Nos deslumbra la intensa luz al salir de las oscuras y frescas estancias y nos deslumbran los intensos verdes del palmeral infinito que se extiende a nuestros pies.


Salimos un rato fuera del ksar para andar por los caminos entre palmeras y para contemplar desde lejos las dimensiones del enorme castillo de barro, la belleza de las gastadas paredes y la majestuosidad de las torres cónicas.




En el otro extremo del ksar, volvemos a la sombra de las viejas paredes, volvemos a cruzar arcos y puertas hasta la parte más restaurada del ksar, ahora convertida en hotel.
La visita acaba de una forma perfecta contemplando la misteriosa belleza de la Puerta Solemne. La última imagen que nos llevamos de este viaje en el tiempo que ha durado más de dos horas.


Una muy recomendable visita que creo que también nuestros jóvenes acompañantes han disfrutado mucho.
Ahora nos queda un largo viaje hasta el próximo objetivo - Merzouga -. Sabemos que los chicos estan ansiosos por conocer el desierto, así que vamos a circular tan rápido como los límites de velocidad nos permitan.
Tan solo cuando el hambre avisa paramos en Nkob y comemos a pie de carretera unas brochettes y una deliciosa tajine de cordero.
Y dejaremos atrás las solitarias tierras vacías, los fósiles de Alnif y las piedras sagradas de Sijilmassa.
A las 5 de la tarde, bajo un cielo sospechosamente amarronado, paramos en Rissani, en una tienda de telas de colores para que nuestros chicos se vistan adecuadamente para la próxima aventura.

Unos pocos kilómetros desde Rissani y llegamos al mágico-turístico espacio al borde de las arenas. Llegamos a
MERZOUGA -
Nos encontramos una Merzouga infinitamente distinta del pequeño pueblo con dos calles y unas cuantas humildes viviendas que visitamos hace 30 años. Ahora el pequeño emclave a los pies de la Gran Duna está muy preparado para recibir a los continuos visitantes ansiosos de desierto fácil.
Hoy nos encontramos además con unas imágenes inusuales y difíciles de asimilar.
Merzouga está practicamente rodeada de agua !!!.
Camellos, palmeras, arenas, cielo gris y mucha agua. Una Merzouga nunca imaginada que nos deja boquiabiertos.
Sin perder tiempo en reflexiones nos vamos directo al
HOTEL RIAD ALÍ - ( 1 noche ).
Uno de los muchos hoteles al borde de la arena del que solo podemos decir cosas buenas. Fué un estupendo refugio para vivir la inesperada experiencia de nuestra noche en el desierto.
Encontramos a los empleados del hotel afanándose en cubrir con un plástico blanco la esperada piscina que en las fotos era muy azul.


Nosotros, siempre positivos, Hablamos con Alí de nuestros planes y ya, sin perder tiempo, contratamos una salida en quad para hoy y otra en camello para mañana.
Y, siguiendo con nuestro optimismo alimentado por la ilusión de los chicos, nos subimos al coche que va a llevarnos a la cochera de los quads.
Unos cinco minutos fueron suficientes para que la densa nube amarronada se echara sobre nosotros y al salir del coche nos vimos envueltos por las rojas arenas de Merzouga que bailan por el aire. Apenas si nos tenemos en pie. Apenas si podemos abrir los ojos.



Turistas inexpertos ... La fuerza de la naturaleza nos inmoviliza y la realidad se impone. Hay que volver al refugio.
Y por suerte el Hotel Riad Alí y su entrañable propietario resultaron ser un buen refugio para la larga noche que vivimos en Merzouga.
En el gran salón del hotel pasamos el tiempo con las amenas charlas de Alí. Y en el precioso comedor pasamos otro buen rato mojando pan en la enorme y deliciosa tajine de pollo al limón que ayudó un poco a olvidar nuestra frustración.
Oíamos el viento silbar sin tregua y las arenas golpeando todo a su paso. Pero Alí nos tranquiliza con que mañana todo habrá pasado.
Y medio esperanzados nos refugiamos en la confortable habitación para cuatro, intentando dormir bajo el inquietante sonido de la tormenta.
Hacia la madrugada desaparece el sonido del viento y en su lugar se escuchan inquietantes truenos sobre Merzouga !!!.
Con las primeras luces del día, solo se escucha el silencio. Y asomándonos por la pequeña ventana del baño que da directamente a las dunas, otra imagen inesperada. El cielo muy negro y una fina lluvia cayendo sobre las rojas arenas de Merzouga.
El espectáculo ha sido completo.