1-9-2024. Doha - Madrid con retraso ✏️ Diarios de Viajes de Indonesia

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El vuelo a Madrid tenía que salir a las 7:55, pero cuando fuimos a mirar las pantallas ya vimos que estaba retrasado y no nos iban a dar información hasta las 10:00. Drama, porque probablemente ya no íbamos a conseguir coger el último tren a Ourense. Yo soy bastante imperturbable y raramente algo me descoloca, pero mi compañera de viaje roza la histeria por si no llega a trabajar al día siguiente (sí, siempre vamos al límite).

Nos podemos comprar algo de comer con el boarding pass por gentileza de la compañía, pero no da para casi nada. Yo me doy una vuelta por el aeropuerto porque es muy bonito y hay mucho que ver, como el Orchard. Si por mí fuera, habría hecho una escala más larga y habría visitado Doha, ya de estar allí.

Al final, nos dicen que saldremos a la 13:00, así que pido a una amiga en España que nos compre el último billete de tren para Ourense desde Madrid a ver si llegamos. Al despegar, nos dan la comida, pero no los accesorios para dormir, debe de ser porque es vuelo diurno. La comida está muy buena sorprendentemente y el avión va rapidísimo para ganar tiempo. Mi teoría es que como este vuelo es un enlace con muchos otros que vienen de otras partes, no fletan el avión hasta que está lleno, así que si viene uno con retraso, este se retrasa. No lo veo raro, porque debe salir bien caro ponerlo a volar.

Nos dan una merienda antes de aterrizar, pero el avión se pone a dar vueltas alrededor del aeropuerto esperando a que le den permiso para aterrizar y ahí perdemos mucho tiempo. Yo ya pierdo la esperanza de llegar al tren. Aterrizamos sobre las 19:20 y pasando el control y esperando por las maletas pasamos otra hora. Imposible. Cogemos entonces una habitación en el hotel que está mismo en Chamartín y el tren para el día siguiente por la mañana.

Aquí he de decir que descubrí más tarde que no podemos pedir una indemnización porque a. el vuelo NO proviene de la Unión Europea y b. la compañía no tiene su sede en la Unión Europea.

Podía haber pedido al seguro que nos pagaran los trenes (que cogimos sin cancelación porque somos muy listas) y el hotel, pero tonta de mí, solo lo había cogido con cobertura hasta el 31 de agosto, así que lo ocurrido el día 1 de septiembre no lo cubría. No volveré a meter la pata así.

Fin de viaje.

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