Por supuesto, madrugamos bastante y como no había desayuno en el hotel, fuimos a buscar un sitio, encontramos uno que se llama Pan de mie, vamos, el que estaba abierto. Yo dulce y ella salado, como nos repartimos siempre. Tardan bastante y solo estamos nosotras.
En el hotel nos recoge Dewa a las 8:30, el conductor de habla hispana. Yo lo contraté a través de Sonrisa viajes, pero también trabaja por su cuenta. Eso sí, hay que reservar con mucha antelación, ya solo le quedaban estos dos días. Si no, hubiera cogido más porque vale la pena. Habla muy bien español, perfecto, es muy culto, es que llegó a decirnos "pementos de Padrón, uns pican e outros non" en gallego. Dice que aprende todo viendo Aquí no hay quien viva, pero vamos, es muy inteligente.
Primero visitamos Taman Ayun, que también por ser el primer templo en el que hacemos una visita guiada, nos encantó, y hacerlo con Dewa es una pasada. También sabe hacer las mejores fotos y nos da muchos consejos de todo. Aquí se representa también la danza del Barong, que a mí me hubiera gustado ver, pero tiene que coincidir ese día. Además, la amiga no es mucho de danzas y ya le había metido una en la ruta.

Desde aquí, nos llevó a los arrozales de Jatilwih, que me encantaron, más que Tegallalang. Son muy extensos. Hicimos una ruta caminando que nos indicó Dewa y él nos recogió a la salida.

A continuación, fuimos a Pura Ulun Danu Beratan, al lado de un lago y con vistas espectaculares.

Por petición de mi amiga, Dewa nos acerca a la Handara Gate, porque había visto las fotos y quería sacarse una ahí. Hay un hombrecillo allí cobrando, pero nos pusimos un poco más lejos y nos sacamos una foto

En este punto, Dewa nos lleva a comer a un sitio con unas vistas espectaculares y barato y vacío. Se extraña porque dice que somos las únicas españolas que no queremos ir al bufé que está al lado. Lo cierto es que aquí la amiga ya se lleva encontrando mal todo el día (el agua sagrada) y solo quiere comer arroz.
Después de comer, nos lleva Dewa a la cascada Nung Nung, hay que bajar y luego subir 4000 escalones. A mí me encantó y estuve bastante rato abajo, y casi sola. La amiga ya se estaba encontrando muy mal, y encima para para fumar mientras baja y sube las escaleras


Al llegar arriba, tomamos algo en una especie de tiendecita que hay, muy muy barata. Luego, Dewa nos deja en Ubud. Todavía son las 18:00 y nos alojamos en el Rahayu Suites, un sitio que me encantó, Ubud me encantó. El hotel está dentro del Monkey Forest y los monos andan por allí. Es una pasada y creo que pagamos unos 80 € por tres noches con desayuno. No sé por qué, pero casi que lo que más me gustó fue Ubud, yo pasaría más tiempo allí y menos en el sur sabiéndolo ahora. Sí es verdad que hay más gente y turistas, pero es muy especial.
Aquí a la amiga ya la dejo en cama porque se le acabaron las pilas totalmente, seguro que sufrió el famoso "Bali belly", pero vamos, porque lo buscó. Fui por algo para ella a la farmacia, no recuerdo el nombre, pero hay algo de allí que venden mucho para eso y que es como su Fortasec, pero dicen que es más sano. También aproveché para ir a la lavandería y lavar ropa. Fui a un supermercado porque me encanta ir a los supermercados de otros países y me compré fruta y dulces y cosas para regalar. También me di un masaje balinés, ya que estaba, pero ese sitio no lo voy a recomendar porque creo que la señora intentó estafarme a su manera.

Después, me tomé un zumo mientras esperaba por la cena para llevar (pizza y quesadilla) en uno de los miles de restaurantes de Ubud, todos están bien y no son muy caros. Ubud está lleno de monos que andan por todas partes. Me encantó este paseo que me di por Ubud yo sola, disfruto mucho de estos ratos sola.
Después de la siesta tardía, la enferma estaba mejor y se comió la cena.