![]() ![]() 15 días en Japón por libre ✏️ Blogs de Japon
Tokio, Matsumoto, Osaka, Mijayima,Hiroshima,Kyoto y HakoneAutor: Ruth200es Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (2 Votos) Índice del Diario: 15 días en Japón por libre
01: Preparativos del viaje a Japón
02: Diario de Japon, día 1: Vuelo a Madrid
03: Diario de Japón, día 2: Madrid-Tokio
04: Diario de Japón, día 3: Tokio-Akihabara
05: Diario de Japón, día 4: Tokio (Asakusa, Odaiba)
06: Diario de Japón, día 5: Tokio (Tsukiji, Ginza, Kabukicho)
07: Diario de Japón, día 6: Tokio-Matsumoto
08: Diario de Japón, día 7: Matsumoto-Osaka
09: Diario de Japón, día 8: Osaka (Umeda, Castillo, Namba)
10: Diario de Japón, día 9: Osaka (Kuromon Ichiba, Bahía, Spa)
11: Diario de Japón, día 10: Osaka-Mijayima
12: Diario de Japón, día 11: Mijayima-Hiroshima
13: Diario de Japón, día 12: Kyoto (Arashiyama, Bosque de bambú)
14: Diario de Japón, día 13: Kyoto (Nishiki, Nijo, Gion)
15: Diario de Japón, día 14: Bodega Sake Gekkeikan, Fushimi Inari)
16: Diario de Japón, día 15: Pabellón de oro, plata, Ume no Hana, Kiyomizudera)
17: diario de Japón, día 16: Kyoto-Hakone
18: Diario de Japón, día 17: Hakone-Tokio
19: Diario de Japón, día 18: Tokio-Madrid
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Etapas 13 a 15, total 19
DÍA 12, VIERNES 28 OCTUBRE 2016
Me desperté a las 5 por el ruido que hace la nevera así que cogí los tapones, el antifaz y seguí durmiendo hasta las 9. Nos levantamos y preparamos el desayuno. La dueña del piso nos había dejado té verde que calentamos en una tetera que había en la casa, y además en una sartén calentamos la lengua para Pelayo y el tofu para mí, pues no había microondas. De postre yogur y un dontus. Como la ropa todavía no estaba seca la dejamos cogada en las ramas de bambú. Salimos a la calle con la idea de ir hasta la Oficina de turismo de la Estación de tren de Kyoto; para ello caminamos hasta la estación de JR de Nijo. Por el camino paramos a hacer fotos en un templo muy bonito. Una vez en Nijo cogimos el JR hasta la Estación de tren de Kyoto y allí subimos hasta la segunda planta, que era donde estaba la OFICINA DE TURISMO. Cuando llegamos había bastante cola pero avanzaba rápido. La chica que finalmente nos atendió no hablaba demasiado inglés así que no fue fácil entenderse con ella… Nos dio mapas y guías y poco más. Nos sentamos fuera para analizar la información y decidir qué haríamos ese día. Confirmamos que en Kyoto todo el mundo se mueve en autobús, pues hay pocas líneas de JR y sólo dos de metro (norte-sur y este-oeste). Decidimos ir a visitar el BOSQUE DE BAMBÚ, al oeste de la ciudad, pues hasta allí se iba en JR. Tuvimos que coger la línea SAN-IN y parar en ARASHIYAMA (concretamente nos bajamos en la parada de SAGA ARASHIMAYA). Una vez allí compramos en un Lawson que había al lado de la estación algo para comer más tarde (un sándwich, un maki, etc., por 1142Y/10€). Bajamos una avenida que fue a dar al puente de TOGETSUKYO, adorado por los japoneses, así que estaba lleno de gente. Lo cruzamos y entramos en el MONKEY PARK IWATAYAMA, que se encontraba en lo alto de un monte. Las entradas fueron 2x550Y=1100Y/10€ y el recinto cierra a las 16:30. Llegar hasta la cumbre nos llevó sobre 20 minutos, a buen ritmo. Recomiendan que no pares ni des de comer a los animales, ni te agaches ni mires fijamente a los monos. Una vez arriba hay un mirador desde el que se ve toda la ciudad de Kyoto y además se puede observar una gran cantidad de macacos. Al parecer es una especie japonesa famosos por las fotos en las que se ven bañándose en agua caliente durante el invierno (aunque aquí no los veréis así, sino libres por el monte). Hay una caseta con verja en el que se les puede dar de comer a los monos sin que te ataquen, previo pago de la bolsa de cacahuetes (100Y/0’9€). Yo estaba asustada de tanto cartel como había por el camino pero luego vi que no eran tan fieros, pues apenas nos hacían caso y además había cuidadores que los vigilaban y reñían si se portaban mal. Estuvimos un buen rato mirando como se desparasitaban, dormían, peleaban, las mamás atendían a sus bebés, etc. Bajamos el camino hasta la base del monte y volvimos a atravesar el puente hasta que entramos en el PARQUE KANEYAMA, en cuyo interior está el famoso BOSQUE DE BAMBÚ. Es muy bonito, mucho más tupido de lo que pensábamos en un principio, pues apenas pasa luz pero no es muy largo (id antes de que anochezca porque sino no veréis nada de nada). Mientras estábamos allí empezó a llover. Pelayo no tenía ganas de ver más templos, pues había varios en el recinto (pagando 500Y/4’5€ en cada uno de ellos), así que decidimos visita la casa de OKOCHI SANSO, que era un famoso actor del país. Como le gustaban los jardines se construyó uno bien grande en esta zona, que es la parte principal de la visita. La entrada nos costó 2*1000=2000Y/18€. Con la entrada te ofrecen un té matcha (de verdad, muy amargo), y un dulce relleno muy rico. Estos dulces que acompañan al té se llaman wogashi y los hay de varios tipos; en este caso era un monaka, pues eran dos barquillos con relleno de judía. Tuvimos la suerte de ver varias chicas con kimono bebiendo té a nuestro lado. Los jardines eran bonitos, pero la visita fue rápida porque cada vez llovía más. Finalmente nos sentamos en el salón a tomar el té, que estaba cubierto. Allí pusimos los abrigos a secar pero estaban empapados así que decidimos volver al apartamento. Caminamos hasta la estación de JR y cogimos el tren hasta Nijo, desde donde caminamos hasta el piso. Por el camino vimos una licorería llamada KENTBOY’S en la que un hombre muy majo que hablaba inglés muy bien nos contó algunas cosas sobre los vinos japoneses y nos recomendó uno de la zona de Yamanashi, elaborado con una variedad muy tradicional de uva llamada kushu. Compramos una botella de este vino y otra de sake de la zona de Kyoto, pagando por todo 2100Y/19€. Decidimos cenar en el piso así que antes de subir entramos en el Familiy Mart y compramos dos sopas para la noche y algo de sushi para desayunar al día siguiente (3148Y/29€). Cenamos tranquilamente en el apartamento, aprovechando para mira la documentación que nos habían dado en la Oficina de turismo y así organizar las visitas de los días siguientes. Etapas 13 a 15, total 19
DÍA 13, SÁBADO 29 OCTUBRE 2016
Me desperté sobre las 5 de la madrugada y no podía dormir. Después de dar muchas vueltas me levanté y comí algo de sushi que habíamos comprado el día anterior en el combini. Me volví a acostar y conseguí dormir hasta las 8-8:30. Desperté entonces a Pelayo, nos vestimos y nos fuimos a desayunar al MERCADO DE NISHIKI. Como está cerca del apartamento fuimos caminando, lo que nos llevó alrededor de 15 minutos. Pelayo vio de camino, en una de las tiendas de las avenidas principales, unas chaquetas de punto muy chulas así que entró a probárlas. Al final se llevó una por 2052Y/18’6€. El mercado es una calle larga cubierta, bastante estrecha, con puestos a los lados. Llegamos sobre las 10 y todavía estaban acabando de colocar los productos en los puestos. Es un lugar bonito y ordenado, totalmente opuesto al famoso mercado de Tsukiji de Tokyo. En un puesto de dulces me llamó la atención un mochi relleno de haba y castaña así que cogimos uno (170Y/1’5€), pero como es habitual en Japón con los postres, la pinta era mejor que el sabor. También probamos unas castañas gigantes que vendían en algunos puestos, igualmente insípidas. Vimos un montón de cosas que llamaron nuestra atención: gorriones fritos, frutas y verduras extrañas, pescados que nunca habíamos visto, etc. Yo tuve que comprar un kiwi de emergencia dado que con tanto arroz no iba al wáter, por el que tuve que pagar 160Y/1’5€. Cogimos para probar un pincho cada uno de pepino encurtido, riquísimo (2x100Y=200Y/1’8€). Llegamos al final de la calle, en donde había un curioso y pequeño templo, así que entramos a verlo. En él había una urna de cristal, con un muñeco dentro, en la que la gente echaba monedas, entonces se activaba y cogía un papel de la fortuna que entregaba al interesado. Luego buscamos los grandes almacenes TOKYO HANDS, pues yo tenía ganas de comprar algo de recuerdo allí, pues suelen vender objetos curiosos. Había menaje de cocina, papelería, etc. Compramos unos juegos de montar que consistían en planchas metálicas troqueladas que había que ir uniendo para dar forma a una pagoda, un samurai, un castillo, etc. Cogimos varios para regalar a mi hermana, mi cuñado, a la hija de Pelayo y uno para nosotros. Por cierto, al mostrar el pasaporte extranjero en la caja, me hicieron un descuento directo del 5%, por lo que pagué finalmente 6730Y/61’2€. Son muy divertidos de montar pero hay que tener un poco de paciencia, pues son delicados. Volvimos dando un paseo hacia el barrio de nuestro apartamento y, de camino, nos encontramos una tienda de golf y entramos a ver lo que había. Después de muchas vueltas compré unos tenis FJ por 2900Y/26’3, una ganga, pues era el último par que quedaba. Además cogimos unos tees muy especiales y un par de guantes para cada uno. Pagamos un total de 7170Y/65€. Fuimos hasta el apartamento para dejar las bolsas y aprovechamos para comer en el restaurante que hay enfrente justo del portal llamado STEAK AND WINE NIKUYA GINJIRO, ya que según el cartel de la puerta servían ternera Omi, que pertenece a una de las cuatro razas certificadas de carne de wagyu (concretamente a la Japanese Black Beef al igual que la de Kobe). Las otras son Japanese Polled Beef, Japanese Brown Beef y Japanese Shorthorn Beef. Tras mirar la carta nos decidimos por un par de platos pero cuando la chica vino a tomarnos nota nos dijo que al mediodía sólo servían una serie de menús cerrados… Nuestro gozo en un pozo… Entonces Pelayo pidió Roasted Beef Ronburi (lonchas de carne prácticamente crudas encima de arroz, con salsa y una yema cruda, riquísimo) y yo hamburguesa acompañada de sopa, ensalada y arroz blanco. Al final compartimos ambos platos y pagamos 1960Y/18€. De postre nos comimos unos kit kats de frambuesa que llevábamos en la mochila provenientes de un combini. Caminamos hasta el CASTILLO DE NIJO y como había mucha cola en ventanilla para sacar las entradas, las compramos en unas máquinas que había justo al lado de las taquillas, lo que nos llevó unos segundos. Pagamos 2*600Y=1200Y/11€. Atravesamos el foso y las murallas para adentrarnos en sus preciosos jardines, en donde hay varias construcciones (que se pueden visitar pero no sacar fotos del interior). Había un gran número de salones con tatamis, en cuyas paredes se pueden observar diversas pinturas. Los carteles aclaran que son copias, pues los originales se encuentran en un museo. Fue una visita bastante agradable y al ser las 15 horas ya no había demasiada gente. Luego nos desplazamos hasta el PALACIO IMPERIAL, que se encuentra en medio de un gigantesco jardín. Nos pegamos una buena pateada y luego resulta que sólo se puede ver por medio de una visita guiada reservada con antelación así que de saberlo nos hubiésemos ahorrado el largo y monótono paseo, pues el parque no tenía nada de especial… Salimos de los jardines y pasamos justo delante de una panadería de las de verdad, pues desde que llegamos sólo habíamos visto pan de molde en los combinis. No pudimos resistirnos y entramos para comprar barios bollos (de cebolla, de queso, de bacon, etc.), todos riquísimos, pagando 583Y/5’3€. Cogimos entonces el bus en dirección al barrio de GION, concretamente el número 203. Hay que saber que en Japón se sube al bus por la puerta trasera y cuando se llega a la parada, antes de bajar, se paga el billete al conductor (pagamos por los tickets del bus 2*230Y/1’85€). Dimos una vuelta por este precioso barrio tradicional, en el que se pueden ver casas bajas de madera, pero no tuvimos la suerte de cruzarnos con ninguna geisha. Es un lugar con mucho encanto que os recomiendo visitar. Justo en ese momento se nos acabaron los datos de la tarjeta SIM por lo que no podíamos consultar recorridos ni restaurantes ni Google maps, ¡HORROR! Cenamos finalmente en un curioso lugar que me había recomendado mi amiga Uxía y que sí habíamos visto al pasar cuando llegamos al barrio, ISSEN YOSHOKU, en el que sólo sirven okonomiyakis con minúsculos trozos de tendón de vaca. A mí no me gusta demasiado el tendón pero el plato sí que me gustó. Además pedimos un sake de la zona de Kyoto para beber, pagando por todo 1860Y/17€. Es un lugar gracioso por la decoración, pues hay maniquíes sentados en algunas mesas (imagino que es por si el comensal se siente solo), dibujos eróticos, etc., además si no hay mesa libre te sientan compartiendo con otro grupo de personas,como ocurrió en nuestro caso. Por cierto, ya nos quedaban poco yenes por lo que empezamos a pagar con tarjeta y la verdad es que no tuvimos ningún problema con ninguna de las dos. Al rato volvimos caminando desde Gion hasta el apartamento, lo que nos llevó alrededor de 30 minutos, pero se nos hizo corto porque los barrios de Kyoto son realmente bonitos, llenos de preciosos locales de todo tipo. Antes de subir al apartamento compramos en el Family Mart un poco de sushi y yogures para desayunar al día siguiente (411Y/3’7€), para variar… Una vez arriba me dormí en 5 minutos, pues no podía con el cansancio. Etapas 13 a 15, total 19
DÍA 14, DOMINGO 30 OCTUBRE 2016
Me desperté sobre las 7 de la mañana y me puse a mirar la documentación para organizar lo que haríamos durante el día, pues la noche anterior no me dio tiempo antes de dormirme. Decidí ir a visitar una Bodega-Museo de sake llamada GEKKEIKAN OKUNA y luego el llamativo santuario sintoista de FUSHIMI INARI SRINE, ambos al sur de la ciudad. Como ya no teníamos datos de Internet nos llevamos el pocket wifi del piso, pues la casera ya nos había dicho que era portátil. Lo metimos en un bolsillo o bolso, no recuerdo, y listo. Caminamos hasta la estación de Nijo y allí cogimos el JR hasta la ESTACIÓN CENTRAL de Kyoto, en donde había una oficina de turismo que al parecer cambiaba dinero a pesar de ser domingo (pues ya no teníamos ni un yen…). Cuando llegamos, sobre las 10:10, aún estaba cerrada, pues abrían a las 10:30. Decidimos entonces dar una vuelta por la preciosa estación así que subimos por las escaleras mecánicas hasta la parte más alta, en donde hay un pasillo de cristal, llamado SKY WALK, que la atraviesa entera de un extremo a otro. En uno de los pisos intermedios había unas vistas espectaculares de la KYOTO TOWER y de hecho en ese punto estaban organizando una boda católica. Si tenéis tiempo creo que merece la pena subir por las vistas que hay, por un lado de la ciudad con la Kyoto Tower, y por otro hacia la estupenda estación. Cuando llegamos de vuelta a la planta inferior ya eran las 10:35 por lo que entramos a cambiar el dinero. Ese día había un buen cambio (1€>115Y) pero sin embargo en la oficina nos dieron sólo 107’62Y por euro, o sea, el peor lugar para cambiar de todo el viaje… Compramos también dos bonos de bus para el día completo (se llama 1 DAY BUSS PASS), lo que nos costó 2*500Y=1000Y/9€, pues por este precio compensaba por los viajes que íbamos a hacer durante la jornada. Se pueden comprar varios de una tacada e ir activando a medida que se usan, basta con meter la tarjeta en una máquina que lleva el conductor del bus en un lateral de la cabina y ya será válido para ese día. En los siguientes viajes bastará con mostrársela al conductor al bajar del bus, sin picar en la máquina. Delante de la entrada principal de la estación paran infinidad de buses, sólo tendréis que buscar la dársena y poneros a la cola; en todas había pantallas que avisaban del tiempo de espera, paradas, etc (en japonés y en inglés). Por lo tanto desde ahí cogimos el bus n.º 81 hasta la parada CHUSHOJIMA, en donde se encontraba la Bodega de Sake GEKKEIKAN (que significa corona de laurel). Los tickets de la bodega nos costaron 2*300Y=600Y/5’5€, pero con ellas nos regalaron una pequeña botella de sake de plástico a cada uno, ideal para llevar en la maleta a España (y además os aseguro que está muy bueno). Esta misma botella se puede adquirir en la tienda de la bodega, valiendo cada unidad 300Y. Preguntamos si disponían de visitas guiadas en inglés pero sólo había en japonés, una pena, pues nos pareció un lugar muy interesante. El museo no es muy grande pero sí bonito y nos pareció que estaba todo bien explicado (en japonés, claro). En la primera zona relataban cómo se elabora el sake, en las siguientes salas había distintos instrumentos, maquetas, botellas, sellos, fotos antiguas, etc, y luego se pasaba a la zona de degustación. Resulta que cuando acabamos la visita nos dimos cuenta de que el hombre que distribuía a los visitantes en la puerta de salida era el único que hablaba inglés, y además muy bien. Le dijimos que era una pena que estuviese allí dando paso en vez de hacer visitas guiadas en inglés o atendiendo en taquilla, pues la chica que nos vendió las entradas era bastante antipática y no quiso entendernos ni una palabra. Por lo que pudimos hablar con él, que nos explicó brevemente algunas cosas de la bodega, el agua de la fuente que se ve al inicio de la visita es la clave de que el sake de Kyoto sea tan bueno, por la calidad del agua de la zona. Tras la visita había una señora muy mayor en una barra repartiendo sake para que probásemos los visitantes. Nos dio dos distintos, uno más básico y el más caro que elabora la bodega, que venía en una espectacular botella. Además nos sirvió un poco de vino de ciruela que estaba rico pero demasiado dulce para mi gusto. Pasamos a la tienda y nos volvimos locos, una vez que vimos los bajos precios de todos los productos. No pudimos resistirnos a comprar un juego de jarra y vasos de cerámica típicos que usan en Japón para servir el sake. Además nos llevamos una botella más de sake y dos latas de amazake. Pagamos por todo 2110Y/20€,una ganga. Los mismo sakes de la bodega los habíamos visto en los combinis pero bastante más caros. Además en la tienda también había opción de probar otra serie de productos en los que interviene el sake como, por ejemplo, verdura macerada en lías de saque (a Pelayo le gustó pero a mí me pareció que tenían un sabor fortísimo y desagradable). Abandonamos la bodega y dimos un paseo por la zona, que es muy bonita y agradable, pues pasa un pequeño río por el que antiguamente salían los barcos cargados de sake de las bodgas para comercializarlo. Las casas eran bajitas y de madera, bastante tradicionales. Aprovechamos para entrar en una galería cubierta y decidimos comer algo en uno de los locales. Tenían un plato combinado, al estilo de menú del día así que pedimos dos (por 680Y el cada uno), estando compuesto por: -media xarda/caballa -tempura de pollo, langostinos y pimiento -arroz blanco -caldo -sopa -encurtidos (ciruela y otros amarillas que no supimos lo que era) Además pedimos dos vasos de sake para beber pero no nos gustó demasiado (2*530Y). Pagamos por todo 2420Y/22€. Tras la comida cogimos el bus de vuelta, parando en el TEMPLO FUSHIMI INARI SHRINE, que nos cogía de camino. Es un lugar muy bonito pero demasiado lleno de gente. Al ser domingo había una gran cantidad de chicas y chicos con preciosos kimonos, muy coloridos y llenos de bordados. En el templo hay miles de arcos rojos que al parecer han pagado empresas, particulares, etc., con el fin de obtener buena suerte en sus negocios (antes de abrir el local hacen la ofrenda). Subimos un tramo del monte, por debajo de uno de los múltiples caminos de arcos que hay, hasta un mirador. Como nos cansamos de subir y tampoco vimos que hubiese nada nuevo volvimos a bajar por otro camino distinto, que estaba lleno de mini templos de piedra, fue un paseo muy agradable. Nos costó pero finalmente hicimos una foto sin nadie más que nosotros No nos encontrábamos en nuestra plenitud de fuerzas así que cogimos el JR hasta Nara, con el fin de volver a Kyoto. Al llegar a la Estación de Kyoto, en donde teníamos que hacer el cambio de tren, nos sentamos en una cafetería muy chula llamada COUNTRY HOUSE para descansar un poco. Pedimos un par de tés matcha con leche, pagando 1188Y/11€, vamos, un robo. Habíamos pensado en visitar el barrio de Pontocho pero no nos encontrábamos demasiado bien, pues el cansancio empezaba a hacer mella, así que nos fuimos al apartamento a descansar. Compramos antes en el Family Mart algo para cenar esa noche y desayunar al día siguiente: Tortas con sabor a cangrejo, Ensaladilla de algas, guisantes, setas, zanahoria, loto y mayonesa, Minisalchichas, Papas con sabor a wasabi, dos sopas, etc. Pagamos 1992Y/18 del Familiy Mart y no recuerdo cuánto en el Seven Eleven. Etapas 13 a 15, total 19
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