Senegal & Gambia ✏️ Blogs de Africa Oeste

Tras nuestra última noche en el poblado de Dande, País Bassari, nos levantamos al amanecer, para empezar cuanto antes nuestra ruta hacia Cassamance.

Teníamos por delante un largo camino, primero bajar a pie la montaña, luego en coche hasta Kedougou, allí coger un sept-place hasta Tambacounda (volviendo a pasar por la carretera infernal del Parque Nacional de Niokolo), y desde ahi, hacia el sur del país, hasta Cap Skirring. El camino nos depararía una sorpresa que haría que todos nuestros planes se fueran al traste... habíamos olvidado que estábamos en Senegal, un país donde puede pasar de todo

Tras llegar a Tambacounda, con las piernas entumecidas de ir 4 horas de cuclillas en la parte trasera de un sept-place, negociamos con uno de los conductores el ir en taxi privado hasta Cap Skirring, creo que nos salió por unos 40 o 60€ por persona. Teníamos por delante casi 7h de viaje, así que preferíamos ir cómodos en lo que quedaba de viaje.

Todo iba perfecto... buena carretera, buena velocidad, hasta que poco antes de llegar a Velingara, el coche dijo "aquí me quedo". Raro era que con el nivel que tenían los coches en Senegal, ninguno nos hubiera dejado tirados hasta el momento. Mal íbamos si ya empezábamos con retrasos en un viaje ya de por sí bastante apurado de tiempo. Tirados en mitad de la carretera, estuvimos alrededor de 30-45 minutos esperando a que viniera un colega de nuestro taxista a remolcarnos. Enganchó el taxi con una cuerda, y tiró de nosotros hasta el pueblo.

Una vez llegados a la estación de autobuses de Velingara, empezó el 'show'. Nosotros habíamos pagado por un viaje hasta Cap Skirring, y ahora el viaje lo debíamos continuar con otro taxista, el problema es que del dinero pagado, una parte se lo queda el "jefecillo" o "coordinador" en Tambacounda, el que nos buscó el taxista, otra parte se la queda nuestro taxista, y otra parte había ido a la gasolina para llegar el depósito. Claro, con lo que quedaba de dinero, ninguno estaba dispuesto a llevarnos hasta Cap Skirring.

Debo decir que si bien nos ponían pegas, (querían que pagásemos más), en ningún momento tomaron la actitud de "aquí os quedáis" o "buscaros la vida", que perfectamente podrían haber tomado. Se preocuparon por, entre todos, buscar una solución. Estuvimos como media hora discutiendo con los taxistas de allí, el jefecillo de la cuadrilla, y hasta con uno que pasaba por allí y que hablaba inglés (el único), que nos hacia de intermediario. Discutían entre ellos a gritos, se intentaban convencer unos a otros, negociaban con nosotros y entre ellos.... un cuadro

Finalmente, pusimos un poco más de dinero, y acordamos llegar en sept-place hasta Kolda, y una vez allí el taxi se vaciaría y el taxista nos llevaría directos a Cap Skirring.

Tras quedarnos a solas con él, el taxista empezó a tomar una actitud de lo más borde, nos intentaba hacer entender que el taxi tenía algún problema, que se estaba haciendo tarde... no le entendíamos muy bien, y además se molestaba por eso, porque no le entendiéramos. En algún momento paró el taxi, y se salió a mandar sms con el movil, no nos explicaba que pasaba, le preguntábamos y nos daba unas explicaciones muy parcas. No entendíamos qué estaba pasando. Fue la única vez durante todo el viaje por Senegal que nos preocupamos, no temíamos que nos fuera a pasar nada malo, pero estaba anocheciendo, el taxista iba cada vez más lento, hacía paradas sin venir a cuento, y no nos explicaba nada, además de la actitud borde.

Finalmente, llegamos a un punto donde había un control militar, con unos troncos cortando la carretera, el taxista nos dijo que la carretera estaba cortada, y que la abrirían por la mañana, que ahí nos quedábamos a pasar la noche Casualmente esto sí lo explicó bien y le entendimos perfectamente.

Nos bajamos del taxi, y fuimos a hablar con el militar, un chavalillo que no medía más de metro y medio, pesaría unos 50k y tenía cara de no haber roto un plato en su vida. Nos explicó que efectivamente la carretera estaba cortada y que la abrirían al amanecer, intentamos convencerle, que si turistas españoles, que si teníamos hotel en CapSkirring, que si Cristiano Ronaldo y Messi... no hubo forma Eran sobre las 10 de la noche, estábamos cerca de Zinguinchor, pero ahí nos quedábamos.

Vimos que no éramos los únicos, había un par más de sept-places y otro par de camiones, y ahí todo el mundo parecía ver la situación como lo más normal del mundo, de hecho la gente se preparaba para dormir allí, muchos al raso, otros buscaban acoplarse en chozas de la zona. Nuestro taxista se fue a cenar y después sacó su colchonetilla, la puso sobre la carretera, y se preparaba para echarse a dormir, tras hacer sus rezos. Casualmente, ya estaba de buen humor.

Así que nada, asumimos el panorama, y no nos tocó más remedio que pasar la noche en un coche mugroso y andrajoso, en mitad de la nada, y en la más absoluta de las oscuridades. Menos mal que el Ministerio de Exteriores español recomienda no salir a la calle en Senegal de noche, y mucho menos circular por carretera Maldijimos un poco al país bassari, y en la locura que había sido pretender hacer la ruta en un sólo día, pero asumimos la situación como parte de la experiencia, y ahora con perspectiva, lo vemos como una aventura más del viaje.

Amaneció temprano (menos mal), y pudimos continuar nuestro camino hasta Zinguinchor. Allí nuestro taxista nos dijo que el coche no aguantaba más, y nos buscaría otro taxista, pero que él le daría parte de su dinero así no teníamos que pagar más. Una vez más, los senegaleses haciendo gala de su honestidad y honradez

Con nuestro siguiente y último taxista, y tras más de 24h de viaje por carretera, por fin llegamos a Cap Skirring!

Allí nos esperaba la maravillosa dueña de nuestro hotel, "Le Tortue Bleu", donde pasaríamos 3 noches y nos prometimos a nosotros mismos que nos limitaríamos a tumbarnos en la playa a descansar
La mujer nos preparó un desayuno maravilloso: fruta, yogur, zumos, café, embutidos, pan, tortilla, croissants, nutella... que después de la pesadilla de día anterior, nos vino como caído del cielo. Le contamos lo que nos había pasado, y la mujer nos dijo que no hacía falta que le pagáramos la noche perdida Tras desayunar, nos echamos una pequeña siesta matutina, ya que en el taxi, poco habíamos podido dormir...

Los 3 días en Cap Skirring, los pasamos descansando y disfrutando de la playa. No éramos los únicos en disfrutar de aquel paraíso:


Las vacas lo sabían bien! jaja

Quizá no le sacamos todo el partido que ofrece Cassamance, pero tras una semana por toda la costa senegalesa, los 3 días en el país bassari, y la paliza de viaje hasta Cap Skirring, nos limitamos a disfrutar de la playa, eso sí, con largos paseos. Llegamos a cruzar la frontera con Guinea Bissau, por la playa, y darnos un bañito en sus aguas. Menos mal que no apareció ninguna patrullera, ya que íbamos con el bañador y sin siquiera el pasaporte o dinero.



Cap Skirring es una zona turística, por lo tanto tiene variedad de restaurantes y bares, aunque la época en la que estábamos (temporada baja), lo hacía estar muy muy tranquilo. Como veis en las fotos, apenas se ve gente. Un chico que conocimos por allí, nos comentó que había comprado pasajes para volar desde allí hasta Dakar, en una agencia local, que por lo visto por internet no se anuncian pero allí puedes acceder a esa posibilidad, le costó unos 100€. Eso sí, desconozco si finalmente pudo volar o en qué condiciones

Tras pasar 3 días descansando en Cap Skirring, dimos por concluida nuestra experiencia senegalesa, y partimos hacia la frontera con Gambia.

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En Gambia estaríamos apenas 2 noches, insuficiente para empaparse del país y sus gentes. En nuestro caso, habíamos decidido coger el vuelo de vuelta desde Banjul porque queríamos hacer una vuelta completa por Senegal, por lo cuál era más práctico volver desde Gambia que desde Dakar.

Tampoco pudimos dejar muchos días para Gambia, porque la costa senegalesa, el País Bassari, y Cassamance, ya se nos habían comido casi todos nuestros días.

Con apenas 2 días en el país, y tras 2 semanas por todo Senegal, estábamos bastante agotados, por lo que el plan fue descansar.

En Cap Skirring, acordamos con un taxista que nos llevaría hasta la frontera con Gambia. Sobre el tema del visado, sé que se ha hablado mucho, y hay muchas versiones y experiencias personales, lo cuál me da a entender que no hay una norma fija y que depende del momento, del lugar, del policía y en definitiva, de la suerte que tengas.

El Gobierno Español indica que para la entrada a Gambia por un tercer país (Senegal), los españoles debemos pagar un visado de 60€ (3.000 dalasis). El caso es que efectivamente, cuando llegas al puesto fronterizo, el policía te señala un papel donde se indican los 3.000 dalasis, que en la conversión que ellos hacen, indican 70€ ( ) Nosotros hicimos la estrategia que nos habían recomendado: llorarle un poco al policía, decirle que sólo íbamos para 2 días, etc.. al final la cosa quedó en 35€ por persona. Pudimos pagar en francos senegaleses, por cierto.

Durante todo nuestro viaje, hablamos con bastantes personas que habían cruzado la frontera terrestre (da igual la del norte o sur), y según nos contaron, todos tuvieron que pagar, y todos consiguieron algún "descuento" negociando.

Superado el trámite del visado, cogimos otro taxista que nos llevó hasta nuestro hotel, en la famosa zona para turistas: "Senegambia".

Con sólo unos minutos en el país nos dimos cuenta que el panorama cambiaba respecto a Senegal: muchos más anuncios y carteles de electrodomésticos, telefonía, televisores... más infraestructuras... en definitiva, una sensación de sociedad más avanzada que la senegalesa.

La zona de Senegambia, está llena de restaurantes y bares, también había restaurantes dentro de la playa, donde cenamos las dos noches. Por lo demas, el entorno natural y las playas, no diferían de lo visto en Senegal. Os pondría alguna foto pero no sé porqué se me borraron

La gente nos había comentado que la gente de Gambia era mucho más abierta y simpática que los senegaleses. Lo cierto es que los senegaleses ya nos parecieron de por sí simpáticos, y los gambianos en cambio bastante pesados La excusa del idioma ya no servía para evitar a los vendedores y 'buscavidas' que en Gambia se multiplicaban. Todo el mundo se te acercaba, te contaba quién era y su vida, como si sólo quisiera ser tu amigo, para al cabo de media hora de conversación intentar venderte algo.

Una de las tardes, nos acercamos al mercado de pescado de "Tanji", justo en la llegada de los barcos. Fue espectacular ver tanta gente, tantos niños, todos esperando la llegada de los barcos con el pescado, para distribuirlo y limpiarlo. De ésto si me han quedado algunas fotos:


Aprovechamos que había tanto niño por ahí para repartir las últimas cosas que nos quedaban, que habíamos llevado desde Madrid. Los chavales flipaban cuando les dábamos alguna gorra del Real Madrid o una camiseta de fútbol

Nuestro paso por Gambia fue breve, pero complementó toda la ruta que habíamos hecho previamente por todo Senegal. Debo decir que ha sido un viaje completamente distinto al resto, donde las experiencias y sensaciones, te aportan muchísimo más que otras cosas.

Normalmente, cuando viajas, te quedas con los recuerdos de una ciudad, un lugar en concreto, un monumento, sin embargo, en Senegal y Gambia fue distinto, fue la experiencia global la que nos llevamos de allí.

Fue nuestra primera experiencia en el "África Negra", y no tengo dudas de que repetiremos, quizás no dentro de poco, ya que resulta un viaje poco cómodo, pero sin duda se compensa con lo que te llevas de allí y de la gente.

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