Una semana en Londres. Septiembre 2018 ✏️ Blogs de Reino Unido

Hubo que madrugar para ir desde Vitoria hasta el aeropuerto de Loiu. Salimos de allí a las 10.30 h dirección Stansted con Easyjet y para las 11.15 hora local estábamos en el aeropuerto. Después de pasar el consabido control de pasaportes, que llevó como media hora, fuimos a buscar el tren que nos llevaría al centro. Habíamos comprado por internet los billetes para el Stansted express, por 24£ los dos. Encontrar la estación es muy sencillo, una vez sales a la zona principal del aeropuerto, seguir los letreros y bajas una rampa que en el primer nivel están los autobuses, seguir bajando y llegas al tren. Enseñar el billete a la persona que está en el torno de entrada, y directos al tren. En 50 minutos estábamos en la estación de Liverpool Street.

Una vez allí, nosotros, como queríamos sacar la Travelcard semanal, fuimos a buscar las taquillas para comprarla. Se puede comprar también en las máquinas, pero para poder aprovechar los descuentos 2x1 (que nos salieron muy rentables), sabíamos que tenía que ser en papel y con el logo de la compañia ferroviaria, y eso sólo se hace en las taquillas. También nos habíamos informado de que había que llevar una foto. Así que buscamos las taquillas, entregamos la foto, y nos dieron en una funda de plastico doble con una especie de carnet con la foto y la travelcard semanal para pasarla por los tornos de metro o enseñarla donde hiciera falta. Nos costó £ 68.20 las dos.


Con el tema del transporte solucionado para toda la semana, nos dirigimos al metro alli mismo, y cogimos el metro hasta la estación de Covent Garden, ya que allí cerca teníamos el alojamiento.

Nos costó mucho decidirnos a la hora de elegir el alojamiento, por los precios, la distancia al centro...y al final encontramos en Booking unas residencias universitarias, que en la temporada de vacaciones, alquilan las habitaciones para turistas. Elegimos la que estaba en Covent Garden por la situación y porque era la única en la que las habitaciones eran como apartamentos, con baño completo privado, cocina completa y zona de comedor. Pequeña pero suficiente para el poco tiempo que ibamos a estar en la habitación, y a nosotros siempre nos gusta coger apartamentos cuando viajamos, por la libertad que te da y el ahorro que supone al poder desayunar y cenar algunos días. Esta en concreto se llama LSE Grosvenor house, con recepción las 24h, guardaequipaje, tarjeta para acceder al edificio y a tu habitación, y servicio de limpieza cada 2 días. Y lo mejor de todo, su localización y £748 una semana.

Una vez dejadas las maletas, vamos al supermercado Tesco más cercano para llenar un poco el frigo, comprar algo para los desayunos y para la cena de ese día, refrescos y cosas así. Y una vez dejado en su sitio, nos vamos a explorar la ciudad. Nuestra primera Picadilly, ya anochecía y los neones iluminandolo todo, creaban la imagen que a todos nos suena de la ciudad.

Fuimos luego hacia Chinatown, entramos en la tienda de M&M y compramos algunos dulces, y estuvimos callejeando por el Soho, tomando alguna cerveza, hasta que decidimos que era suficiente para ese día. Llevábamos levantados desde las 6 y el cuerpo pedía descanso, que al día siguiente había que madrugar.

Así que fuimos para el apartamento, cenamos allí con lo que habíamos comprado antes y a dormir. Mañana toca la parte este de la ciudad.

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Nos levantamos muy pronto, desayunar y listos para un largo día. Lo cierto es que cerca de casa tenemos la parada de metro y varias paradas de bus, así que fue fácil organizar los transportes y evitar las largas caminatas. A 5 minutos de casa tenemos la parada del bus 15 que nos lleva directamente hasta la Torre de Londres. Una vez allí empezamos a hacer uso de los 2x1. No lo dije antes, pero para poderlo hacer, hay que traer imprimidos de casa los voucher que se descargan en la pagina web daysoutguide (solo valen impresos). Con eso y nuestras tarjetas travelcard vamos a las taquillas. Fuimos a primera hora, justo cuando abrían, y no había nada de cola.

La entrada cuesta £29.50, muy cara, pero siendo 2x1 la cosa es muy diferente. Al ser primera hora, no había mucha gente y la visita se hace genial. Nada más entrar, en la tienda de recuerdos, tienes la posibilidad de alquilar la audioguía. Esta vez la cogimos, pues es tan grande, que merece la pena enterarte bien de lo que vas viendo. Estuvimos unas 2 horas y media viéndolo, muy agusto, y pudimos ver todas las salas. Al terminar, tomamos un café allí mismo y salimos dirección al Puente de la torre.




Ya nada más salir, las vistas del rio y del puente son impresionantes. En 5 minutos estábamos en la taquilla del puente, y igual que en la torre, enseñar travelcard y voucher del 2x1, y por £9,60 entramos los dos a verlo. Lo mejor son las vistas desde él, y el impresionante suelo de cristal entre las dos torres del puente por el que lo atraviesas, viendo debajo el río y los coches pasando. Hicimos unas cuantas fotos y cont¡nuamos la visita hasta la sala de máquinas del puente, donde están los mecanismos que hacen que se abra cuando hace falta, son impresionantes.





Desde allí por la orilla del río, fuimos paseando, viendo el edificio nuevo del ayuntamiento y todo el paseo, hasta que a la altura del puente de Londres, nos metimos entre calles para llegar al Borough Market. Es un mercado de productos frescos sobre todo, carnes, pescado, frutas, queso, pan..y también con puestos muy diversos para poder comer allí lo que se está cocinando al momento. Lo recorrimos tranquilamente y comimos en un par de puestos, muy bueno y económico.


Muy cerquita del mercado, está la Catedral de Southwark, la iglesia gótica más antigua de Londres. No es muy grande, pero bonita y curiosa de ver. La entrada es gratuita.


Después de una corta visita, volvimos hacia la orilla del Támesis, para cruzarlo por el puente del Millenium. Un poco antes de llegar, nos encontramos en la orilla con el Shakespeare's Globe Theatre, que es una fiel reproducción del teatro en el que Shakespeare interpretó sus obras de más renombre, y que estaba a unos pocos metros de distancia.


Cruzamos ya a la otra orilla por el puente del Millenium, que une la zona de Bankside, que era la que habíamos estado, con la City de Londres.


Al cruzarlo, vemos al fondo la imponente imagen de la Catedral de St Paul, pero no nos detuvimos, porque a estas horas ya está cerrada y la teníamos programada la visita para otro día. Así que la rodeamos, y justo detrás tenemos la parada de metro que nos lleva hasta Trafalgar Square, ya que vamos a ir ahora a la National Gallery. Es viernes y no cierran hasta las 21h, y está genial, porque visto los horarios que tienen la mayoría de los monumentos en Londres,que casi todos para las 17h cierran, encontrar algo así nos vino muy bien.


Y allí vamos para dentro. Y algo muy importante, la entrada es gratis, como en la mayoria de los museos en Londres. Este mismo museo en cualquier otro sitio hubiera sido una pasta, seguro. Así que, a disfrutarlo. Está claro que no se puede ver todo y que tienes que seleccionar antes. Nosotros ya teníamos nuestras preferencias, y allí que nos fuimos a la búsqueda de Leonardo da Vinci, de Van Gogh, Monet, Manet, Velázquez.... aunque de paso siempre ves algo que te suena o te gusta y te paras. A esas horas tampoco había mucha gente, y las dos horitas que estuvimos las difrutamos mucho.

Al salir, ya estamos un poco cansados de todo el día pateando y de lo que se anda en el museo, así que cogemos de nuevo el metro (hay que sacar provecho a la travel) y nos vamos hasta Covent, para tomar un par de pintas por la zona. Fuimos a un par de pub muy chulos, aunque la verdad es que nos gustaron la mayoria, por su ambiente, la decoración, las fachadas decoradas y con flores. Lo cierto es que en todos nos trataron genial, a pesar de que nuestro inglés es muy muy básico, no tuvimos ningún problema para entendernos. Al principio se hace raro, acostumbrados como estamos aqui a entrar a un bar y pedir una caña, sin más. Allí entras y tienes que mirar los grifos que tienen, una docena diferente más o menos, y pedir del que quieres, y también saber que se pueden pedir pintas o medias pintas también. Una vez pillado el tranquillo, en los primeros, el resto de los días, sin problema.

Bueno, pues esa tarde fueron dos en concreto, Lamb & Flag y Nags Head . Y después de las cervecitas, a cenar a casa, que estamos muertos y con ganas de una ducha y descansar.

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Hoy no había mucha prisa en levantase, pues no hacía falta ir muy pronto al mercado de Portobello, en Nothing Hill. Así que tranquilamente desayunamos en el apartamento y nos vamos hacia el metro y después de un cambio de línea, llegamos hasta la parada Nothing Hill. Al salir vemos que a pesar de todo, todavía es pronto, así que nos paramos a tomar un café y ver cómo terminan de montar algunos puestos.

Ya con las pilas cargadas con la cafeína, comenzamos a callejear por la calle principal, Portobello Road. El sábado es el día mejor para ir a este mercado, ya que todas las tiendas de la calle principal y algunas perpendiculares, sacan sus productos en puestos a la calle y el ambiente es increíble. La mayoría son de antiguedades o cosas curiosas, artesanía, libros, discos, litografías...bueno una locura. Poco a poco se va llenando de gente, y además el día acompaña, con una temperatura que hace muy agradable la mañana.

Además de los puestos, también queremos ver las típicas casas de colores del barrio, y cómo no, la famosa librería y la puerta azul de la peli Nothing Hill. Y las encontramos todas.


Al final de la calle, encontramos una zona más amplia, en donde había un área con mesas y bancos, una barra de bar sólo para bebidas, y alrededor más de una docena de sitios con comidas muy variadas, sándwiches, paellas, bocadillos, guisos exóticos, de todos los gustos y a todos los precios. Comimos unos sándwiches de queso a la plancha y luego un plato de pato desmigado con ensalada, todo muy bueno y recién hecho.




Ya con el estómago lleno, volvemos a recorrer la calle en sentido contrario, de nuevo hacia el metro, y ahora lo cogemos hasta la entrada norte de Hyde Park. Entramos por allí al parque, que ahora viene bien un paseo, y lo atravesamos tranquilamente de norte a sur, disfrutando del ambiente. Al ser sábado y hacer buen tiempo, estaba bastante animado, aunque al ser tan grande, siempre parece que tienes todo el espacio que necesitas para relajarte un rato.


En la salida sur del parque, paramos a tomar un café, y tenemos de frente el Albert Memorial, monumento que fue encargado por la reina Victoria como homenaje a su difunto marido, el príncipe Alberto. El espacio que ocupa es enorme y resulta impresionante.


Nada más cruzar la acera, nos encontramos con el Royal Albert Hall, teatro y sala de conciertos de fama mundial.


Lo bordeamos, y dando un pequeño paseo de 5 minutos, llegamos hasta el Museo de Historia Natural, que teníamos muchas ganas de ver. Ya sólo el edificio es impresionante por fuera y por dentro. Dentro, infinidad de esqueletos de animales, de todas las especies, pero destaca por supuesto la inmensa ballena azul de la sala principal y los dinosaurios que tienen una zona especial. Un sitio genial para pasar un buen rato y como siempre, gratis. Increíble. Así que nos quedamos hasta que cerraban.



Al salir, fuimos hacia la parada del bus y cogimos el 414 que nos dejaba en la puerta de Harrods. Era un antojo simplemente el verlo, curiosear un poco las plantas, sobre todo la de alimentación que es un lujo, la decoración, los techos y ver la famosa escalera egipcia.


Quitado el antojo consumista, aunque no compramos nada, nos acercamos al metro que estaba casi en la puerta, y fuimos hasta Leicester, ya que allí cerca estaba un pub del que nos habían hablado que era muy original. Es el Waxi O'Connors y realmente era curioso. Está construido en una antigua iglesia, y mantiene elementos de ella, y además tiene dentro varias salas con sus respectivas barras, todas ellas alrededor del tronco de un árbol enorme, que lo convierte en un laberinto.


De allí vamos ya hacia el apartamento, parando antes el el Tesco a comprar algo para cenar, leche y alguna cosa para los desayunos. Lo dejamos en casa y como era pronto, salimos a tomar unas pintas en algunos pub que teníamos mirados desde que preparamos el viaje, tanto por curiosos o antiguos o por bonitos.

Así que nos cogimos el bus 15 y nos fuimos al pub Ye Olde Cheshire Cheese, que dicen que es el más antiguo de Londres (hay varios que se disputan este título), y realmente es muy curioso, con varias salas independientes, su chimenea..


De allí, desandando el camino del bus, vamos hacia otro, The old Bank of England, que como su nombre indica, era un antiguo banco, con una preciosa decoración y que tiene la peculiaridad que su reloj está parado en el momento en que se hizo la última transacción. Muy chulo.


Ya era hora de volver a casa, cenar y descansar para el día siguiente, que habrá que volverse a levantar pronto, para aprovechar bien el día.

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