A continuación os muestro el itinerario que seguimos; y aunque veréis que incluye mucha playa y en el mismo lugar, os aseguro que resultó perfecto. Nosotros no queríamos perder mucho tiempo en los traslados y necesitábamos relax. Siempre podéis ajustarlo a vuestras necesidades.
¿Cambiaría algo? Sí. Por ejemplo, ahora que he vuelto cambiaría: el horario de los vuelos y la vuelta. Saldría más tarde y no a las seis de la mañana (sabréis por qué más adelante) y la vuelta la haría desde Kuala Lumpur para no volver sobre mis pasos. Aún así, todo salió perfecto y estamos contentísimos con lo que hemos hecho.
SINGAPUR-KUCHING-KUALA LUMPUR-GEORGE TOWN-PERHENTIAN-SINGAPUR:
25 junio de 2019: vuelo Valencia-Frankfurt-Singapur
26 junio de 2019: Singapur
27 junio de 2019: Singapur
28 junio de 2019: Borneo.
29 junio de 2019: Borneo.
30 junio de 2019: Borneo
01 julio de 2019: Borneo
02 julio de 2019: Kuala Lumpur
03 julio de 2019: Kuala Lumpur
04 julio de 2019: Penang
05 julio de 2019: Penang
06 julio de 2019: Kecil Island, Perhentian.
07 julio de 2019: Kecil Island, Perhentian.
08 julio de 2019: Kecil Island-Besar Island, Perhentian.
09 julio de 2019: Besar Island, Perhentian.
10 julio de 2019: Besar Island, Perhentian.
11 julio de 2019: Besar Island, Perhentian.
12 julio de 2019: Besar Island, Perhentian.
13 julio de 2019: Besar Island, Perhentian.
14 julio de 2019: Perhentian-Singapur.
15 julio de 2019: Singapur
16 julio de 2019: Singapur-Munich-Valencia.
Legamos al aeropuerto poco antes de las siete de la madrugada, rellenamos el formulario de migración y pasamos el control con bastante agilidad. Recogimos las mochilas y sacamos dinero (Singapur no es nada barato, así que calculad unos 30$ por persona/día mínimo). Nos dirigimos al metro y compramos los billetes en la máquina (previo cambio con una señora que está allí para eso) hasta la última parada que era
Bay Front.
¿Cómo llegamos al hotel desde el aeropuerto? En la línea que sale del aeropuerto, de color verde, vamos a
Tanah Mera; y (esta línea una vez aquí regresa al aeropuerto por lo que siempre tenéis que bajar) allí hay que hacer cambio para luego coger la línea amarilla (bajas del tren y subes justo al de enfrente, de un lado de la acera al otro) e ir a
Bay Front haciendo trasbordo en
Paya Lebar. Una vez en
Bay Front, buscáis la salida C y llegas a unas escaleras mecánicas que suben al hotel.
Menudo hotel. Todo lo que os digan es poco. Era alucinante el lujo y la majestuosidad desde dentro, pero es que desde fuera...no hay palabras. Ha sido caro, y dolió, pero mereció mucho la pena. Sin duda, todo un acierto.
Nos dan la habitación antes de la hora indicada y aunque ya estaba pagada tuvimos que dar un depósito de 200 dólares que será devuelto unas semanas después si todo está bien; y nos fuimos, como no, a dar un bañito rápido en la piscina.
Estábamos agotados pero queríamos aprovechar el día, por lo que salimos a dar una vuelta, aunque empezó a llover y nos quedamos en el
mall del hotel. Comimos unos platos de tallarines, fideos de arroz y Dim Sun en el
Food Court y salimos luego a dar un paseo a los pies del hotel; donde pronto volvimos para otro baño en la maravillosa piscina, ¡en la que no había casi nadie!
Aún temprano, porque no eran ni las cinco y desafiando al cansancio, quisimos volver a salir sin dormir a dar otro paseo circular bordeando la laguna de
Marina Bay y viendo el
Merlion; y finalmente volver por el
Hawker de Makansutra Gluttong Bay, en Esplanade Park, frente al “Harbour Front”, con bonitas vistas a la bahía. No obstante, estaba casi todo cerrado y decidimos comer algo en el Food Court del hotel…fideos, tallarines y, también, un postre pero no nos encantó…mucho hielo!!!.
Estábamos que no podíamos con nuestra vida. Tan cansados que a las siete de la tarde nos acostamos sin poder disfrutar del espectáculo de luces desde nuestro cuarto, que teníamos unas vistas chulísimas de los
Gardens By The Bay.
Es por esto último que si puedo dar un consejo os diría que no cojáis un vuelo tan temprano (salía de Valencia a las 6.30 de la mañana lo cual hizo que no durmiésemos esa noche ni tampoco durante el vuelo) porque vas con la idea de aprovechar y realmente no aprovechas nada porque estás muerto...
Fue un día algo raro. Guay porque disfrutamos de la piscina del
Marina Bay Sands pero no guay porque el cansancio nos hizo complicado el disfrute. Creo que mejor llegar tarde o tarde-noche para ya dormir y el siguiente día, a saco…
Nos hemos levantado más tarde de lo esperado y al llegar a la piscina ya estaba llena de gente, pero no nos impidió darnos un buen baño mirando el
Sky Line. Después de un buen rato, hicimos el
check out y nos guardaron las maletas en el guardarropa que hay en una de las salidas.
Directamente desde el hotel hay un ascensor y una pasarela que llegan a los
Gardens By The Bay. Llegamos y tras comprar los tiquets por 8$pp empezamos el recorrido por las alturas en una pasarela de sentido único (entras por un ascensor y sales por otro). Nos encantó la visita y pasamos un buen rato allí, de un lado a otro de la pasarela...
De ahí fuimos a hacer las maletas y a coger el metro en
Bay Front, concretamente la línea azul hasta
Chinatown, donde estaba nuestro preferido del viaje: el Family Boutique Capsule Hotel. Era pequeñísima la habitación y algo extraño todo, pero tenía una litera doble con unos colchones comodísimos y un baño limpio privado. Nos gustó mucho.
Salimos a recorrer la zona y flipamos con la belleza del templo budista Tooth Relic. Grande, majestuoso y relativamente nuevo al que tienes que cubrirte para entrar.
Comimos en
Maxwell Hawkwer, justo en frente del
Templo Tooth Relic, en los puestos 01-83 y 01-53 una omelette de ostras, fried oyster y un carrot cake respectivamente. Todo acompañado con una Tiger enorme para dos y un coco de agua.
De ahí fuimos a visitar el otro templo budista llamado
Thian Hock Keng, que no es tan espectacular como el otro pero digno de una visita. Es el típico templo chino, que a mi personalmente, me chiflan. Cerraban a las 5, justo cuando ya nos marchábamos.
Paseando fuimos a
Boat Quay donde nos tomamos unas Tiger frías mientras anochecía hasta el momento de ver el espectáculo de luces de Marina Bay que empezaba a las 8. Lo vimos desde la parte opuesta del hotel, sentados al borde del lago, pero recomiendo que vayáis justo a los pies del
Marina Bay Sands, al lado de la tienda de Louis Vuitton en el mirador que hay…luego, de vuelta al hotel pasamos por
Boon Tat St. que estaba llena de puestos de brochetas de ternera, pollo y gambas conocidas como Satay. Comimos un set con 10 brochetas de langostino, 10 de ternera, diez de pollo con steak rice y 4 tigers por 48$ (36 el satay y 16$ la bebida). Rico rico.
Llegamos al hotel y allí mismo compramos regalitos para llevar por si luego se nos complicaba; y como a las once de la noche fuimos a dormir.