Nos despertamos tranquilamente sin despertador y vimos la playita desde nuestra cama para deleitar la vista.

Más tarde, fuimos al comedor y nos sentamos en una mesa junto a la playa. El desayuno es tipo buffet y lo teníamos incluido en el precio de la habitación; si no son 25RM por persona, aunque puedes elegir no buffet (incluye un poco de todo: fruta, pasta, arroz, huevos al gusto, tostadas...).

Después le preguntamos al taxista si podía llevarnos a Turle Beach y así hicimos, pero le pedimos que parara en la pequeña, pues teníamos muy buenos recuerdos de la última vez y había que repetir. Le dijimos que volviese a por nosotros a las dos y que a la vuelta le pagábamos.

Cuando llegamos no había nadie, solo estaba la marca de una tortuga que parece ser esa noche salió a desovar. Se veía el camino de ida y el de vuelta; y por supuesto, el lugar donde puso los huevos.

A partir de las 10 empezaron a llegar barcas y barcas. Aquello pasó de ser una pequeña playa paradisíaca a todo lo contrario. Hubo un momento determinado que llegamos a contar ocho barcas paradas. Hace diez años no vi llegar a ninguna y hace tres llegaron unas tres o cuatro, las cuales a las once desaparecían; pero esta vez pasaba el tiempo y ahí seguían.
Está claro que la cosa va en aumento. Cada vez hay más turismo en estas islas y aprovechan cualquier punto para meterlo en una excursión y vender; porque parece que todos tienen aquí una parada para hacer snorkel y no entiendo mucho porqué…La playa es preciosa, pero si no hay nadie o hay poca gente. Os aconsejo que vengáis antes de las diez o después de las 12, pues en el caso que haya alguna barca, será mínima.


Por la tarde, después de comer en el hotel descansamos un poco en las tumbonas y acabamos la tarde en la playita frente a nuestra habitación. Hicimos snorkel , que en línea recta desde la calita de la derecha que baja de las escaleras del Cozy, está bastante bien conservado y es bonito.
Ducha, cena y cama.
