![]() ![]() PEKIN Y TOKIO EN 10 DIAS ✏️ Blogs de Asia Noreste
viaje en mayo de 2019, de lo tradicional a lo moderno en 10 días por dos capitales muy distintasAutor: MONYK Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (2 Votos) Índice del Diario: PEKIN Y TOKIO EN 10 DIAS
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Etapas 4 a 6, total 11
Nos levantamos con las pilas bien cargadas y decidimos desayunar en el hotel, normalmente suelo reservar alojamiento y desayuno pero para este viaje me dio que el desayuno no iba a ser muy occidental y no falle en mi pronostico, no había leche que es lo que solemos desayunar, había guisos que a esas horas con el estomago vacío solo el olor ya... uggg. Al menos había tostadas pero por la clavada que nos metieron con el precio mejor comprar algo en una tienda y desayunarlo al día siguiente. Nosotros somos fumadores y en Pekin no encontramos ningún problema para fumar en la calle, dentro de los parques no se puede fumar pero a la gente se la pela y fuman igual. Teníamos un rincón en las escaleras del hotel en el que no molestábamos el paso de nadie ya que daban a una puerta cerrada y ese fue nuestro rincón de fumar donde además a partir del tercer día también desayunábamos a la fresca para ver gente pasar.
Si tenéis la piel morena, como yo, llamareis algo la atención al ser occidental pero si eres un calvo con barba de vikingo y blanquito como Néstor no os vais a quitar las miradas de encima, era como ir al lado de un famoso, todo el mundo se quería hacer fotos con el. Estando en nuestro rinconcito de fumar digiriendo el desayuno y comentando la clavada por el precio oímos a alguien gritar, nos gritaba a nosotros, era un señor mayor pero bien conservado, igual tenia 70 años, aparcó su bicicleta en la carretera y vino corriendo a hablar con nosotros, a hablar vaya, el hombre decía cosas visiblemente muy contento y se tocaba la cara como mesándose la barba y miraba a Néstor como si se hubiese encontrado con papa Noel incluso paraba a otras personas que caminaban por la calle para que vieran que había un tipo barbudo, no dejaba de darle apretones de manos. Después de un rato de "conversación" se hizo fotos con Néstor, luego conmigo y por ultimo una foto a nosotros solos, bizarro cuanto menos pero divertidísimo, me reí un montón, ya había leído que los occidentales llamábamos la atención pero hay que vivirlo, a veces era un poco molesto por que parece que te ponen mala cara y no son nada discretos, se te quedan mirando como si fueras desnudo pero si te lo tomas con humor es divertido, al final los saludábamos y les decíamos hola! a los que nos miraban descarados lo cual provocaba en ellos una reacción como de susto, es verdad que no se ven occidentales casi pero de ahí a esas miradas... incluso un niño de unos tres años en el metro señalo a Néstor y gritó como si hubiera visto al mismísimo demonio, la madre intentaba calmarle pero no había manera, alucinante. Con la sensación de ser mas famosos que Brad y Angelina nos fuimos a ver la plaza de tiananmen que nos pillaba muy cerca del hotel, en la plaza hay unos monumentos y en uno de ellos un montón de chavales muy jóvenes, yo diría que eran niños, haciendo guardia de pie, curioso cuanto menos. Mas fotos con mas fans y decidimos que era el momento de salir de allí. Eran las 10 de la mañana cuando llegamos a la entrada del palacio de verano y la cola que había para sacar la entrada no la he visto ni en un concierto, echamos allí una hora a la solana con un calor de mil demonios y por fin estábamos dentro. Precioso, me encanto, un parque con un lago con un pasillo techado que hacia de camino por todo el parque y al final una recreación de un pueblo antiguo a la orilla del lago precioso, con sus tienditas de souvenir, lo que mas me gusto sin duda. comimos allí mismo en un restaurante que era como un chiringuito muy barato y bien, un plato de arroz con curry, tenían en la carta unos diez platos y leí en ingles arroz con curry y me dije apuesta sobre seguro. Y no fallamos, otra vez nos intentaron vender el agua caliente pero esta vez señalando las botellas que tenían en la nevera conseguí que fuera agua fresquita. ![]() Una cosa que siempre recomienda todo el mundo es que lleves calzado cómodo si vas a pasar días pateando arriba y abajo, yo pensé que mis zapatillas eran cómodas, fue un regalo de cumple que fue en marzo y ya les había dado trote, pero no tanto trote, resultaron ser muy incomodas para el calor que hacia, se me cocían los pies y eran poco ligeras y muy planas para caminar tanto, como ahora nos dirigíamos al mercado de la seda en mi mente solo había una cosa, comprar unas zapatillas ligeras de esas que no tienen cordones que transpiran muy bien y son fresquitas. El mercado de la seda no es como yo imaginaba, es un centro comercial con sus tiendas divididas las plantas por sectores como un centro comercial occidental, yo esperaba algo mas caótico con muchas tiendas hacinadas y voces de vendedores para que pases por sus tiendas, pero no, es un centro comercial. La verdad que poco me importo en ese momento solo quería unas zapatillas. Las tiendas de zapatillas que encontramos eran dos y solo vendían imitaciones de las zapatillas que ya llevaba unas nike air max, también otros modelos pero todos eran muy bastos, no eran zapatillas para caminar, de pronto di con las zapas perfectas, ligeritas bonitas... ahora el precio; apareció una muchacha, calculadora en mano diciendo que costaban tanto pero que nos hacia un descuento y quedaban en mil y pico yuanes, como que no, entonces Néstor coge la calculadora, borra la cifra y pone 50 ole tu! la mujer dice que eso es lo que cuestan los calcetines y ni corto ni perezoso Néstor borra la cifra y pone 30!!!!!! Nos echaron de la tienda, si, le falto sacar la escoba como si fuésemos bichos. Después de la pena de pensar que estaba condenada a pasar el resto de las vacaciones con dolor de pies pasamos por una tienda y toque una chaqueta para ver si era gordita por dentro, en un abrir y cerrar de ojos la señora de la tienda ya había sacado una chaqueta de mi talla, me la había puesto, me había hecho una demostración de impermeabilidad y me había rebajado el precio inicial tres veces y yo ni abrí la boca, al final me lleve la chaqueta por cuatro perras, no la necesitaba pero fue el premio de consolación. En los alrededores del mercado los precios de un café o una cerveza son criminales, solo cruzar la calle y los precios ya eran mas acorde a lo que estábamos acostumbrados a ver. Mientras cruzábamos en busca de un precio razonable por tomar algo y descansar un rato una señora nos fue persiguiendo por que quería vendernos monederos, primero nos ofreció uno caro y según decíamos que no, fue bajando el precio y subiendo el numero de monederos tanto que pensé que nos pagaría ella a nosotros! al poco otra señora mientras estábamos sentados en una fuente descansando aparece detrás de un seto haciendo aspavientos intentando llamar mi atención para venderme un bolso, intente hacerme la longuis pero cada vez que miraba me saludaba y me gritaba, de locos. Nuestro hotel estaba muy cerca de la calle wangfujing, de hecho esa era nuestra parada de metro de referencia, habiendo terminado nuestras compras decidimos pasear por allí y ver la famosa street food llena de puestos en los que venden bichos para comer. Cual fue mi sorpresa que antes de entrar en la calle había una tiendita de zapatos como muy de barrio y al entrar tenia zapatillas como las que yo iba buscando, que alegría!! la mujer saco la calculadora pero esta vez no hubo regateo le dije que si al precio que marcaba que al cambio fueron unos 8 euros, nada comparado con las ganas que tenia de ir mas cómoda. Ahora veía el mundo de color de rosa, que maravilla, que cómodas que fresquitas, un poco feas pero me daba igual, estaba en la gloria, con el problema solucionado fuimos a pasear por la famosa calle de los escorpiones. No, no comimos escorpiones ni cucarachas ni nada, no es algo que llame nuestra atención y somos bastante especialitos para comer, pero pasear por allí es muy curioso. No solo hay puestos con bichos para comer, de hecho es de lo que menos hay, hay muchos mas puestos de dulces típicos y de comida de otro tipo, eso si por la noche esta bastante abarrotado de gente, mejor ir antes de que caiga el sol que el ambiente es el mismo pero con menos gente. El plan para la cena de esa noche era el famoso pato laqueado y había un restaurante muy famoso justo en esta calle, Quanjude Roast Duck Restaurant. El pato fue un poco una decepción, preguntamos si con medio pato comíamos los dos, era la hora de cenar y pensando en compararlo con un pollo que es mas pequeño y que con un pollo comen mas de dos pensé que medio pato era suficiente pero nos convencieron de que lo normal para dos era un pato, bien un pato para dos, claro un pato solo da para dos personas cuando lo único que te sirven es el pellejo del pato y se llevan la carne!! te dejan unos trozos de pellejo con mas grasa que te explican que se untan en azúcar y se comen, buenísimo pero solo comimos uno por que era grasa pura mojada en azúcar y al estomago eso no le sienta bien, al menos al nuestro, el resto solo era mas pellejo de pato y en un plato aparte la cabeza y vísceras o lo que yo diría que es lo que sobra, para nosotros fue un fracaso y no fue barato, nos explicaban como había que comerlo, hay que envolverlo como si fuera un rollito y pelearse con los palillos fue divertido. concluimos así otro día de aventuras chinas. ![]() Etapas 4 a 6, total 11
Para nuestro tercer día no volvimos a picar con el desayuno así que la noche anterior compramos en un seven eleven unos cafés y bollitos para desayunar en nuestro querido rincón de fumar. Hoy nos esperaba un largo recorrido en metro, las torres del tambor y la campana estaban en la otra punta de la ciudad.
Llegamos a una plaza muy agradable donde había un grupito de gente jugando con algo parecido a las plumas que se usan en bádminton pero sin raquetas, estaban en grupitos de cinco o seis personas en circulo y nos quedamos observando un rato, no hacia tantísimo calor como estos días atrás pero aun así el sol apretaba con ganas, pero hoy a lo que nos tuvimos que enfrentar fue al polen, polen descontrolado que corría como bolas del oeste por las calles y como todo en Pekín en versión a lo bestia, las bolas de polen eran tan grandes como perros y donde se juntaban algunas en alguna esquina hacían montañitas que fácilmente llegaban a cubrirte las zapatillas. Otra vez a pagar para subir escalones. Y que escalones! Subirlos bueno, cuando llegas arriba te falta el aire, pero bajarlos fue una odisea yo que tengo problemas de visión y un problema serio con la profundidad acabe bajando de lado agarrada a la barandilla con las dos manos… un espectáculo. Las dos torres se ven en un momento, en una de ellas hay un texto grabado en la pared donde cuenta la historia de la campana y el tambor uno anunciaba la puesta y otro la salida del sol, en lo alto tenían unos miradores pero la contaminación ese día no nos permitió ver mucho paisaje. ![]() ![]() Después de aquello nos adentramos en un hutong y nos perdimos un buen rato por sus calles donde había tiendas de todo tipo además de muchos sitios donde comer algo pero el olor es algo a lo que no sé si me acostumbraría, desde el desayuno del primer día ese olor se nos metió en el cuerpo y nos daba un poco de asquete, lo peor que todo huele así, las calles, el metro y por supuesto, los restaurantes, de vez en cuando venia el tufillo nos mirábamos sabiendo que olía a “desayuno”. Por ese mismo motivo abandonamos nuestra excursión al hutong y nos fuimos directos al templo de los lamas. Aquí casi no había cola para pagar la entrada, fue un trámite rápido, pasamos por el filtro de seguridad donde nos quitaron nuevamente los mecheros, ni se sabe la de mecheros que perdimos, solo pudimos recuperar unos pocos, lo curioso es que los mecheros los quitan por seguridad pero dentro del templo el incienso está ardiendo que da gusto y hay mecheros a disposición del que quiera encender su incienso, incomprensible. El templo se ve también muy rápido, destacar que dentro tienen una estatua del buda futuro de 18 metros de altura. A la salida pudimos recuperar nuestros mecheros que nos esperaban en una caja de plástico junto a un buen puñado de mecheros que supongo al final del día los tiran o se los quedaran los del filtro, paradita para comer y en marcha. Nuestra última visita del día fue el templo del cielo donde nos esperaba una buena caminata por el parque donde está este monumento que es espectacular, el pabellón de la oración por la buena cosecha, un edificio circular y colorido que nos encanto, pero el polen estaba haciendo polvo a Néstor que es alérgico y antes de que le diera un shock de tragar tanto polen nos fuimos de vuelta “al barrio”. ![]() La zona de wangfujing esta genial, hay de todo, centro comercial, una calle peatonal enorme con tiendas de moda electrónica, heladerías y restaurantes y ambiente por la noche pero por la tarde es cuando mejor se está por qué se ve lo mismo pero sin el agobio de la gente, pudimos ver la street food sin agobios entrando en las tiendas de dulces, pudimos ver todos los callejones con tranquilidad y grabar un par de videos de cómo se mueven los escorpiones trinchados listos para pasar por la freidora. Dentro del centro comercial de wangfujing hay una zona que se llama también street food, es una zona en la planta baja con un pasillo circular donde hay varios restaurantes, allí compramos algo de cena para llevar y cenar en la habitación, pasamos otra vez por el seven eleven de camino al hotel para coger refrigerio y el desayuno del día siguiente. Después de cenar ya se había parado un poco la actividad del polen y pudimos bajar a tomar algo fresquito en nuestro rincón de fumar, sin duda nuestro rinconcito favorito ![]() Etapas 4 a 6, total 11
Hoy tocaba madrugar, a las 8 teníamos que estar en el punto de encuentro para nuestra excursión a la gran muralla. Nos decidimos por el sector de mutianyu, está más alejado de la ciudad y además tiene un tobogán metálico por el que desciendes hasta la base, que mas podíamos pedir?
Al preparar el viaje pensé en la opción de ir por nuestra cuenta, hay que coger un bus y después negociar el precio con algún taxi pirata de los que hay por allí y menos mal que no lo hice, no me hubiese visto capaz de discutir con los chinos. En lugar de eso contratamos en getyourride una excursión que duraba en total unas 5 horas más o menos, te recogen en un hotel, te llevan en bus hasta la muralla y después de vuelta al punto de encuentro por 20 euros por persona, merece mucho la pena quitarse de complicaciones, a veces sale mejor ir por tu cuenta pero creo que este no es el caso, al menos en mi opinión. Una vez llegamos al hotel que era el punto de encuentro nos acomodamos en un bus que tenia mas años que el hilo negro, estaba totalmente destartalado, en el techo, donde se supone que esta la ventilación había un agujero tapado con un cartón y la televisión de la parte de atrás se descolgaba un poco mas con cada bache, en nuestro grupo primaban los orientales pero había también una pareja y una familia de occidentales, el día que mas vimos de todo el viaje. Nuestro guía se encargaba de comprarnos las entradas para la muralla y el sector que visitábamos tiene varias opciones; la opción de subir y bajar en teleférico o la opción de subir en telesilla como la de las pistas de esquí y bajar en tobogán, esa era la opción que nosotros queríamos pero no sé por qué no nos entendimos bien con el guía, bueno, no nos entendimos porque yo no entendía nada de lo que me decía y Néstor no habla nada de inglés. A la hora de preguntarnos las opciones yo le dije la opción del tobogán y me acabo explicando algo a lo que yo le decía si si tobogán, en fin un lio. Cuando llegamos a la puerta de la muralla nos pidió más dinero, yo creía que nos estaba timando cuando una mujer que hablaba español e inglés mucho mejor que yo, que tampoco es difícil, nos dijo que entre las opciones de subida cada una la opera una compañía diferente así te hacen descuento al comprar el billete de ida y vuelta pero nuestro guía entendió que queríamos la ida con una compañía y la vuelta con otra, de ahí que nos pidiera más dinero. Al final el mal rollo que me cogí por el malentendido que acabamos pagando una pasta resulto convertirse en una jugada maestra que desde aquí recomiendo, la entrada eran 180 yuanes por persona y pagamos 280 por persona pero ningún arrepentimiento, es mas creo que son esas cosas que no planeas y al final no estallan en la cara si no que te dan una alegría, que a veces también pasa. El teleférico salía de mucho más arriba que el telesilla y nos dio la oportunidad de ver un tramo de al menos dos kilómetros más, cuesta abajo hasta llegar a la salida del tobogán. Este día hasta el guía se asombró de la poca gente que había y ese día no hacía calor, al contrario, hacia bastante aire fresco y confiados no llevamos ninguna chaqueta, pero dio igual cuando subimos arriba, que maravilla, espectacular y sin gente, una gozada. No compréis nada en la muralla, es un autentico robo. Después de bajar todo el tramo de muralla, para el que teníamos dos horas de tiempo, al llegar a la zona del tobogán, vimos que nuestro grupo apenas se había movido unos metros y supimos la suerte que habíamos tenido con muestro “error”, no les culpo por no moverse más por que los tramos de escaleras que bajamos y las cuestas eran bastante empinadas. Aun teníamos tiempo de sobra cuando terminamos nuestro recorrido así que bajamos por el tobogán para poder comer algo allí que había un par de restaurantes de comida rápida. La bajada por el tobogán es súper divertida, te montas en un trineo que tiene una palanca para acelerar y frenar y el tramo es bastante largo, lo que da tiempo de sobra de disfrutarlo. Al final del recorrido oí los gritos de una señora y pensé que querrá esta mujer, igual nos está regañando, si tampoco voy tan rápido. Total que era una señora pidiendo una sonrisa como en el parque de atracciones y salí en la foto con mi peor cara de circunstancia, aun así compramos la foto, todo sea por el recuerdo. Comimos allí mismo, unos bocadillos un poco caros pero no a precio de oro y regresamos al autobús donde en el viaje de vuelta nuestro guía nos deleitó cantando canciones, cuando por fin acabo su particular concierto pudimos echar una cabezada y cuando nos quisimos dar cuenta habíamos llegado al destino. El día no dio para mucho más ya que al día siguiente teníamos que madrugar mucho más, que digo madrugar, trasnochar. Nuestro vuelo salía a las 8 de la mañana, paseamos por los alrededores del hotel y comimos una hamburguesa de mc donalds, cosa que se ha vuelto tradición nuestra y ya os adelanto que saben igual que las de España. ![]() ![]() Etapas 4 a 6, total 11
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