![]() ![]() OLÈRDOLA-VILAFRANCA DEL PENEDÈS-SANT SADURNÍ D'ANOIA ✏️ Blogs of Spain
La huella de la historia y un poco de bebidaAuthor: Ctello Input Date: ⭐ Points: 5 (2 Votes) Index for Blog: OLÈRDOLA-VILAFRANCA DEL PENEDÈS-SANT SADURNÍ D'ANOIA
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En la montaña de Olèrdola podemos encontrar un yacimiento íbero excepcional. Se sitúa en un parque natural del mismo nombre.
El Parque natural de Olèrdola está situado en los últimos contrafuertes del macizo del Garraf, en la zona situada entre el torrente de Vilafranca y el monte de Àliga, entre las comarcas del Alt Penedès y el Garraf. Comprende una superficie protegida de 608 ha que integran parte de los municipios de Olèrdola (Alt Penedès) y Canyelles (Garraf). El parque natural lo gestiona la Diputació de Barcelona y el recinto arqueológico, la Generalitat. ![]() CÓMO LLEGAR Transporte privado La carretera que accede directamente al conjunto (BV-2443) se encuentra al km 10 de la carretera C-15 de Vilafranca del Penedès en Vilanova i la Geltrú, entre los pueblos de Olèrdola y Canyelles. Hay que seguir la señalización de carretera Castell de Olèrdola. Transporte público Viniendo de Barcelona (o desde Cornellà de Llobregat, como nosotros) lo normal es ir en tren hasta Vilafranca del Penedès y allí coger un autobús que nos lleve lo más cerca posible. Nosotros cogimos uno hasta el munjcipio de Sant Miquel d'Olèrdola y desde allí seguimos caminando. Es necesario llevar calzado cómodo, si es posible deportivo. Incluso yo, que suelo cansarme pronto, hice el trayecto fácilmente. ![]() HORARIOS NOTA: este horario está en vigor y anula cualquier otro horario publicado con anterioridad en esta o en otras páginas web, así como en folletos y trípticos informativos. La taquilla y la entrada se cierran 30 minutos antes del límite horario. De martes a domingo, incluidos los festivos: 16 de diciembre a 28 de febrero: de 10:00 a 16:00 h Semana Santa (viernes Santo, sábado y domingo de Pascua): de 10:00 a 19:00 h 1 de marzo al 31 de mayo: de 10:00 a 17:30 h 1 de junio a 30 de septiembre: 10:00 a 20:00 h 1 de octubre a 15 de diciembre: 10:00 a 17:30 h Cerrado los lunes no festivos, el 1 y 6 de enero y el 25 y 26 de diciembre TARIFAS El precio de la entrada incluye el acceso al yacimiento, en el centro de interpretación, a las exposiciones temporales y la audioguía para el público individual. General: 5,00 € Reducida: 3,00 €. Las personas siguientes: Las personas de 65 años o más pensionistas Las personas titulares del Carnet Joven Estudiantes con carné de estudiante internacional Las personas poseedoras del carnet de familia numerosa Grupos no turísticos de 10 o más personas con reserva previa. Si se trata de un grupo donde alguno de los miembros tiene derecho a entrada gratuita puede seguir disfrutando de esta reducción Gratuita: 0,0 €. Las personas siguientes: Grupos de estudiantes (alumnos del sistema educativo de régimen general, desde educación infantil hasta bachillerato, ciclos formativos de grado medio y educación especial con profesor) que hayan hecho reserva previa. Las personas menores de 16 años Las personas paradas Las personas miembros del ICOM (International Council of Museums) o del ICOMOS (International Council of Monumentos), debidamente acreditadas Las personas miembros de la Asociación de Museólogos de Cataluña, debidamente acreditadas Las personas guías turísticos profesionales, debidamente acreditadas Las personas profesoras de enseñanza reglada, acreditadas por la dirección del centro educativo en ejercicio de su trabajo Los profesionales de prensa debidamente acreditados que, en ejercicio de su trabajo, hayan comunicado previamente por escrito su visita Personas con certificado de discapacidad. El acompañante tendrá también tarifa gratuita si la tarjeta acreditativa identifica que la persona necesita acompañante Las familias de acogida debidamente acreditada Arqueotiquet MACtiquet. Cuando ya se dispone del documento acreditativo de la promoción promociones MACtiquet. Promoción con la compra de una entrada general a cualquiera de las sedes del MAC casos especiales Se podrán establecer precios con descuentos especiales con asociaciones de interés cultural incluidas en la Ley 2/93 y entidades de promoción cultural (Club Super 3, Club TR3SC, etc.), que se regirán por convenios específicos así como otros acuerdos que cada centro considere oportuno formalizar con terceros. puertas Abiertas Primer domingo de cada mes, Encuentro de los pueblos de Olèrdola (10 de junio), San Jorge (23 de abril), Día Internacional de los Museos (18 de mayo), Día Nacional de Cataluña (11 de septiembre) y fin de semana ibérico (primer fin de semana de octubre). grupos turísticos Los grupos que contraten la entrada a través de empresas de intermediación turística o similar tendrán un descuento del 25% sobre la tarifa que deba aplicarse. El o la guía o acompañante autorizado del grupo estará exento de pago de entrada Actividades concertadas para grupos visita convencional Grupos generales: 46 € (grupos de menos de 20 personas) 2,30 € por persona (mínimo 20 personas) Grupos turísticos : 42 € (grupos de menos de 20 personas) 2,10 € por persona (mínimo 20 personas) Imprescindible reserva previa Lunes a viernes de 9 a 15 h Persona de contacto: Irene Vallès Tel. 93 423 21 49 olerdolavisites.acdpc@gencat.cat RECOMENDACIONES GENERALES Con el objetivo de velar por la conservación de los vestigios del conjunto arqueológico os agradeceríamos que durante su visita tenga en cuenta una serie de recomendaciones básicas: No tirar basura, hay papeleras en todo el recinto. Siga los itinerarios marcados y no acceda a los espacios fuera del circuito establecido. Evite sentarse, subir o saltar sobre los muros del yacimiento, ya que puede hacerse daño y provoca que los restos se dañen. No se permite hacer picnic dentro del yacimiento. Fuera del recinto hay un espacio habilitado para ello. No se permite recoger flora, fauna, ni elementos geológicos o arqueológicos. Acceso con perros Está permitido el acceso al recinto arqueológico con perros, siempre que se lleven convenientemente relacionados. No se permite la entrada con perros en el Centro de interpretación y en la sala de exposiciones temporales, se deberán dejar ligados al exterior de las salas mientras se visitan estos espacios. SERVICIOS Tienda-librería. Venta de guías, publicaciones científicas, catálogos de exposiciones y artículos de regalo. Venta de bebidas mediante máquinas expendedoras. aparcamiento El conjunto arqueológico cuenta con aparcamiento público gratuito y videovigilat para turismos y autocares. Hay plazas reservadas para vehículos con personas con movilidad reducida. Zona de picnic Fuera del recinto se puede encontrar una zona de picnic con mesas y bancos, así como con una fuente de agua potable. Hay también un espacio de juegos infantiles. Utiliza las papeleras, por favor. DIRECCIÓN Castillo de Olèrdola s / n, 08734 San Miguel de Olèrdola Olèrdola, Alt Penedès, Barcelona Coordenadas (GPS) Geográficas: 41.304034 1.709792 UTM 391,990a 4,573311 millones HORARIOS 16 de diciembre a 28 de febrero: de 10:00 a 16:00 h Semana Santa (Vie Santo, S y D de Pascua) de 10:00 a 19:00 h 1 de marzo al 31 de mayo: de 10:00 a 17:30 h 1 de junio a 30 de septiembre: de 10:00 a 20:00 h 1 de octubre a 15 de diciembre: de 10:00 a 17:30 h cerrado: los lunes (excepto festivos), Año nuevo, Reyes, Navidad y San Esteban CONTACTO CON EL MUSEO Teléfonos 93 890 14 20/675 78 29 36 e-mail mac.olerdola@gencat.cat ![]() Journeys 1 to 3, Total 5
En la montaña de Olèrdola, por su situación estratégica, ha habido asentamientos desde la Edad del Bronce (hace unos 4.000 años) hasta bien entrado el siglo XX.
De los primeros pobladores se han encontrado pocos hallazgos, una sepultura tumular situada cerca de la actual zona de entrada. La palabra túmulo proviene del Latín tumulus (elevación). Es, para que nos entendamos, el nombre que recibe el montón de tierra y piedras levantado sobre una tumba o varias, que se remonta a la época de las edades de Piedra, del Bronce y del Hierro. Originariamente consistía en una pila de rocas que recubrían directamente el cuerpo, pero su estructura fue modificada y estos enterramientos fueron cubiertos por tierra hasta formar verdaderas colinas artificiales, a lo largo de los siglos, y creciendo de tamaño hasta llegar a convertirse en cámaras funerarias en las que reposaban tanto el guerrero muerto como sus armas y sus principales pertenencias. En ocasiones albergaban el enterramiento de numerosos individuos. La aparición de los túmulos está habitualmente relacionada con una forma de reivindicación de derechos sobre las tierras en las que se ubicaban. Cuanto menos visibles desde lo lejos eran los asentamientos, más visibles se hacían los túmulos, a modo de indicadores de que el territorio estaba ocupado. De la Edad del Bronce se han encontrado vasijas, herramientas y restos de algún suelo de cabañas. Se sabe que vivían en los riscos cercanos e incluso parece que en algún lugar próximo hay alguna pintura rupestre. El primer asentamiento en Olèrdola protegido por una muralla dataría de los inicios de la Edad del hierro (siglo VIII - principios del siglo VI a.C). La Edad del hierro es aquel período en el que se descubrre y usa el hierro para hacer herramientas diversas o armas. Se podría considerar como la última etapa de la Prehistoria. Entre los siglos V - IV y I a.C., Olèrdola fue ocupada por los cesetanos, uno de los pueblos íberos que ocupaba la zona costera catalana. El país de los cesetanos comprendía una parte de la costa central catalana, con las actuales comarcas del Alt y el Baix Penedès, Garraf, el Camp de Tarragona y probablemente una parte de la Anoia. Su ciudad más importante era Cesse, conocida porque acuñaba moneda. Se desconoce exactamente con qué ciudad o municipio actual se correspondería. Hay teorīas que apuntan a Tarragona aunque no está claro. Los romanos llamaron a la zona Cosetania y sus habitantes también son conocidos como cosetanos. Dije que eran cesetanos o cosetanos pero también he dicho la palabra ibero. ¿Cómo es eso?. ¿Es lo mismo?. Pues sí y no. Veamos. Íberos fue como llamaron los antiguos escritores griegos a la gente del levante y sur de la península ibérica para distinguirlos de los pueblos del interior, cuya cultura y costumbres eran diferentes. Había muchos pueblos íberos: elisices, sordones, ceretanos, airenosinos, andosinos, bergistanos, ausetanos, indigetes, castelanos, lacetanos, layetanos, cossetanos, ilergetas, iacetanos, suessetanos, sedetanos, ilercavones, edetanos, contestanos, oretanos, bastetanos y turdetanos. ![]() A pesar de que estos pueblos compartían ciertas características comunes, no eran un grupo étnico homogéneo ya que divergían en muchos aspectos. Vamos, que no eran iguales e incluso algunos pueblos no íberos tenían similitudes con algunos de los que sí entraban en esa categoría. Un lío. Hago un inciso para comentar que también eran cosetanos los que vivían en Calafell, cuya ciudadela puede visitarse y recomiendo. Volvamos a los cosetanos o cesetanos. Habitaban en una zona poco accidentada y con una larga costa, sembrada de pequeños asentamientos que, como estaban muy próximos unos de otros, formaban un densa red. Daré algunas pinceladas sobre los pueblos íberos (a estas alturas ya habremos relacionado lo de íberos con Península ibérica). Las antiguas fuentes se refieren a ellos como un pueblo belicoso pero, al ser tan dispares entre sí, no era común que establecieran alianzas entre tribus, incluso para enfrentarse al enemigo común. Se sabe que disponían de armas de hierro (principalmente las falcatas, sus espadas de hoja curva), jabalinas de hierro o madera, cascoos de bronce o cuero, escudos, corazas... Pero no solo era un pueblo guerrero. También uno dedicado a la ganadería y la agricultura. Cultibaban principalmente cereales (trigo o cebada) y leguminosas (lentejas, por ejemplo). Criaban animales como bueyes, caballos u ovejas. También desarrollaron la creación de cerámicz, tejían (lino, lana de sus ovejas o esparto) y comerciaban (en especial con los griegos, también grandes comerciantes). En cuanto a su ropa, no era pobre y simple, por lo menos en clases acomodadas. Las mujeres vestían túnicas superpuestas, decoradas con cenefas en el borde. Podían llevar velo o manto e ir descalzas o con sandalias de tela fina. Llevan peinados elaborados, incluso con postizos. Los hombre llevaban túnicas cortas ceñidas con cinturón y se cubrían con un manto sujeto en un hombro. Toda la ropa se prendía con fíbulas. Los íberos vivían en poblados. Solo en Catalunya se han encontrado unos 1.000. ![]() El oppidum (Poblado fortificado) íbero de Olérdola era bastante grande (3,5 ha) y sus habitantes se instalaron en la parte baja de la plataforma rocosa, adaptando sus viviendas a la orografía del terreno, algo abrupta, y aprovechando la muralla ya existente . A la derecha de la puerta de entrada del recinto se sabe que se concentraban varios talleres artesanos que funcionaron entre el siglo IV y finales del siglo III a.C., entre ellos una tintorería y / o curtiduría única documentada en el mundo íbero. ![]() Las casas íberas eran rectangulares y se construían con piedra sin argamasa. El interior de los muros se recubría con barro. Normalmente solo tenían una sala y a un lado había un espacio prqueño para usarlo como despensa. En esa sala había un hogar para cocinar y un banco de piedra adosado a la pared para dejar los utensilios de cocina. Era normal que en la casa hubiera un telar para confeccionar la ropa. Muchos poblados tenían murallas y solían tener cisternas para recoger el agua de lluvia y garantizar el abastecimiento del poblado. ![]() Ya en los inicios del siglo I a.C. los romanos establecieron un campamento militar en la zona para controlar el territorio y principalmente la vía de acceso hacia Tarraco, capital de la Provincia Hispania Citerior, que atravesaba la llanura del Penedès. Recordemos la importancia que Tarraco, actual Tarragona, tenía en la Hispania romana. De la huella romana quedan en Olèrdola tres evidencias de bastante envergadura: la muralla, la cisterna ( cuya capacidad era de 350.000 litros) y la torre-atalaya situada en la cima, además de dos canteras de donde se extrajo la piedra para hacer la muralla. Después hubo un largo período de abandono. Casi 1.000 años más tarde, ya en la Alta Edad Media, el recinto fortificado volvió a ser habitado. Según la documentación, Olèrdola fue "fundada" en un momento indeterminado entre el 911 y el 937 por Sunyer, conde de Barcelona, que hizo construir una muralla perimetral, las iglesias de San Miguel (dentro muralla) y de Santa María (fuera muralla ) y el castillo. A lo largo del siglo X, en el marco de las luchas territoriales entre cristianos y musulmanes, el "castrum" de Olèrdola tuvo un destacado papel en el control y defensa de la Marca sur del Condado de Barcelona. Se convierte en sede de uno de los castillos dd la Marca hispánica destinados a detener el avance musulmán. La Marca Hispánica era el territorio comprendido entre la frontera político-militar del Imperio carolingio con al-Ándalus (al sur de los Pirineos), desde finales del siglo VIII hasta su independencia efectiva en diversos reinos y condados. Fue instaurada por Carlomagno en el 795 A mediados del siglo XI, en medio de la revuelta feudal contra el poder de los condes, tomó especial protagonismo el autoproclamado príncipe de Olèrdola, Mir Geribert, principal impulsor del levantamiento. Mir Geribert era hijo del vizconde de Barcelona, Geribert, y de Ermengarda, hija del conde de Barcelona Borrell II. Era señor feudal de un amplio conjunto de tierras en el delta del Llobregat, el Vallés y el Penedés. Entre sus posesiones destacaban el castillo barcelonés del Puerto, la fortaleza de Olérdola y el castillo de Sant Martí. Tuvo muchos conflictos con todo el mundo y el más sonado fue el que sostuvo con Ramon Berenguer I, conde de Barcelona, y que le llevó a autoprocamarse príncipe y atacar el Palacio condal. Al final se llegó a un entendimiento entre ambos personajes. A inicios del siglo XII, se inicia la decadencia de Olèrdola. Los ciudadanos se trasladan a vivir en la llanura, donde ahora está en pueblo de Olèrdola. Vivir allí arriba y en aquellas condiciones no debía ser sencillo ni muchísimo menos. La estructura urbana de la aldea altomedieval muestra dos núcleos: en el recinto fortificado se encontraba, en la parte superior, la zona militar, con el castillo y, más abajo, el área sacra, con la iglesia y la necrópolis. Ocupando la parte media de la plataforma rocosa había un área de actividad económica: prensa y bodega de vino, la cisterna romana de nuevo en uso, la cantera romana reabierta, un granero y otros. La parte baja de la montaña estaba ocupada por las casas de labradores acomodados y por talleres de artesanos, que se abrían en la calle principal en torno a la puerta de entrada. Fuera de las murallas también había algunas edificaciones. El lugar más conocido es el Pla dels Albats, con la iglesia de Santa María y su necrópolis de tumbas antropomorfas (también llamadas olerdolanas). La iglesia de San Miguel fue parroquial hasta el 1884, momento en que el Obispado de Barcelona la vendió junto con todo el recinto y el lugar pasó a ser una explotación agrícola. También la necrópolis se usó hasta el siglo XX. En 1963 la Diputación de Barcelona adquirió la finca. En noviembre de 1971, después de algunas reformas en la iglesia y la construcción de un nuevo edificio en el lugar ocupado por una antigua masía-rectoría, el conjunto monumental de Olèrdola se abre al público. En 1995 el conjunto monumental de Olèrdola pasa a ser una de las sedes del Museo de Arqueología de Cataluña, y desde el 2014 es gestionado por la Agencia Catalana de Patrimonio Cultural. Olèrdola fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional en 1931 y Bien de Interés Cultural (BIC). ![]() Journeys 1 to 3, Total 5
Ahora que ya sabemos lo que nos vamos a encontrar, empezaremos la visita por el yacimiento. Id con la mente abierta. Apenas veremos cimientos.
En primer lugar, nos encontramos con las murallas. Cuando hablaba de la historia ya comenté que el recinto estaba amurallado. De hecho, muchos de los poblados íberos lo estaban. Y éste no era una excepción. Hay constancia de la existencia de una muralla datada en el siglo VII a.C. Bajo esa muralla anterior se encontró el túmulo que ya comenté del 1.500 a.C. Cuando llegaron los romanos y "romanizaron", valga la redundancia, el territorio, no derribaron las murallas. Al contrario. Las usaron de "soporte" para construir la suya. La muralla está hecha con bloques de piedra poligonales y presenta una única puerta central y cuatro torres dispuestas a lo largo de un tramo lineal de 145 metros adaptado a la configuración del terreno. Protege la zona más vulnerable, la que queda abierta y no al amparo de los riscos. Al entrar en el recinto a la derecha tenemos que bajar un poco para entrar al edificio moderno donde está la taquilla. Al lado están los lavabos. En el mismo edificio de la taquilla encontramos un pequeño museo, con paneles explicativos y algunas piezas. Se inauguró en 1971 y se reformó en 1998, dando una visión de la relación a lo largo de la historia del hombre con el entorno. Entre las piezas del museo destaca una impactante cabeza de demonio de yeso y hierro (el hierro es una pieza que lleva en el interior y que permitía insertarlo en una estructura), datado entre el 1300 y el 1500. Formaba parte seguramente de un retablo gótico dedicado a san Miguel de la iglesia del mismo nombre. El personaje lleva la boca abierta en una mueca y la lengua le sobresale, en actitud irreverente (está rota a la altura de los labios). Los labios y los ojos están perfilados en color rojo mientras que quedan trazas de color negro en las mejillas y barbilla. Impacta bastante, la verdad. Se encontró en una restauración emprendida en 2007, guardado en un armario junto con otros objetos de yeso. También encontramos un miliario romano de 112 centímetros. Solo está la mitad inferior. Procede de la vía Augusta y fue transportado hasta allí con posterioridad y reutilizado en la iglesia de Santa María. Entrando ya en una exploración de campo, nos llama la atención la enorme cisterna. Comenté al hablar de historia que una de las huellas que dejaron los romanos fue precisamente una cisterna con capacidad para 350.000 litros de agua (agua de lluvia). Data de los siglos II o I a.C. Había dos canales que llevaban también el agua desde lo alto de la montaña. Al lado de la cisterna había una balsa que la filtraba. Nos fijamos en unas escaleras que conducen hasta el fondo de la cisterna. Si se tratara de una piscina, pensaríamos que el objetivo sería entrar a bañarse. Al no ser el caso se estima que su función era la de permitir la limpieza del fondo. ![]() En la Edad media aún estaba en uso, tanto como agua potable como para regar los campos adyacentes. Se han hallado restos de casas íberas (evidentemente los cimientos de las mismas). Estaban excavadas parcialmente en la roca, dando forma horizontal al suelo y dejando banquetas donde se asentaban los muros, de piedra y barro. Es un modo de aprovechar el terreno en el que están. La zona posterior de la casa era en buena parte de piedra mientras que en la fachada se abría una calle que estaba a nivel del suelo. Las estancias eran de forma rectangular, con uno o dos ámbitos (ya comenté que a veces había una despensa). En la sala principal se encontraba una chimenea de arcilla dispuesta sobre el suelo, para cocinar y calentarse. Datan de los siglos III y II a.C. Pero no son las únicas casas del yacimiento. También encontramos viviendas medievales de los siglos X al XIII. Estaban construidas del mismo modo que las íberas y lo que se ha conservado precisamente era aquello para lo que se usó la roca. Tenían un silo para almacenar alimentos como el grano y también un hogar de arcilla en el suelo. Excavados en la roca, los silos son uno de los elementos más característicos de la Olèrdola medieval. El cereal almacenado era suficiente para alimentar una familia durante un año. Hoy lo que vemos no es más que un conjunto de agujeros en el suelo. Esas casas estaban, como es lógico, cerca de la cisterna. También estaban cerca de los talleres de artesanía y una herrería del siglo XIII. No faltan tampoco, adosados a la muralla, unos establos de los siglos XI-XII con ganchos para atar los caballos y comederos y un bevedero excavados en la roca. Había a la entrada del recinto un gran edificio con pequeñas estancias que daban fuera y que se cree que eran talleres del siglo XI. Las casas daban a la calle. Se ha conservado una calle medieval de los siglos X a XII con un tramo de escaleras para salvar el desnivel del terreno y un canal para la evacuación de aguas. Las viviendas quedaban a los lados. También se fabricaba el vino. Se han encontrado dos prensas y una bodega para guardar las barricas de lis siglos XI -XII. Pero no se han encontrado únicamente talleres medievales. Ya dije anteriormente que en Olèrdola podemos encontrar una tintorería-adobería íbera del siglo III a.C. La tintorería estaba formada por tres zonas: un edificio cubierto donde se teñía y se almacenaba material, un espacio central abierto posiblemente porticado donde discurre un canal y se encuentran varias cubetas para remojar y enjuagar las piezas y un último espacio, un patio abierto, donde se seca y donde también se hacía trabahaban diversos productos vegetales y minerales necesarios en el proceso. ![]() Parece que también había un taller metalúrgico que hoy no puede verse porque en la Edad Media se edificaron casas encima. Son visibles (aunque tenemos que fijarnos bien) parte de un trazado urbano íbero (de roca lisa) y parte de uno romano (de grava). Toda esta piedra usada por los romanos (para la muralla, por ejemplo) provenía de dis canteras que también se usaron en la Edad Media. La piedra utilizada es calcárea y muy fácil de trabajar. Una de esas canteras estaba muy cerca de la muralla. De época romana es también la Atalaya (siglo I), una torre cuadrada que, desde su lugar elevado, servía para controlar los alrededores. Se suele decir que los romanos eran buenos ingenieros civiles. Debían serlo cuando esta torre se usó en la Guerra civil después de haber sido excavada en 1920. Las vistas desde allí son excepcionales. Pero antes que eso, la estructura de la atalaya sirvió de apoyo (está adosado a ella) para la construcción de un castillo altomedieval de varios pisos. Solo se conserva una gran sala rectangular. También en un punto elevado y en buen estado encontramos la Iglesia de san Miguel (restaurada entre 2007 y 2008). Sobre una primera necrópolis cristiana, en torno al 929 se levantó un templo de estilo prerrománico, de tres naves, del que hoy sólo se conserva la absidiola norte. Mandado construir por el conde de Barcelona Sunyer, fue consagrado el año 935 bajo la advocación de San Miguel y de San Pedro. ![]() A principios del siglo XI sobre la iglesia prerrománica se construyó un sencillo edificio románico de una sola nave y cubierta de madera y teja, con dos entradas situadas en la fachada sur. A inicios del siglo XII se modificó con una nueva cubierta de piedra, un cimborrio con campanario de torre y una nueva puerta en la fachada de poniente, después de quedar las anteriores inutilizadas. Aunque desde el siglo XII disminuyó la población en el altozano, siguió siendo iglesia parroquial hasta 1884. En las restauraciones eliminaron todos los añadidos posteriores al siglo XII. No obstante, según se publicó en 2012, hubo negociaciones con el artista Miquel Barceló para que llevara a cabo una obra en el templo. Aunque no trascendió qué se quería hacer, se comentaba que podía ser algo similar a lo que hizo en la catedral de Palma. Al final quedó en nada. Junto a la iglesia está la necrópolis. Las tumbas más antiguas son del siglo IX ( más antiguas que la iglesia). Hay muchas tumbas antropomorfas. Una tumba de este tipo es la que tiene forma humana. También se les llama olerdolanas porque éste fue el primer lugar donde se encontró una sepultura de este tipo. Las de los siglos X y XI se excavaban directamente en la roca. En el XII ya se hacía con bloques de piedra. Resultan impactantes. Ese cementerio estuvo en uso hasta principios del siglo XX. La visita no ha terminado aquí. Tenemos que hacer un corto paseo para ir al Pla dels Albats. En este lugar se construyó un barrio medieval extramuros entre los siglos X y XII. Las casas estaban parcialmente excavadas en la roca, aprovochando y adaptándose al terreno. El nombre de Pla dels Albats proviene de la necrópolis y se debe a las numerosas tumbas de pequeño tamaño correspondientes a niños y recién nacidos encontradas. En catalán "albats" significa bebés muertos antes de recibir los Sacramentos o tener uso de razón. ![]() Era muy extendida la creencia de que los albados (albats) protegían como espíritus benéficos a los miembros de la familia a la que pertenecían. En los primeros siglos de la Edad Media, era habitual la costumbre de enterrarlos en el subsuelo del hogar o en frente de la casa, para que el espíritu del niño no inquietara y continuara protegiendo los vivos. Se han documentado más de un centenar de tumbas antropomorfas en el exterior del recinto. Las sepulturas, como las del interior, están excavadas en la roca, son de planta rectangular con la cabeza diferenciada del resto del cuerpo y más estrechas en la parte de los pies. La mayoría presentan un encaje en la misma roca para la tapadera. Esta consistía en una o diversas losas que protegían el cuerpo del difunto. Durante el primer cuarto del siglo X la necrópolis y la capilla de Santa María ya estaban en uso, en la actualidad sólo quedan unos restos de la capilla. Se conserva parte de la pared norte, y el muro de poniente. El templo tenía una sola nave dividida en dos estancias comunicadas a través de un gran arco del que se conserva una pequeña parte. Se piensa que es de la misma época que la iglesia prerrománica de San Miguel (primera mitad del siglo X o anterior, incluso). ![]() Journeys 1 to 3, Total 5
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