![]() ![]() Slowtravel en Sanabria en tiempos de COVID ✏️ Blogs de España
Una semana descubriendo los encantos de la zona de SanabriaAutor: Mansicris Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: Slowtravel en Sanabria en tiempos de COVID
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En nuestra primera (y única hasta el momento) salida post-COVID, decidimos quedarnos en la península, aunque no teníamos claro dónde ir! Nuestra idea era irnos de camping a un lugar tranquilo en el que hubiese cosas para ver, naturaleza, posibilidad de bañarse para las niñas (ya sea piscina, rio, playa)… creo que como muchos estas vacaciones. Después de varios cambios de destino por rebrotes, y sin presión porque al ir de camping podíamos decidir en el último momento, nos dirigimos a la zona de Sanabria (Zamora).
Tras valorar los campings que había por la zona nos decidimos por el camping municipal de Puebla de Sanabria básicamente por dos razones la proximidad a Puebla y la piscina (de los otros hablan muy bien, pero están en la zona del lago, por lo que no tienen piscina (tienen acceso directo al lago), y necesitas el coche para todo porque en los alrededores no hay nada. El primer día, tras alguna parada de rigor a visitar a familiares de camino, llegamos al camping a la hora de comer. Como la recepción estaba cerrada, aprovechamos para comer en el bar del camping un menú del día. Estaba bien, bastante cantidad, comida normal, con una terracita en la que se estaba muy a gusto. Después de comer ya pasamos por recepción, elegimos parcela y a montar. Terminamos para las 8, con el tiempo justo para ir a dar una vueltilla por Puebla y comprar algo para cenar. A la mañana siguiente habíamos decidido hacer una ruta por el monte (ruta del Tejedelo. www.turismosanabria.es/ ...edelo.html). No habíamos dormido muy bien, y entre una cosa y otra tardamos bastante en salir, pero la ruta empezaba cerca del pueblo así que no era mucho problema. El problema vino cuando nos liamos (en google lo señala en un sitio, pero no se puede acceder por ahí, hay que dar un rodeo) y tardamos más de media hora en encontrar el camino. Una vez que lo encontramos, resulta que era una pista de tierra durante unos 20 min con lo que no contábamos. Además justo cuando estábamos llegando una de las niñas se mareó y vomitó, así que de vuelta al camping porque no teníamos ropa de recambio….No estaba empezando muy bien el día. Como digo volvimos al camping y decidimos comer, pasar por la piscina, que justo abría ese día, y después ir a hacer la compra al súper, y ver el pueblo, que ayer ya era tarde cuando fuimos. Los supermercados están al otro lado del río con una muy buena perspectiva del castillo, así que después de la compra las niñas vieron el castillo y no querían más que entrar en él! Subieron las escaleras hasta arriba más rápido que un ascensor!. En el castillo está la oficina de turismo, así que aprovechamos para informarnos sobre cosas que ver. Allí mismo venden la entrada al castillo. Son 3€ e incluye además el museo de los gigantes y la Escuela Micológica, que se pueden visitar en diferentes días. Bueno, a lo que iba, que como a las niñas les hacía mucha ilusión subir al castillo, entramos. Muy amablemente nos guardaron la compra mientras hacíamos la visita, una liberación! En el castillo nos lo pasamos muy bien, hay una zona interactiva que te explica cosas del castillo, y luego se puede andar por toda la muralla del castillo, que tiene unas vistas muy bonitas. ![]() ![]() Las niñas disfrutaron mucho. Entre una cosa y otra ya se nos había hecho la hora de cenar sin dar el paseo por el pueblo! Bajamos al camping, cenar y a dormir… Un nuevo día amanece, y nosotros vamos a intentar hacer la ruta que ayer no pudimos! Fuimos directos al sitio, nadie se mareó en el camino… así que para las 11.30 ya estábamos andando. Después de una subida sin sombra durante casi una hora que las niñas hicieron sin protestar para nada, llegamos al bosque y tras el almuerzo, a la mochila, que si no no terminamos nunca el recorrido! Una vez que entras en el bosque, sigues subiendo con bastante pendiente por la montaña, ya entre vegetación, hasta llegar al mirador, y a la bajada te acercas hasta la zona de los tejos, donde el recorrido está delimitado con pasarelas para preservar estos árboles milenarios. Después vuelves al principio del bosque, y de ahí para abajo por el mismo camino (se podría decir que el recorrido tiene forma de raqueta) ![]() ![]() A nosotros nos gustó el recorrido porque el bosque es bonito, se estaba muy a gusto de temperatura y nos cruzamos con poca gente (lo cual es de agradecer, no me gustan las rutas que parece que vas de romería), pero quizás esperaba un poco más de tejos por el camino. Después del ejercicio, al camping a comer, piscina y a prepararse para dar una vuelta (por fin hoy si) por el pueblo. Fuimos al museo de los gigantes que nos decepcionó un poco, la verdad, ya que estaban expuestos los gigantes y ya. Me parece que con algún video de los gigantes bailando por ejemplo el museo ganaría. Bueno, al menos a las niñas les quito un poco la morriña de gigantes, que como este año no hemos podido ver a los nuestros… Luego ya nos dedicamos a callejear por el pueblo, que nos encantó. Tiene rincones súper tranquilos, en los que estuvimos haciendo toda clase de fotos. ![]() ![]() El domingo decidimos acercarnos a Braganza. Como son solo 40 km nos levantamos sin prisa. Para cuando llegamos a Braganza era casi la hora de comer. Aparcamos cerca de correos (como era domingo no había que pagar la zona azul) y al poco nos encontramos con un restaurante del que hablaban bastante bien en tripadvisor, así que para adentro! El restaurante se llama Rosina y la verdad es que lo recomendamos totalmente. Tardaron un poquito en cogernos nota, pero luego la comida estaba muy rica. Pedimos pasta boloñesa para las niñas, y para nosotros ensalada y 2 platos de bacalao (el bacalao con nata estaba para chuparse los dedos). Un 10 en atención, porque mis hijas tenían la comida cruzada y no hacían más que quejarse. Estuvieron súper pendientes todo el rato, trayéndonos platos, cubiertos extra… diciéndoles chorradillas aunque luego ellas ni caso…Y como al final no comieron casi nada, nos pusieron su comida para llevar (que nos sirvió a los padres para cenar, jeje) Y encima de precio genial! Salimos encantados. Después nos fuimos a comer un helado de postre, y a ver la ciudad, aunque por la sombra, porque hacía un calor… La zona del castillo nos gustó especialmente. No se veía mucho turismo, y pudimos disfrutarlo con toda la calma. ![]() ![]() Ya de vuelta al camping llegamos justo a tiempo para darnos un baño en la piscina (ese día había hecho mucho mucho calor y nada nos podía sentar mejor…)
A partir del lunes decidimos descubrir el lago de Sanabria con calma. El primer día visitamos El Puente (había mercadillo y aprovechamos para comprar legumbre para llevar a casa) y Ribadelago. Comimos en el restaurante El Majo, un menú del día sin muchas pretensiones, pero que estaba muy rico, y el camarero muy atento también! De ahí ya decidimos irnos a pasar la tarde al lago. En el camino habíamos visto una playa a pie de carretera, así que allí paramos. Resultó ser Custa Llago. Una playa pequeñita, pero como tampoco había mucha gente estuvimos súper a gusto. Alquilamos una barca a pedales para dar una vuelta por el lago (14E/h) con la que nos lo pasamos muy bien, y parece ser que están cotizadas, porque pusimos las toallas justo al lado de los chicos que las llevan y no paraba de venir gente a preguntar y alquilar!
![]() El martes nos pasamos por la casa del parque. Teníamos entradas para ir a ver los lobos el miércoles y la entrada a la casa parque está incluida. El museo es pequeñito, pero interesante, aunque no pudimos ver mucho porque las niñas querían irse rápido. También ponían un video sobre la fauna de la zona, que solo pudimos ver a la mitad, pero que tenía buena pinta. De ahí nos fuimos a San Martin de Castañeda donde comimos en el famoso la Terraza (sin nosotros saberlo). Reservamos antes de dar una vuelta por el pueblo porque parecía que iba mucha gente Después de acercarnos hasta el monasterio, volvimos al restaurante y resulta que no tenían sitio para nosotros! Nos dejaron comer en la zona del bar unos menús del día. Poca variedad (creo que era primero y segundo a elegir entre 2 opciones) pero buena calidad. Tras la comida fuimos al mirador de los peces, y después de la foto obligada, nos fuimos a pasar la tarde otra vez al lago. ![]() Esta vez decidimos ir a la zona de la playa de los Enanos. Había muchas familias que habían ido a pasar la tarde, grupos de amigos…Estuvimos a gusto, pero se notaba más jaleo que el día anterior. La playa y el agua estaban geniales. Temperatura perfecta, y los pececillos se acercaban hasta la orilla. La verdad es que se nos pasó el tiempo volando, y para cuando nos dimos cuenta ya era hora de volver al camping a cenar. Último día por la zona y habíamos comprado entradas para ir a ver el centro del lobo ibérico. La peculiaridad de este centro es que tienen varios lobos ibéricos en semilibertad que se pueden ver desde unas atalayas. A causa de la pandemia tenían las visitas bastante limitadas (4 visitas al día, con 15 personas por visita). Nosotros cogimos la visita a las 10 de la mañana para poder aprovechar luego el día. La visita duraba 2 horillas, de las que los primeros 45 minutos son en el centro, en el que te van explicando curiosidades del lobo, su evolución en la zona, la historia del centro…y después se sale a la parte exterior donde se puede ver a los lobos. Cuando nosotros fuimos tenían un par de lobos mayores con 3 o 4 jóvenes en un recinto. ![]() Se acercaron a comer con el cuidador. ![]() Después pasamos a otro recinto donde acababan de meter a una pareja con sus 3 lobeznos (tenían 1 mes). Como he dicho antes, los lobos están en su recinto, y en una esquina de cada recinto hay un observatorio desde el que se puede observar a los animales. La verdad es que la experiencia nos gustó un montón, y a las niñas también y el tiempo se pasó volando. Se me quedó muy corto sobre todo el rato de estar en dentro, porque no nos dio tiempo a ver todo ni de lejos, pero bueno, supongo que de algún lado tienen que cortar para cuadrar las visitas y que les dé tiempo a limpiar todo etc… De allí nos fuimos de vuelta al camping donde comimos y después de comer nos dirigimos de nuevo al lago. Esta vez aparcamos en la misma playa que el día anterior, pero fuimos caminando por el borde del lago alejándonos de esa playa hasta encontrar un sitio tranquilito tranquilito, con sombra debajo de los árboles y justo al lado de la orilla. ![]() ![]() Pero que a gusto se estaba allí!!! Quizás no hubiese sido tan mala idea coger un camping a pie de lago! Pero bueno, la verdad es que estuvimos bien en el de Puebla. Para cenar en este último día decidimos dar un paseo por Puebla y cenar en alguna terracita. Elegimos el restaurante Peamar en la carretera principal. Cena más que correcta. Ensalada rica, pulpo muy bueno, y la ración de huevos rotos súper abundante. Y después de un último mini paseo por el pueblo le dijimos adiós a Puebla. Al día siguiente nos tocaba recoger todo y rumbo a casa, con parada intermedia en León para visitar a familiares. Creo que en esta semana hemos podido combinar muy bien el hacer cosas con no hacer nada. Hemos cambiado de aires (que creo que todos teníamos necesidad a estas alturas) disfrutando de naturaleza y cultura, hemos descansado y cogido fuerzas, y volvemos con la sensación de haber descubierto una región totalmente recomendable a la que no nos importaría nada volver. Y es que hay tantos chulos sitios por descubrir más cerca de casa de lo que nos imaginamos…Ahora ya solo queda esperar a la siguiente vez que nos dejen salir para descubrir otra bonita región. 📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (3 Votos)
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