Escapada romántica a la Costa Azul ✏️ Blogs de Francia

Costa Azul

La Costa Azul deslumbra por sus paisajes de mar y montaña. Esta zona turística del sur de Francia está colmada de infinidad de pintorescas ciudades bañadas por el Mediterráneo o yaciendo plácidamente en la ladera de algún promontorio rocoso.

Un lugar de indudable encanto, maravillosos rincones y todo el glamour propio de los balnearios más famoso del país. Si bien, nuestro viaje fue corto, ya que lo hicimos a modo de “escapada” desde París, fue un paseo inolvidable y maravilloso donde siempre valdrá la pena volver.

Salimos de París en un tren nocturno (TGV ID Night) que costó 36 euros cada uno, -si se reserva con más anticipación el viaje puede salir hasta 15 euros por trayecto- es un tren que tiene un vagón discoteca, la verdad que nosotros sólo queríamos dormir, así que enfilamos directamente hacia nuestro asientos y había un silencio absoluto por suerte.

DIA 1

CANNES
Luego de pasar la noche durmiendo (o intentando dormir) en el tren, arribamos a Cannes, eran las 7 am estaba todo cerrado, así que nos fuimos a dormir un rato a la playa que está a unas 6 cuadras de la estación de tren. De a poco empezó a llegar gente y, después de una horita de descanso, comenzamos a recorrer esta ciudad con un día maravillosamente soleado.

Caminamos a lo largo del Boulevard de la Croisette de punta a punta, éste es la famosa avenida balnearia de la ciudad. Aquí uno puede darse una idea de los habitantes de esta región, gente relajada, sin prisa. Mujeres de edad avanzada estupendamente vestidas, aunque estén en la playa usan vestidos largos , más bien playeros de mucho encanto y siempre llevan capelina. Así salen a caminar por el boulevard acompañadas de sus pequeñas mascotas. Los hombre también se visten muy bien y se sientan a leer el diarios en sillas que son dispuestas para ver el mar.

Pasamos por lujosos restaurantes y hoteles, entre ellos el famoso Hotel Martinez y, luego, continuamos hacia la Rue d´Antibes una famosa calle comercial de la ciudad, donde se encuentran importantes marcas. Una vez que recorrimos esta calle nos adentramos en otra cercana, muy comercial, llena de locales de ropa mucho más baratos que los de su vecina la Rue d´Antibes. Allí pude comprarme un vestido por 10 euros, conjunto de lencería por 5 euros y algunas cositas más, y la verdad que la relación precio/calidad hasta era más conveniente que en Argentina!!!

Luego entramos a una confitería hermosa, con mini-tortas y tarteletas que parecían adornos más que comida y nos compramos un sabroso bocadillo de chocolate para calmar el apetito.


Con mis bolsas en mano fuimos a curiosear un mercado de antigüedades cercano a al Palais des Festivals et de Congres. Todo tipo de cosas se ofrecía aquí: antiguos tenedores y cucharas, estampillas, adornos de porcelana, platos y muchas cosas más… lo recorrimos y a unas cuadras de aquí llegamos al mercado del pueblo, el Marché Forville. Quedé fascinada con la calidad de las frutas y verduras, el tamaño de los tomates!! calculo que en nuestro país gran parte de las buenas cosechas son para exportar y los locales debemos conformarnos con la segunda selección de muchos de esos alimentos . Pero, en fin, me dieron ganas de alojarme en Cannes una semana para abastecer mi cocina y poder comprar toooodas esas cosas!!! Hongos, quesos, especies, de todo!!!

Dejamos esta ciudad maravillosa y nos dirigimos en bus hacia Saint Paul de Vence, la verdad que como sólo teníamos dos días, elegimos pocas ciudades para recorrer; siempre teniendo en cuenta las opiniones del foro… No hay un bus directo de Cannes a St. Paul de Vence, sino que tomamos un bus de Cannes a Cagnes sur Mer, una ciudad costera a 30 minutos de bus de Cannes, y de allí, otro bus a St. Paul de Vence.

SAINT PAUL DE VENCE
Es un pueblito de montaña extremadamente pintoresco, antigua morada de artistas, pintores y escritores. Se halla en una colina y está enmarcado por una muralla de piedra que le otorga un aire muy medieval. Sus callecitas estrechas impiden la circulación de vehículos.


Cuando uno ingresa en este pueblo de montaña, es como si entrara a otra época, los pintorescos adoquines de sus calles, su pequeña plaza, las macetas que decoran antiguas ventanas nos transportan a siglos pasados.


Todo fue perfecto en este paseo, incluso hasta pudimos presenciar una casamiento en la iglesia del lugar!!! Me compré un jabón de la famosa casa Fragonard, 6 euros, caro, pero tiene un aroma a durazno riquísimo!


Almorzamos en un restaurante pequeño y tranquilo de la zona por 18 euros cada uno y, luego de dos horas de pasear por estas calles repletas de negocios de arte, decidimos tomar el bus con destino a Niza.

Estuvimos esperando bastante tiempo en la parada del bus, supuestamente tarda 40 minutos, pero éste llegó después de 1 hora veinte!!! Llegamos a Niza exhaustos, dormidos en el bus que nos dejó en la estación de buses central y de allí pateamos una diez cuadras hacia nuestro hotel, el Citea Nize Acrópolis, conseguimos una habitación bastante digna, con baño privado y desayuno incluido por 50 euros y esa noche nos quedamos descansando en el hotel, sin siquiera cenar!

DIA 2

Mónaco y Montecarlo
Nos levantamos temprano por la mañana, desayunamos en el hotel y fuimos a la estación de buses para tomar uno con destino a Montecarlo y Mónaco. Lo cierto es que uno también puede elegir como modo de desplazamiento el tren (no hasta St Paul de Vence, pero sí el resto) , nosotros intentamos, pero la máquina de los billetes nos rechazaba la tarjeta porque no era de la unión europea, así que no insistimos demasiado y nos manejamos en bus. Lo mismo nos sucedió para comprar el billete de París a Cannes, tuvimos que apelar a la buena voluntad de un amigo español para que nos saque él con su tarjeta y luego le giramos la plata, ya que las tarifas que nos permitía comprar con nuestra tarjeta de Argentina eran mucho más elevadas!!

El bus nos dejó en Mónaco, luego de 40 minutos de viaje, recorrimos la zona de Principado, calles llenas de negocios de souvenirs, vimos el famoso cambio de guardia y conocimos dos chicas italiana que estaban por ese día solamente con un crucero. La zona del principado es realmente hermosa y permite hacer unas fotos increíbles de la zona del puerto de Montecarlo.


Allí nos compramos una cajita musical con la canción La vie en rose de Edith Piaf que, una vez en París, acompañó cada uno de nuestros momentos románticos, ya que la llevábamos siempre en la mochila.

Luego nos tomamos un bus de Mónaco a Montecarlo, es decir son diez minutos de viaje y ese es el tiempo que tarda para bajar de la colina donde está el principado hacia el mar. En esta zona las calles estaban cortadas ya que se estaba llevando a cabo una competencia en bicicleta. En Montecarlo recorrimos la zona del Casino, muy hermoso, los parques, hay mucha vegetación y fuimos hasta una especie de mirador detrás del casino donde se veía el crucero de las italianas.


Recorrimos el lugar, nos sentamos en un banco a descansar y ver la gente pasar y luego emprendimos nuestro regreso. Nuestra próxima parada camino a Niza fue Villefranche sur Mer, qué maravilloso lugar!!! Es pequeñísimo pero tiene una zona portuaria súper pintoresca con casas de tonos naranjas y amarillos y muchísimos restaurantes. Terminamos comiendo en uno y nos hicimos amigos de un matrimonio muy amable de Nueva Inglaterra. Fue la mejor comida del viaje!!


Niza
Luego otra vez el bus hacia Niza y ahora… a recorrer esta ciudad!!! Niza es la ciudad más grande todas, tiene una zona que es la Vieux Ville o casco viejo muy atractivo. La calle Cours Saleya es amplia y tiene muchos cafés para merendar y negocios, lo cierto es que era domingo y la mayoría de los locales estaban cerrados, pero fue un paseo hermoso de todos modos.
De aquí nos fuimos a recorrer la Promenade des Anglais que es el boulevard marítimo de la ciudad, súper glamoroso también, me saqué fotos frente al Hotel Carton y entramos a chusmear su interior rememorando escenas de la película de Meg Ryan “French Kiss”.

Lo que me llamó la atención es que las playas son de piedra, en un momento nos acercamos al mar y es bastante doloroso caminar sobre esta superfiecie, incluso en algunos lugares echan arena arriba de las piedras y cierran la playa con una especie de red para evitar que ésta se vuele.


La Promenade es súper larga, no la recorrimos toda pero nos quedamos maravillados de este tranquilo paseo por las costas del Mediterráneo. Nos hubiese gustado poder conocer Eze que según había leído está muy recomendado, pero no tuvimos tiempo, ya que fueron sólo dos días.

De todas maneras, es un paseo que recomiendo 100% para todo aquel que quiera experimentar el glamour, los paisajes y la buena cocina de esta región.

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