VIAJE A PUNTA CANA FEBRERO 2011 ✏️ Blogs de Dominicana Rep.

Como decía en la etapa anterior, este día haciamos la primera excursión. A mí no es que me entusiasmara, pero eso de conducir una lancha rápida a mi marido le privaba.

Nos levantamos, ritual de todas las mañanas, crema, etc... y nos fuimos a desayunar. Esta vez tuvimos que poner el despertador, ya que nuestros cuerpos se habían acostumbrado al horario y eso de levantarse sobre las 7.30hrs decía, que nada de nada, pero aún así, nos costó levantarnos.

Yo ignorante de mí, preparé la mochila con toallas, ropa por lo que pudiera pasar, chanclas de repuesto por si se nos rompía etc... luego entenderéis porque digo esto.

Esta vez, no desayuné mucho por si me mareaba en las lanchas o me sentaba mal, hice muy bien ya que nos menearon más que una batidora en rebajas.

Después de desayunar, nos dirigimos a la zona del embarcadero, siempre me han venido a recoger por tierra, pero por mar, nunca, me parecia gracioso. Allí estábamos, con la mochila, gorra, gafas de sol ( vamos como si ´fuéramos de crucero, jajajaja pero lo mejor que el resto de personas iban igual que nosotros ).

De repente vemos como viene una lancha a toda leche y se dirige a la zona donde estábamos esperando y por las indicaciones que nos dío Pedrito, en la lancha ponía PAPA. Allí nos encontramos a Leo, un tipo fuerte, muy amable y muy atento. Nos ayudó a subir a la lancha. yo me coloqué justo detrás de el y fue un error, siempre colocaros al lado izquierdo de la lancha. Una vez que estábamos todos colocados en nuetros sitios, arrancó a toda leche por las aguas caribeñas. La sensación es impresionante, ya que va muy rápido. el único incoveniente es que en la zona donde yo iba sentada, me empapaba a cada segundo, ya que cada vez que Leo pillaba una ola, me calaba toda, toda, menos mal que no me quité las gafas de sol, porque sino, no hubiera podido ver nada.

La sensación es única, te sientes libre por esas aguas y como si el mundo no fuera contigo. La vista increible, ya que podías visualizar el hotel completo y el resto de los hoteles. La sensación de salir de nuestra área de y ver como la playa del resto de los complejos, son con oleaje, zonas que apenas había playa, ya que la construcción del hotel se la había comido toda, no tan transparente y limpia como la nuestra etc, te das cuenta de la gran suerte que habíamos tenido por haber elegido nuestro hotel.

El trayecto duró aproximadamente 15m en lancha y cuando llegamos a la zona del cortecito ( el corte ingles dominicano) íbamos calados. Allí nos recibió Pedrito y todos sus colaboradores. Dejamos las mochilas a buen recaudo, nos dió el tubo y las aletas para hacer snorkel y nos pusimos otra vez los chalecos.

Cuando llegas allí, en cuestión de 3m tienes a un montón de gente intentando vender de todo, artesania, ropa, regalos, alcohol, hacer las trenzas, etc...

Cuando ya estábamos preparados, nos explicaron como conducir la lancha y nos empujaron hacia adentro, para que diéramos vueltas para coger un poco el truco de la lancha. Menos mal que mi marido había conducido lanchas anteriormente.

Cuando Leo ve que estamos preparados, el va primero y el resto de las lanchas detrás de el. Hay que decir que vamos a toda leche por el mar. yo iba sentada justo a la izquierda de mi marido. Las lanchas son máximo 4 personas. ( 60$ 2personas y 100$ 4 personas).

Estuvimos yendo a toda leche aprox. 30m y es una sensación impresionante, sobre todo cuando somos nosotros los que llevamos la lancha.

Llegamos a la zona de hacer snorkel y ahí enganchó las lanchas y nos pusimos las aletas, tubo etc. anteriormente habíamos llevado pan para los peces, que mientras elegíamos los tubos en el cortecito, Pedrito y su gente iban cortando el pan y metiéndolo en una botella vacia de agua.

Cuando estábamos preparados, nos tiramos al agua y empezamos a nadar. Leo, no se separaba de nosotros y con su botella llena de pan, iba soltándolo par que los peces comieran. Ese momento era impresionante, ver como cientos de peces acudian a comer pan, los veías de todos los colores, amarillos, azules, grises, etc... impresionante.

Estuvimos como 45m en el agua. Cuando terminamos de nadar, nos subimos a la lancha y nos dirigimos a la piscina natural, que estaba justo a continuación de nuestra playa. Allí estuvimos como 30m, disfrutando de esa maravillosa playa. No paraban de llegar pequeños catamaranes, con la música a toda leche lleno de gente y con sus vasos llenos de alcohol. allí les dejaban como a nosotros que disfrutaran de la piscina natural.

Una vez terminada la excursión, nos dirigimos con la lancha al cortecito, donde nos estaba esperando Pedrito. Cómo no habíamos llevado dinero para dar una propina a Leo, le pedimos 10$ a Pedrito y nos lo dejó sin ningún problema. Le devolvimos el dinero en la excursión de Saona.

Volvimos a montar en la lancha grande y devuelta al hotel.

Cuando llegamos al embarcadero, lo primero que hicimos fué ir a tomarnos una cerveza , ya que veníamos secos (por dentro claro). Después nos fuimos a la habitación para dejar la mochila, que llegó todo empapado y nos fuimos a comer.

Esta vez, decidimos ir a comer al buffet La Brisa, pertenece al Antiguo Palace y no se puede ir con niños. El buffet es más pequeño de lo habitual, pero la variedad era mejor que en el Deluxe.

Después de comer, nos fuimos directamente a nuestra zona de piscina, porque allí estaba empezaba la animación.

La verdad fue, que no pudimos disfrutar mucho, porque empezó a llover a mares y nos fuimos al bar de la piscina, ya que por un lado está dentro del agua y el otro lado esta fuera.

La lluvias allí es como si te fueras a inundar, pero no pasa nada, enseguida sale el sol y la vida continua.

Nosotros después de todo, nos fuimos a hablar con los chicos y volvieron a poner la música y ahí estuvimos bailando otra vez.

Después de ponernos guapo, decidimos ir a cenar al restaurante Francés. Nos pedimos de primer plato una crema de espárragos, que estaban deliciosos y de segundo plato pescado. La verdad que salimos encantados del restaurante, ya que estaba todo exquisito. Nos encantó, no os lo perdáis.

Esa noche, nos fuimos al antiguo Palace a tomarnos nuestras copitas y disfrutar de la tranquilidad. para llegar al hotel, tienes que pasar por medio del restaurante La brisa, donde habíamos comido ese mismo día.

Cómo yo había estado en el antiguo palace hace 5 años, recordé que había un restaurante dentro de la playa y que era un grill y decidimos alargar el paseo para poder ver si seguía ese restaurante. La verdad que me dió mucha alegría el saber que seguía allí, porque recordaba que se comía bastante bien, por lo que decidimos ir a comer al día siguiente.

Después de todo, nos volvimos a nuestra habitación y a descansar. Era la primera vez que nos encontrábamos algo cansados, ya que habíamos dando una buena paliza al cuerpo con la excursión.

Fué un día maravilloso.

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El quinto día nos levantamos como siempre, con los rallos de sol y nos fuimos a desayunar. Esta vez repetimos en el restaurante Steak house y después hicimos fotos al restaurante, ya que está diseñado estilo Americano, en la entrada hay 3 impresionantes caballos, dentro del restaurante los adornos son sillas de montar americanas, etc...







Después decidimos ir a dar nuestro paseo por el lado contrario, queríamos llegar a la piscina natural que habíamos estado el día anterior con las lanchas rápidas. Comenzamos nuestra andada y no éramos los únicos que íbamos por ese lado. Mientras íbamos por la orilla, veíamos que era todo selva y la verdad que la limpieza no era la que creíamos.

Mientras observábamos la maravillosa playa que íbamos disfrutando, imaginábamos que nos tocaba una primitiva y compraríamos toda esa parte de la playa y haríamos un hotel, porque os puedo asegurar que los días que duran las vacaciones, mas quieres jubilarte e irte a vivir allí.

Llegamos a una zona, donde había un chiringuito y veíamos gente bebiendo, bailando y esperando, ya que era el embarcadero para ir a hacer la excursión de los delfines y decidimos continuar nuestro paseo, hasta que un vigilante del hotel Barcelo nos paró y nos dijo que estaba prohibido entrar. Para nosotros fue un disgusto, ya que queríamos volver a esa impresionante playa. Juan el vigilante, nos contó que a partir de esa zona, era privada y peligrosa, ya que los turista corríamos peligro. Le preguntamos que si el terreno que está junto a nuestro hotel era de la misma persona y nos contó que toda esa zona pertenecía al Barceló, menudo terreno tienen!!!.

Estando allí, vimos venir a 3 caballos y nos contó que el único acceso que hay permitido es con esa excursión, ya que se hace en grupo o privados, pero siempre acompañados de dominicanos.

Paramos a Leo y fue el que nos explico las excursiones. Nosotros cogimos la privada de 2hrs (180$ los 2) de 9 a 11hrs, nos recogían en el hotel y lo mejor de la excursión, era que nos bañábamos con los caballos en plena playa caribeña. ¿¿¿Nos desmontaban las sillas y nos bañábamos con los caballo???, esa fue mi pregunta hacia Leo y efectivamente así fue. Como no llevábamos dinero, quedamos con Leo que pasaba en un par de horas por el hotel y le pagábamos.

Tras haber reservado verbalmente con el la excursión, nos volvimos a nuestro hotel a tomar algo como de costumbre . y después a disfrutar de nuestra paradisiaca playa.









Al llegar al hotel, nos dimos cuenta que no teníamos más dólares y sí euros, pero claro el pagar con euros salimos perdiendo, total que nos fuimos a la recepción del hotel para saber si nos cambiaban dólares y nos dijeron que no, que solo nos cambiaban en dólares, nuestro gozo en un pozo, en ese momento nos acordamos del casino y para allá que nos fuimos, menudo robo, ya que con la tarjeta te cambian en fichas y luego tu cambias a dólares pero te cobran un 7% de comisión, claro nos negamos, entonces nos acordamos que había cajeros y probamos si se podía sacar en dólares como en México, pues no, sólo en pesos dominicanos, por lo que decidimos esperar a Leo, para poder saber cuanto eran en pesos e ir al cajero a sacar el dinero para la excursión. La comisión saques la cantidad que saques era 112 pesos dominicanos con nuestro banco ( Santander). Leo nos dio un recibo y quedamos en que nos vinieran a buscar en un camión, ¿camión? le preguntamos y dijimos "madre mía". Nos despedimos de Leo y nos fuimos a la zona de la piscina a por otra cervecita , para los que nunca hayáis ido, se está todo el día, bebiendo y comiendo.

A la hora de la comida, decidimos ir a comer al restaurante LA PIÑA, el que está dentro de la playa. ya que es en el único sitio donde se localiza los CHULETONES en todo el complejo hotelero. Después de comer, le llevé a mi marido a ver las tiendas de las playa, que está justo detrás del restaurante ( no todo el mundo lo sabe).

Según giras, te queda alucinado de todo lo que tienen allí montado y claro todos a por el turista a venderle de todo, sinceramente es un poco agobiado, pero encuentras de todo, no es necesario ir al cortecito.

Por tarde de vuelta al hotel, siempre nos surgía una duda, ¿donde estaban los altavoces de todo el recinto? akí os lo enseño:


Esa noche cenamos en el buffet Miramar y después nos fuimos al antiguo Barcelo Bávaro Palace. Esta vez llegamos a tiempo, nos sentamos y nos pedimos nuestro Ron y nuestra Piña Colada. Esa vez, nos tocó bingo, un bingo rarísimo, no al que estamos acostumbrado, constaba en hacer tres líneas diferentes de todo el cartón de la manera que quisieras, fue entretenido.

Una vez que terminó el Bingo, vino el Show, pero esta vez se trataba de que el público fueran los que hicieran el Show. "MISTER HOLIDAYS". Al pedir voluntarios, pocos eran los que salieron, hasta que mi marido se decidió y fue el primero en salir. Al final eligieron a 5 de los cuales 2 eran Españoles, 1 Francés y 2 Americanos.

Eran 3 pruebas y la primera consistía en un Baile Sexy que anteriormente hacía uno de los animadores, ya os podéis imaginar claro, segunda prueba, hacer fondos con la mujer encima mientras que nosotras teníamos que decir en un tono muy sensual "vamos, papi, vamos" y ellos mientras subían, tenían que decir, "soy macho". Fue la prueba más divertida, mi marido hizo 7 y porque le pararon. La tercera prueba, les disfrazaron de cantantes famosas y al mío le tocó Madonna. Lo que nos pudimos reir en el teatr, mi marido era la primera vez que hacía esto y la verdad que bordó las tres pruebas, tanto que fue el ganador de esa noche. A cada concursante, le dieron una botella pequeña de Ron Barceló y al ganador le dieron la misma botella más un polo rojo muy chulo con el nombre del hotel.

Cuando terminó el show, nos sentamos a tomar algo porque hacía algo de calor y más cuando has estado subido en un escenario y parte de la animación, se sentó con nosotros. Como ellos no pueden pedir bebidas, íbamos nosotros a la barra y les traíamos las bebidas, igualmente hacíamos por la tarde, ya que los pobres pasan mucho calor y sus sueldos son inferiores a 200$ al mes.

Después de todo nos fuimos a descansar y prepararnos para la excursión de los caballos.

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Sexto día y excursión a caballo. Habíamos quedado en que nos recogían sobre las 09.45hrs en el hotel. Estábamos muy intrigados de cómo sería el camión que vendría a por nosotros. Nuestra sorpresa fue, cuando vimos venir a lo lejos un camión. Los lados del camión estaban abiertos con barras y el techo con un toldo, los asientos estaban acolchados, gracias a dios, parecía que íbamos a currar.

Al entrar en el camión, que subimos por la parte trasera, habían 5 personas más que eran americanos. El camino hacia el rancho, era criminal, imaginaros, baches y más baches, la experiencia única de verdad. Lo mejor del trayecto fue cuando a lo lejos vimos una garita y una cuerda, claro nuestra pregunta fue y ¿ quien baja ahora a quitar la cuerda? En ese momento vemos cuando alguien que estaba dentro de la garita, baja la cuerda al suelo para que pasáramos, imaginaros la carcajada que soltamos todos dentro del camión.

Por fin llegamos y nos dejaron en mitad de un camino y allí estaba Leo y el resto de los guías esperándonos con los caballos. Nada más montar, nos hicieron una foto y empezamos nuestra aventura.

Llegamos en 5m a la zona de la playa y empezamos andar por la playa, IMPRESIONANTE, MARAVILLOSO, UNICO. Tengo que decir que no me gusta montar a caballo y que era mi segunda vez que montaba, pero la excursión SIN PALABRAS.

El grupo de americanos fueron todos juntos y nosotros con Leo, la verdad que atinamos en coger la excursión privada. Mientras mi marido, galopaba, trotaba etc, con su caballo, yo iba hablando con Leo de las costumbres dominicanas. Me contó que ganaba 120$ al mes y que llevaba 1 mes sin poder ver a su familia. Gracias a este trabajo un cliente americano, decidió apadrinar a sus 2 hijos pequeños y todos los meses le pagaba el colegio para que pudieran ir a la escuela, ya que la privada allí no aprenden absolutamente nada. Iban a Punta Cana 2 veces al año y le traían 2 maletas llenas de ropa para los niños y que la familia americana eran sus ÁNGELES.

La verdad que me dejó bastante mal, ya que no somos conscientes de lo que ocurre fuera hasta que lo vives en primera persona.

El paisaje fue maravilloso, hubo una zona que el acceso era solo en caballo y fue inolvidable.



Llegamos a la zona de bañarse con el caballo. Yo a última hora decidí no hacerlo, ya que tenía que ir sin silla al agua y no me gustó. Mi marido estaba que no se lo creía, ya que luego nos dijo Leo, que no, en todas las excursiones privadas se bañaban con los caballos. Hubo un momento que mi marido fue el hombre más fotografiado en cuestión de 15m .Sinceramente es digno de ver, como un caballo se adentra con una persona y está tan tranquilo, porque a los caballos no les gusta el agua.




Cuando salieron del agua, hubo personas que se acercaron a Leo, para preguntarle. De hecho una de las americanas del grupo, le pidió la excursión a Leo para el día siguiente, por la experiencia única que pudo comprobar.

De vuelta, Leo, nos hizo unas fotos impresionantes, que claro, o ibas en caballo o no podías hacerlas.





Cuando llegamos y dejamos los caballos, nos dieron una botella de ron con nuestras foto, (un recuerdo muy bonito) y nos salió por 15$ la botella, total que la compramos por la mañana tan maravillosa que habíamos pasado.

Llegamos al hotel y nos fuimos a duchar, porque olíamos a caballo que no os podíais ni imaginar, pero claro antes parando a por una cervecita. Antes de ir a la habitación, descubrimos que los baños que están en la planta baja, yendo hacia la salida, tenían duchas y taquillas con toallas, para las personas que teníamos que dejar las habitaciones a las 12 y poder aprovechar todo el día en el hotel, hasta la recogida al aeropuerto.

Comimos tranquilamente y volvimos a la playa para descansar, porque el caballo nos había dejado algo cansados.

Ese día no fuimos a bailar con los animadores, ya que seguimos disfrutando de la playa.

La pena que anochece muy pronto, allí a las 19.00hrs ya es casi de noche, no como en verano que disfrutas más de la playa y del hotel. Pero bueno aprovechamos para meternos en el jacuzzi y dar un buen respiro al cuerpo.

Esa noche cenamos en el Japones y hay que decir, que la puesta en escena es impresionante, pero el menú muy escueto. Teníamos la reserva a las 22.30hrs y cuando llegamos nos sentaron en una mesa que hace forma de U y justo en el medio estaba la plancha. A mi derecha tenía una pareja Francesa y a la izquierda de mi marido un grupo de mujeres de Puerto Rico. A los 5m de estar sentados, vino Manolo el cocinero y se puso a cocinar en directo todos los platos que habíamos pedido cada uno.


Empezó haciendo el arroz y la verdad que nos entretienen mucho, ya que cuando hacen el huevo como tortilla francesa, toman un trocito y hacen que alguien de los que estamos sentados, abra la foca y atine. Es muy divertido. Es un espectáculo, pero insisto que la comida es muy limitada.

Después de la cena, nos fuimos a la habitación, ya que al día siguiente nos venían a buscar a las 7.30hrs, para la excursión a Saona.

DIA PERFECTO Y DIFERENTE

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