Melilla, Cádiz y alguna cosa más. ✏️ Blogs de España

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Teníamos a Melilla en el punto de mira, por su arquitectura modernista.
¿ Un momento, arquitectura modernista ? ¿ En una ciudad situada en Africa ? Pues sí, puede parecer extraño, pero se trata de la ciudad con más edificios modernistas en España, después de Barcelona.
La explicación hay que buscarla en la presencia allí del arquitecto catalán Enrique Nieto, discípulo de Gaudí, que de 1909 a 1923, aprox., estuvo en la ciudad planificando y construyendo edificios. El resultado es una ciudad sorprendente, con una presencia apabullante de fincas en dicho estilo, en especial en el centro de la ciudad, y en el conocido como "Triángulo de Oro", un pequeño barrio delimitado por 3 calles, donde basta con pasar al azar, fijándose un poco, para descubrir numerosos ejemplos de modernismo, también conocido como art decó, art nouveau, jundestil.
La sensación es parecida a pasear por Barcelona o por el ensanche de Valencia; si bien nos ha parecido que el modernismo melillense es algo distinto del catalán, nos parece algo más "decorativista", mas barroco y abigarrado, cabría decir más andaluz, no es tan sobrio, de líneas simples y elegantes como el catalán.
Por desgracia, algunos de los edificios acusan el paso del tiempo y necesitarían una limpieza y rehabilitación, se ven algunos desconchados y deterioro general. Otros han sido reparados y presentan un aspecto espléndido, por poner un ej., el teatro Kursaal.

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Además de todo esto, Melilla es llamada la ciudad de las 4 culturas, cristiana, musulmana, judía e hindú. Enseguida se dá uno cuenta de que en la ciudad coexisten y conviven pacíficamente musulmanes y españoles, se mezclan paseando, por los mercados o las tiendas, sin aparente problema y con toda naturalidad. Las mujeres musulmanas llevan chador, algunas con pañuelo y otras sin; también es frecuente, y al principio sorprende un poco, ver parejas de madre e hija, la madre al estilo tradicional, o sea con chador y pañuelo , y la hija a la moderna, como cualquier chica andaluza, vaqueros y camiseta. Judíos vimos muy pocos, e hindús ninguno, tal vez estén en un barrio concreto, poco céntrico.

La ciudad es pequeña, parece una ciudad de provincias, con un ritmo lento y relajado , nadie se apresura, las distancias son pequeñas y hay que tomarse las cosas con calma. La gente es muy amable, te atienden con interés y te solucionan el problema si pueden.

Es notoria la presencia de militares, imagino que muy abudantes. El callejero es otra muestra, abundan las calles con nombres de General, Teniente, etc. Por cierto, aunque parezca mentira, aún hay una calle dedicada a J. A. Primo de Rivera, y en un monumento todavía se lee "Una , Grande y Libre".

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La ciudad se puede visitar en un par de días, incluso en uno. Nosotros llegamos a las 8 de la mañana, y estuvimos todo ese día, hicimos noche, y más de medio día del siguiente, ya que el avión salía a las 20 h. Tiempo suficiente para recorrer la ciudad, o al menos lo más importante de ella.

Para llegar a Melilla, la solución mas sencilla es hacerlo desde Málaga ( hay otras alternativas, creo que Sevilla o Almería ). Puede ser en barco - tarda al menos 8 h - , o en avión , que es lo que hicimos nosotros. Vuelo con Iberia, operado por Air Nostrum, hay 5 vuelos diarios a diferentes horas y precios. El nuestro costó 95 €, los demás eran más caros, unos 135 €. Los aparatos son mas pequeños que un Boeing 737, solo tienen dos filas de asientos por lado, y son más cortos. Si a ello añadimos el pequeñísimo tamaño del aeropuerto ( en total no debe medir más de 200 m, incluida zona de llegadas y salidas, sólo tiene una planta, 6 mostradores de facturación, 3 cintas de maletas ), que facilita mucho las cosas - no es preciso hacer interminables colas, ni llegar con tanta antelación - , no hay excusa para no ir.
La única forma de ir a la ciudad es en taxi, no hay buses ni tren, pero no hay que apurarse, nos costó unos 7 € el viaje. Cuando llegamos no había ningún taxi en la parada, pero como se avisan unos a otros por radio, no tardaron en aparecer varios. Los precios, además, son bajos, hostelería y compras.

Se trata de un destino turístico aún poco conocido y frecuentado, en gran medida porque está un poco a trasmano de todo, hay que ir adrede, es difícil combinarlo en un circuito, tal vez con Marruecos. No hay muchos hoteles, no más de 6 o 7, de varias categorías; y tampoco hay muchos restaurantes, la verdad es que es un poco difícil encontrar dónde comer, la oferta es mínima, aunque al final uno termina arreglándoselas bien.



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Tiene pagina web de turismo, con muchos datos útiles, nos sirvió para preparar el viaje, dada la escasa información existente en la red, en general; es:


www.melillaturismo.com/

VISITA

El centro neurálgico de la ciudad es la pl. de España y la av. Juan Carlos I, ni que decir tiene que se puede recorrer todo a pié.
Para hacer la ruta del modernismo, lo mejor es ir siguiendo las indicaciones de su pag. web, explica perfectamente el recorrido:


www.melillaturismo.com/paseos.htm

nosotros lo llevábamos impreso - son 5 pags. - y no hubo ninguna dificultad.

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Si no quereis hacerlo así, hago un pequeño resumen:
- hay que recorrer la av. Juan Carlos i, y fijarse en los nºs 1 ( aquí hay, en la acera de enfrente, una estatua de E. Nieto ), 9, 11 , 18 , 20,
- el conocido como "Triángulo de Oro", el corazón del modernismo melillense, es el barrio comprendido entre la av. J. Carlos i, General Marina y Reyes Católicos. Recorrerlo al azar, y descubriréis numerosos ejemplos, entre ellos, el la Casa de los Cristales, lamentablemente en bastante mal estado,
- callle Ejercito español, paralela a la av. J. Carlos i, algunos edificios, al llegar a una placita con columnas y bancos públicos, vereis la iglesia del Sagrado Corazón, en estilo neorománico, a su izq., para mí uno de las fincas mas bellas de la ciudad, con esplendidos miradores. Siguiendo la calle, que ahora se llama Lopez Moreno, en la acera de la derecha, prácticamente todas las casas merecen un vistazo, enseguida se vé la sinagoga Or Zaruah ( para visitar el interior hay que pedir cita en el Ayuntamiento ), llegar hasta el final de la calle, en una pequeña plaza, con otra magnífica construcción, en color crema y con amplios miradores y ventanales,
- muy cerca, mas fincas en las calles Cardenal Cisneros, Sor Alegría, Lope de Vega,
- en la pl. de España, visitad el Casino Militar, con elegantes escaleras en el vestíbulo, entrad en los aseos, también muy elegantes; y el edificio de la Com. Autónoma, ved también el vestíbulo. Hay vigilancia a la entrada, pero no nos pusieron ninguna pega para entrar.

Al final de la av. J. Carlos I, en la pl. Ramón y Cajal está el Mercado Central, y detrás la Mezquita. Un poco más allá se entra en un barrio musulmán, comercios típicos, pequeñísimos y destartalados, hombres en las cafeterías tomando té con menta, escasa presencia de mujeres en la calle.



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Melilla la Vieja.- Es el casco antiguo de la ciudad, enseguida se vé que se trata de una fortaleza defensiva, construida sobre un peñón que se adentra en el Mediterráneo. Entramos por la puerta situada en paseo marítimo, se puede llevar un plano, pero en mi opinión no merece la pena, seguid vuestra intuición, tampoco hay tantas alternativas. Se van subiendo peldaños, y se descubren rincones con encanto, plazoletas con vistas al mar y alguna iglesia. Enseguida se llega al Museo de Historia y Arqueología de la ciudad ( entrada gratuita ), con modernas instalaciones, interesante, y ameno. Hay dos plantas, una bonita maqueta y diversas paneles explicativos. Merece la pena.
Muy cerca, la Cueva del Conventico, unas cuevas donde se refugió la población durante un asedio militar a la ciudad. Hay visita guiada, con varias proyecciones audiovisuales, y se accede a unos miradores sobre el acantilado, con buenas vistas.
Pasead al azar y vereis diversos torreones, el faro, baluartes, murallas. La visita nos llevó toda la mañana.



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HOTEL

Hotel Anfora..- sólo estuvimos una noche, como ya he comentado. No hay mucho que decir, hotel correcto para el precio, 60 €, desayuno incluido. El edificio no es muy moderno, pero no tiene ninguna pega especial, situación muy céntrica, y servicios adecuados. En la planta superior, la 5ª, hay un restaurante donde cenamos, tiene un menú por 9 € y lo mejor, una terraza con estupendas vistas de los alrededores, magníficas a la hora del anochecer.

COMER

No hay mucha oferta, es difícil encontrar un restaurante. Algunas direcciones:

- Casino Militar, menú a 8 € a mediodía, elegante comedor,
- en el edificio de la Estación Martítima también hay un restaurante, menú a 10 €, muy buenas vistas del puerto ( es una 2º planta, con mirador acristalado ),
- en c/ General Prim, muy cerca de la Casa de los Cristales ( no llegamos a entrar ),
- en nuestro hotel, el Ánfora, hay restaurante, imagino que en los demás también.
Y no vimos más establecimientos, al menos en el centro. En la pag. web de turismo hay otros locales, pero no lo habíamos consultado antes, aconsejo mirarlo y llevar las direcciones anotadas, como digo nos costó encontrar donde comer.
Pensábamos haber comido en algún lugar de cocina marroquí, pero no lo hallamos.

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Museo de la ciudad, maqueta de la ciudad antigua.

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Como ya he dicho, al volver de Melilla llegamos al aeropuerto de Málaga y nos fuimos al hotel que teníamos reservado, el mismo que a la ida:
- Hotel Holiday Inn Expréss aeropuerto, lo elegimos en función de su cercanía al aeropuerto, en efecto, es el más cercano, aunque esto tiene su "truqui". No se puede, o debe ser muy difícil, llegar a él andando, está situado al otro lado de la autovía, no debe ser fácil acceder a pié, y menos con maletas. Hay dos opciones: el taxi, cuesta un mínimo de 15 €; por la noche, nos costó 19 €, según el conductor, hay que dar una gran vuelta, llegar a una rotonda donde cambiar el sentido de la circulación, aunque sólo sean 5 min. Según un forero de la zona, eso no es cierto, ya que hay algún atajo, algo que, como es obvio, desconoce el que no es de la zona. La otra opción es el bus, hay dos líneas, la A, y la urbana 19; la A cuesta 2 €, hay que bajar en la 1ª parada, Villa Rosa ( es un polígono industrial ), atravesar un paso elevado sobre la autovía, y andar unos 200 m. Para volver al aeropuerto, hay una parada cerca del hotal, los buses pasan cada media hora.
Sobre el hotel, pues como todos los de la cadena, limpio, moderno, funcional, sin sorpresas, cómodo, pero sin carácter. Desayuno buffet, aceptable, incluido en el precio , 65 €.



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A partir de este momento, teníamos alquilado un coche para llegar a Cádiz. Lo recogimos sin problemas - por cierto, vaya tamaño el del aeropuerto de Málaga, creo es tan grande, o tal vez más, que el de Barcelona - y emprendimos viaje por carretera.
Lamentablemente, el día había amanecido cubierto y se esperaba lluvia. En efecto, no tardó en hacer su aparición, y nos acompañó durante casi todo el recorrido hasta la tacita de plata. Pensábamos hacer escala en varios sitios, ver Benalmádena, Mijas, Puerto Banús, pero en gran medida se vieron frustrados nuestros deseos. Relato lo poco aprovechable.


BENALMADENA

No pudimos parar en el pueblo antiguo, en parte por la lluvia y en parte por la dificultad, en gran medida previsible, para aparcar en un pueblo típico andaluz, de calles estrechas y empinadas; lástima, parecía muy bonito. En el paseo marítimo pudimos ver, muy cerca de la rotanda de los molinillos, el castillo de Bil Bil, una construcción a orillas del mar, en estilo palacete andalusí, bellísimo, originalmente era un chalet de recreo de una acaudalada familia, ahora es un centro cultural, utilizado para conciertos y otros actos, y muy empleado también para bodas civiles, sin duda un hermoso marco.

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