Si bien es nuestro último día en Menorca, aun tenemos mucho que disfrutar ya que nuestro vuelo de vuelta a Madrid no sale hasta las 10 de la noche. Después del desayuno hacemos el check out en el hotel y metemos todos nuestros bártulos en el coche. Como tenemos que acabar el día en el aeropuerto de Mahon decidimos pasarlo lo mas cerca posible. Asi que como tanto nos gustó la playa de Binibeca el día anterior no dudamos en repetir. La playa estaba preciosa como siempre y volvimos a disfrutar de sus aguas transparentes y tibias, pero a media mañana un viento importante empezó a soplar en la zona y en cuanto sacabas un dedo del agua hacia bastante frío, por lo que recogimos todo y nos marchamos.
Agua turquesa en Binibeca
Yo me negaba a tirar la sombrilla a un contenedor, porque estaba nueva, y en el avión, por supuesto, no podíamos llevarla. Asi que como no vi a nadie que pudiera interesarle la dejamos apoyada a la entrada de la playa, con la esperanza de que alguien que no tuviera pensara que nos la habíamos olvidado y dispusiera de ella. Llegamos a imaginar que esa persona luego haría lo mismo y que nuestra sombrilla podría ayudar asi a muchas personas a protegerse del sol, jejejeje.
Con este simbólico gesto se acabo nuestra temporada de playa, pero no el día, asi que nos fuimos rumbo a Mahon y mas concretamente a la Fortaleza de La Mola. Tenia esta visita un poco en la recamara por si se podía hacer en algún momento y este fue el momento perfecto. Sobre el mediodía llegamos al aparcamiento y, después de pagar la entrada, empezamos la visita.
Fortaleza de La Mola
El Fuerte tiene un itinerario marcado por puntos que es aconsejable seguir. No había mucha gente asi que nos deteníamos un rato en cada sitio, haciendo fotos y paseando. Hay sitios en donde se hace un trozo del itinerario por túneles subterráneos (aunque también se puede hacer por la superficie) y se sale en otro punto del recorrido.
Polvorines subterráneos
Cada punto tiene un cartel con información y también se puede coger una audioguía (pagando aparte, claro). Es un recorrido entretenido y bastante fotográfico porque se encuentra en un entorno natural precioso y tiene varios miradores muy bonitos. Contad por lo menos con 2 o 3 horas para esta visita, todo dependerá de lo larga que la queráis hacer.
Después de la visita a la fortaleza solo nos queda por ver el centro de Mahon, del que habíamos visto solo el puerto. Dejamos el coche en un parking y nos dedicamos a pasear por el centro, recorriendo sus callejuelas, tomándonos una ensaimada y disfrutando del ultimo rato que nos queda en esta maravillosa isla con la melancolía propia del que sabe que se tiene que volver a casa.
Mahon me pareció bonita, aunque no tanto como Ciutadella pero desde luego merece una visita. El puerto es impresionante y el casco antiguo invita a un agradable paseo.
Para acabar nuestra estancia, encontramos una terracita con unas vistas muy bonitas, asi que tomando algo esperamos a que se hiciera la hora de ir a al aeropuerto, no hay mejor manera de acabar este viaje.
Después de casi una semana en esta isla nuestra conclusión es que....