Este día íbamos a dedicarlo, como el segundo, solamente a recorrer unas cuantas playas. La primera en la lista era Binibeca, una playa de la que había visto un video en youtube donde se veía el agua limpísima y turquesa. Como siempre que llevas altas expectativas tenía miedo de que al final me decepcionara, pero no fue asi. Aparcamos al lado del acceso a la playa, eran casi las 10 de la mañana y aun quedaba sitio en el parking. El acceso es muy fácil solo se caminan menos de dos minutos por un pequeño bosquecillo y se llega a la playa. Era tal como la había visto y como me la había imaginado, no tenía suciedad en el agua, nada, y tenía un color precioso. Plantamos la sombrilla y allí nos quedamos toda la mañana.
Playa de Binibeca
En un costado de la playa y sobre unas rocas han montado un chiringuito con sombrillas de paja que quedan al ladito del agua, el único chiringuito en el que me senté a tomar algo.
En el chiringuito
Después de pasar allí la mañana nos acercamos a ver el pueblo de Binibeca Vell. Este pueblo está conformado por apartamentos turísticos que simulan ser casitas de pescadores y es precioso. No es muy grande pero merece la pena perderse en sus callejitas sin rumbo, simplemente paseando y haciendo fotos de cada rincón.
Binibeca Vell
Rincones de Binibeca
Después del agradable paseo seguimos rumbo a Calo Blanc. Es una pequeña calita de rocas con agua muy turquesa y preciosa. Le echamos un vistazo pero decidimos no meternos al agua porque la gente se tiraba desde las rocas pero luego no nos quedo muy claro como subían de nuevo, jajajaja, y no era cuestión de quedarse en el agua para siempre
Calo Blanc
Desde aquí nos vamos directamente a Es Canutells. Aquí si nos dimos el último baño del día y pudimos ver algunos peces con el snorkel pero el problema de esta playa era que es muy poco profunda y aun cuando llevas un rato andando el agua no te pasa de las rodillas. Ideal para niños pero para los adultos puede ser un poco aburrida.
Es Canutells
No teníamos mas planes para hoy y estábamos un poco cansados, se notaba que era ya el sexto día. Pero hicimos un ultimo esfuerzo y al volver a Ciutadella nos acercamos por fin a la Necrópolis de Cala Morell, que ya habíamos dejado pendiente un día.
Muy cerca de Cala Morell se encuentra esta necrópolis compuesta por un conjunto de 14 cuevas que se utilizaron como cementerio desde la época pretalaiótica hasta el siglo II d.c. Las cuevas se pueden visitar y la entrada es gratuita. Te vas metiendo por las cuevas (alguna con un acceso un poco complicado) y aunque están vacías, por supuesto, no deja de ser interesante verlas. Lo mas destacable es la entrada del hipogeo nº 4 que presenta unos relieves clásicos como de columnas y capiteles.
Interior de las cuevas
Agujero en el techo de una de las cuevas
Hipogeo nº4
Después de la Necrópolis nos volvemos al hotel a ducharnos y salimos a pasar nuestra ultima noche en Ciutadella. Volvemos a cenar en el puerto, esta vez en La Payesa. Como aun no era muy tarde pudimos coger el menú (los restaurantes tienen un menú del día pero sobre las 9 de la noche lo suelen quitar) La comida estaba bastante bien y el postre (pedimos mousse de chocolate) era enorme!
Dos menús con primer plato, segundo y postre, una ración de croquetas caseras de pescado y dos bebidas 40€
Y ahora si, última noche en Ciutadella, después de un pequeño paseo para despedirnos de la ciudad nos volvemos al hotel.
Puerto y Ayuntamiento