Nos han asignado unos camarotes grandes y exteriores a pesar que no quisimos pagar el suplemento. Yo no digo ni pío. Tampoco tenemos contratada la cena, pero nos hemos "acoplado" con el grupo que sí la llevaban pagada y esa noche cenamos en el buffet sin que nadie nos dijera nada. También he cambiado aquí las coronas danesas que me habían sobrado por algo de coronas noruegas (supongo que había mal cambio pero me da igual, no era mucho importe)
A primera hora de la mañana hemos llegado a Oslo.
Aleatoriamente paran a la gente a ver qué lleva en la maleta, por si hay contrabando de tabaco o alcohol. Aun siendo cara Dinamarca, nada que ver con Noruega, os lo aseguro.
Nos esperan para hacer una visita guiada en la ciudad, antes de pasar por el hotel, junto con otro grupo de españoles que inician su viaje aquí y se irán después a los fiordos.
- ¿Qué hacen nuestras maletas en el autocar de los italianos?!!! ¿Por qué las han bajado de nuestro bus?
Sale mi marido a discutir y le explican que todos los españoles se van directos a Bergen y nuestras maletas llegarán al hotel con las de los italianos que sí se quedan.
No me fÍo un pelo, pero pienso: Son noruegos, no egipcios, espero que no se equivoquen.
Nos llevan a visitar un parque con esculturas de bronce y muchas fuentes (Vigeland) bastante chulo aunque la explicación del guía es insuficiente.
Tras una vuelta por la ciudad nos llevan al museo vikingo el cual hubiera sido infinitamente más interesante con una explicación en condiciones.
La mujer, en un perfecto español, estuvo explicando como si se dirigiera a un público de 10 años. Decía que eran buena gente y que sólo hicieron pequeñas incursiones de pillaje porque su tierras no eran fértiles. Le faltó decir "niños, vais a querer a los vikingos?". Fatal, de verdad.
Cuando acabó la palabrería me acerqué a ella y le pregunté por la invasión de Gran Bretaña y los ataques continuos a monasterios y poblaciones (ya no por el ataque a La Coruña). Me respondió que esos habían sido los daneses y no los noruegos. Para flipar.
Nos dejan a la hora de comer en el hotel, es el Scandic Byporten , está justo al lado de la estación central, y se entra por el centro comercial. (la maletas estaban en la habitación). www.scandichotels.no/ ...pz0OMTuIaw
Hemos quedado con la pareja de Nápoles que vendrán con nosotros al Cabo Norte. Son muy majos y en seguida hacemos buenas migas.
Con ellos vamos a la estación a sacar el billete para mañana ir al aeropuerto (al cambio unos 22€ por persona y trayecto) y luego vamos a comer en una terracita unas pizzas y unas cervezas. Carísimo es poco. El botellín de agua me costó 8€ y fue la última vez que me tomaron el pelo. A partir de entonces tap water en todas las comidas.
Por la tarde fuimos al puerto. Es muy bonito, relajante, no parece que estemos en una capital.
La ciudad se expande abrazando el fiordo de Oslo y en torno a su núcleo primitivo, la fortaleza de Akershus.
Como en muchas partes de esta ciudad se enlazan los edificios nuevos con los viejos.
La ópera nueva es increíble, es un edificio que te permite subir a los tejados, pasear, saltar y hacer lo que te de la gana allí excepto comer para no mancharlo.
El famoso Ayuntamiento de Oslo es enorme. Visto en fotografías parecen tres enormes cajas de zapatos pero cuando estás a sus pies descubres que es impresionante. En su interior se albergan brillantes pinturas de la historia y la vida de los noruegos y es aquí donde se celebra la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz, el único que no se entrega en Estocolmo.
Hay mucha luz pero ya es tarde y nos vamos a cenar algo en el centro comercial que hay junto al hotel.
Aunque Oslo es una ciudad con muy alta calidad de vida en los aledaños de la estación también existe un submundo de drogas y gente sin techo. No nos quedamos mucho rato y nos vamos a dormir.
Hoy tenemos toda la mañana para ver la zona del palacio real y los jardines de alrededores. Todo muy verde, espacioso y con la guardia a caballo.
También visitamos el edificio del parlamento (Stortinget) con su inconfundible forma redondeada.
A las 14h hemos quedado con la pareja de italianos para coger el tren del aeropuerto donde cogeremos el vuelo de SAS que nos llevará hasta la ciudad de Alta, a unos 1.500 km al norte y en el fiordo del mismo nombre.
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