Nada. Aquí no hay nada.
Nos perderemos las largas etapas castellanas. Largas y muy calurosas como para poderlas hacer en verano con los niños. Largas y demasiado lejanas como para poder aprovechar unos días durante el curso y adelantar algo sin que resulte pesado.
Las últimas duras jornadas por Cáceres también han pasado factura, todo hay que decirlo. Y después de año y pico, el camino estaba convirtiéndose en una especie de extraña obligación. Así que, nada, sin complejos ni remordimientos, dejamos nuestro proyecto en Puerto de Béjar y lo retomamos en Orense, como final de una historia sin grandes pretensiones.
Nos perderemos las largas etapas castellanas. Largas y muy calurosas como para poderlas hacer en verano con los niños. Largas y demasiado lejanas como para poder aprovechar unos días durante el curso y adelantar algo sin que resulte pesado.
Las últimas duras jornadas por Cáceres también han pasado factura, todo hay que decirlo. Y después de año y pico, el camino estaba convirtiéndose en una especie de extraña obligación. Así que, nada, sin complejos ni remordimientos, dejamos nuestro proyecto en Puerto de Béjar y lo retomamos en Orense, como final de una historia sin grandes pretensiones.
*** Imagen borrada de Tinypic ***





