Hoy tocaba visita a la ciudad de Hanói.
A las 8 de la mañana vinieron el guía y el chófer a buscarnos. Me sorprendió que fuéramos en coche porque pensé que haríamos el recorrido andando; pero hasta que no recorres la ciudad no te das cuenta de lo grande que es en verdad. Tuvimos suerte porque el día amaneció nublado y no hacia apenas calor.
Nuestra primera para fue en el Mausoleo de Ho Chi Minh.
Es un reciento grandísimo, lleno de zonas verdes donde también se encuentran el palacio presidencial ( que solo se ve desde fuera), la casa donde vivió Ho Chi Minh, sus coches, y la joya de la corona que es el cuerpo momificado del antiguo mandatario.
Todos los años los meses de octubre, noviembre y diciembre, la tumba permanece cerrada al público por labores de preservación de la momia, de manera que no pudimos entrar en el mausoleo.
Durante la visita a su casa nos explicaron que llevaba una vida muy austera y que no quería vivir en el palacio presidencial, pero lo que más me llamo la atención fue que los vietnamitas a pesar de adorarle, cuando este murió, hicieron caso omiso a su última voluntad y en vez de incinerarle que era lo que él quería, le momificaron. El guía nos dijo que eso daba valor a la gente y asustaba a los enemigos….
En mi opinión la visita al recinto no merece mucho la pena, quizá cuando se pueda ver la momia gane algo de interés.
A escasos metros del recinto, se encuentra la famosa Pagoda del pilar único. En todas las guías te la venden como algo de visita obligada, pero la verdad es que no tiene nada. No es más que una pequeña pagoda con una buda dentro y construida sobre un pilar.
Nuestra siguiente parada fue en la Pagoda de Tran Quoc.
Está situada a las afueras de la ciudad entre dos lagos muy grandes, y es la pagoda más antigua de todo Hanói. Pregunte al guía a ver cómo es que estaba tan bien conservada, y me dijo que está totalmente restaurada, que de la antigua ya no queda nada, de manera que pierde bastante encanto.
Muy cerquita de aquí estaban las oficinas de rutas Vietnam, así que nos pasamos por allí a conocer al encargado Javier y de paso despedirnos de Teresa, la vietnamita que nos había organizado el viaje.
Nuestra última visita en la capital fue El templo de la literatura.
Fue la primera universidad de Vietnam donde los más adinerados venían a estudiar. Los alumnos más ilustres están hoy representados como estatuas en forma de tortuga. Cada una de ellas es uno de estos estudiantes y tiene grabado el nombre del alumno y la época en la que estudio.
Lo que más me llamo la atención fue la cantidad de estudiantes que había haciéndose fotos. Por lo visto tienen la tradición de cuando se gradúan, venir todos juntos a aquí.
Por supuesto yo no me podía quedar sin hacerme una fotos con ellos. Fue un momento divertidísimo, el resto de turistas cuando vieron lo que yo hice, vinieron en masa a hacer lo propio, jajá. La verdad que iban todas guapísimas con sus ropas tradicionales
Pienso que la visita de Hanói es totalmente prescindible, aun así con el templo de la literatura mejoro un poco mi opinión sobre lo que hay para ver en esta ciudad. Considero que Hanói es mas para hacer compras y salir de fiesta que para hacer turismo.
Al terminar el tour, el guía nos llevo a un restaurante muy elegante de comida vietnamita. Menos mal que teníamos la comida pagada, porque tenía pinta de ser muy caro. Nos cobraron 60.000 VND por cada botellín de agua.
Después de la comida, fuimos andando al hotel pero antes de despedirnos del guía, fuimos a por nuestra maleta donde teníamos el último sobre de jamón y se lo dimos. Nos había contado que estuvo una vez de visita en España y que lo que más le gusto fue el jamón, jajá, pero que llevaba muchos años sin comerlo porque en Vietnam es muy caro.
Aun quedaba una hora para que nos llevaran al aeropuerto, así que aprovechamos para dar un ultimo paseo y hacer las últimas compras.
Compramos 2 puppets por 15 euros, porque ya no nos quedaban Dong. Le dimos un billete de 20 y nos devolvió el resto en monedas de euro. En teoría no se aceptan los euros, pero en la práctica se ve que son de uso habitual.
Traslado al aeropuerto y tras 1,5 horas de vuelo estaríamos en Camboya.
Nos habían advertido que al llegar al país se tarda muchísimo en hacer los temas del visado, pero nosotros rellenamos los papeles a todo correr, pagamos 30 dólares cada uno y en media hora estábamos fuera.
Nada más salir del aeropuerto, horror!!!! Que calor!!! Eran las 9 de la noche y calculo que habría sobre 30 grados con una humedad del 100%. Ya nos habían advertido que en Siem Reap el clima no es muy llevadero.
En 20 minutos de coche estábamos en el hotel Angkor Home. Es una pasada la cantidad de hoteles que hay en esta ciudad. El Hotel esta súper bien, a 5 minutos andando del centro, con piscina y con un hall precioso. Las habitaciones amplias y muy limpias. La nuestra tenia vistas a la piscina, pero apenas salimos a la terraza para que no entrara calor, jajá.
A las 8 de la mañana vinieron el guía y el chófer a buscarnos. Me sorprendió que fuéramos en coche porque pensé que haríamos el recorrido andando; pero hasta que no recorres la ciudad no te das cuenta de lo grande que es en verdad. Tuvimos suerte porque el día amaneció nublado y no hacia apenas calor.
Nuestra primera para fue en el Mausoleo de Ho Chi Minh.
Es un reciento grandísimo, lleno de zonas verdes donde también se encuentran el palacio presidencial ( que solo se ve desde fuera), la casa donde vivió Ho Chi Minh, sus coches, y la joya de la corona que es el cuerpo momificado del antiguo mandatario.
Todos los años los meses de octubre, noviembre y diciembre, la tumba permanece cerrada al público por labores de preservación de la momia, de manera que no pudimos entrar en el mausoleo.
Durante la visita a su casa nos explicaron que llevaba una vida muy austera y que no quería vivir en el palacio presidencial, pero lo que más me llamo la atención fue que los vietnamitas a pesar de adorarle, cuando este murió, hicieron caso omiso a su última voluntad y en vez de incinerarle que era lo que él quería, le momificaron. El guía nos dijo que eso daba valor a la gente y asustaba a los enemigos….
En mi opinión la visita al recinto no merece mucho la pena, quizá cuando se pueda ver la momia gane algo de interés.
A escasos metros del recinto, se encuentra la famosa Pagoda del pilar único. En todas las guías te la venden como algo de visita obligada, pero la verdad es que no tiene nada. No es más que una pequeña pagoda con una buda dentro y construida sobre un pilar.
Nuestra siguiente parada fue en la Pagoda de Tran Quoc.
Está situada a las afueras de la ciudad entre dos lagos muy grandes, y es la pagoda más antigua de todo Hanói. Pregunte al guía a ver cómo es que estaba tan bien conservada, y me dijo que está totalmente restaurada, que de la antigua ya no queda nada, de manera que pierde bastante encanto.
Muy cerquita de aquí estaban las oficinas de rutas Vietnam, así que nos pasamos por allí a conocer al encargado Javier y de paso despedirnos de Teresa, la vietnamita que nos había organizado el viaje.
Nuestra última visita en la capital fue El templo de la literatura.
Fue la primera universidad de Vietnam donde los más adinerados venían a estudiar. Los alumnos más ilustres están hoy representados como estatuas en forma de tortuga. Cada una de ellas es uno de estos estudiantes y tiene grabado el nombre del alumno y la época en la que estudio.
Lo que más me llamo la atención fue la cantidad de estudiantes que había haciéndose fotos. Por lo visto tienen la tradición de cuando se gradúan, venir todos juntos a aquí.
Por supuesto yo no me podía quedar sin hacerme una fotos con ellos. Fue un momento divertidísimo, el resto de turistas cuando vieron lo que yo hice, vinieron en masa a hacer lo propio, jajá. La verdad que iban todas guapísimas con sus ropas tradicionales
Pienso que la visita de Hanói es totalmente prescindible, aun así con el templo de la literatura mejoro un poco mi opinión sobre lo que hay para ver en esta ciudad. Considero que Hanói es mas para hacer compras y salir de fiesta que para hacer turismo.
Al terminar el tour, el guía nos llevo a un restaurante muy elegante de comida vietnamita. Menos mal que teníamos la comida pagada, porque tenía pinta de ser muy caro. Nos cobraron 60.000 VND por cada botellín de agua.
Después de la comida, fuimos andando al hotel pero antes de despedirnos del guía, fuimos a por nuestra maleta donde teníamos el último sobre de jamón y se lo dimos. Nos había contado que estuvo una vez de visita en España y que lo que más le gusto fue el jamón, jajá, pero que llevaba muchos años sin comerlo porque en Vietnam es muy caro.
Aun quedaba una hora para que nos llevaran al aeropuerto, así que aprovechamos para dar un ultimo paseo y hacer las últimas compras.
Compramos 2 puppets por 15 euros, porque ya no nos quedaban Dong. Le dimos un billete de 20 y nos devolvió el resto en monedas de euro. En teoría no se aceptan los euros, pero en la práctica se ve que son de uso habitual.
Traslado al aeropuerto y tras 1,5 horas de vuelo estaríamos en Camboya.
Nos habían advertido que al llegar al país se tarda muchísimo en hacer los temas del visado, pero nosotros rellenamos los papeles a todo correr, pagamos 30 dólares cada uno y en media hora estábamos fuera.
Nada más salir del aeropuerto, horror!!!! Que calor!!! Eran las 9 de la noche y calculo que habría sobre 30 grados con una humedad del 100%. Ya nos habían advertido que en Siem Reap el clima no es muy llevadero.
En 20 minutos de coche estábamos en el hotel Angkor Home. Es una pasada la cantidad de hoteles que hay en esta ciudad. El Hotel esta súper bien, a 5 minutos andando del centro, con piscina y con un hall precioso. Las habitaciones amplias y muy limpias. La nuestra tenia vistas a la piscina, pero apenas salimos a la terraza para que no entrara calor, jajá.