Transcurridas 9 horas de viaje, empezó a sonar por megafonía una música como de marcha militar; habíamos llegado a Lao Chai. La noche no fue nada cómoda, entre lo pequeña que era la cama y los ronquidos del francés apenas pude dormir 2 horas, pero no importaba; por fin íbamos a ver el mercado indígena de Bac Ha!!!!
No es casualidad que llegáramos a Lao Chai el domingo. Todo el viaje lo habíamos organizado para que si o si el domingo estuviéramos en Lao Chai y así poder ver el mercado de Bac Ha que solo se celebra este día de la semana.
Al bajar del tren un guía nos llevo hasta el hotel Thien Hai, donde nuestros compañeros de rutas Vietnam nos habían reservado una habitación para ducharnos y cambiarnos, y de paso desayunar. El tren se había retrasado un poco así que para hacer todo esto disponíamos solo de media hora.
Tras engullir es desayuno, a las 8:15 estábamos como clavos en la recepción del hotel. Tanta prisa no sirvió de nada, porque el guía apareció 45 mas tarde de la hora acordada. Lo peor es que venía en plan tranquilos, no pasa nada!! Y nosotros con un mosqueo increíble.
Nos montamos en un microbús con más gente, demasiada… El bús iba hasta los topes, y teníamos que llevar la mochila entre las piernas o en mi caso encima de ellas.
La carretera no es apta para gente con tendencia a marearse. Hay que subir un puerto de montaña con muchísimas curvas y encima en microbuses donde el espacio para las piernas es minúsculo. Después de 2 horas de viaje horrible ya estábamos en Bac Ha.
Al llegar al pueblo nos dijeron que habíamos llegado más tarde de lo previsto, así que teníamos solo 1 hora y 45 minutos para ver todo el mercado. Como? Ni dos horas? Entre la manera de llevarnos en el bus y que teníamos menos rato de visita por culpa del guía, empezamos la visita al mercado con un cabreo de 3 pares.
El mercado de Bac Ha es un mercado indígena que se celebra todos los domingos del año. La gente de las diferentes etnias viene aquí a vender sus productos, donde se puede encontrar casi de todo. Hay ropa, comida, menaje, herramientas y hasta una zona donde venden ganado. También hay puestos donde venden souvenirs para los turistas.
Tenéis que comprar los artículos a menos de la mitad del precio que os digan. Los vietnamitas tienen una forma de regatear muy rara, o al menos yo, nunca la había visto antes en ningún otro país. Ellos te dicen un precio, tu les dices uno mucho más bajo, y si les gusta, directamente te dicen que si sin hacer contraoferta. De modo que si te dicen 100, y tu le dices 50 y te dice que si a la primera, te vas con la sensación de que estas pagando demasiado.
En casi todos los puestos venden lo mismo, así que mi consejo es que no compréis en el primero que veáis, y que vayáis tanteando los precios de las mismas cosas en varios; así sabréis el precio real.
Nosotros compramos:
2 muñecas por 100.000 VND
1 Vestido indígena 80.000 VND
1 Bolso 50.000VND
2 pulseras 20.000 VND
Lo más bonito del mercado es ver la ropa con la que visten las mujeres. Según la etnia a la que pertenezcan, llevan las ropas de unos colores u otros y de estilos diferentes.
Al acabar el mercado volvimos a juntarnos todos los de autobús para comer en un restaurante. Juntamos una mesa entera de españoles donde conocimos a María y Darío, una pareja muy simpatica de madrileños. Mientras comíamos, intercambiamos opiniones sobre la experiencia con el mercado.
La gente estaba súper contenta, les había encantado todo, pero Sandra y yo teníamos una sensación agridulce.
El mercado está muy bien, es muy bonito y muy recomendable, pero…… nosotros esperábamos mucho más.
Dos años antes habíamos estado en el mercado indígena de Chichicastenango en Guatemala, y esperábamos que este fuese parecido. Y nada que ver con la realidad. A si que el problema fue nuestro por generarnos tantas expectativas.
El de Guatemala era mucho más autentico, mas grande, sin apenas turistas. No quiero hacer mucha publicidad sobre él, porque si no se llenaría de turistas y perdería su encanto, jeje, además dentro de unos años nos gustaría volver y que todo siguiera igual.
Tras la comida y la sobremesa claro está, nos llevaron a una aldea cercana a ver una casa típica de allí.
En la casa solo había una señora que no nos hizo ni caso porque estaba viendo la tele, así que nosotros mismos nos hicimos de guías improvisados. Vimos la cuadra donde tenían cerdos, caballos y búfalos, y poco más.
Para mí la visita no mereció mucho la pena, y además que la mujer estuviera viendo la tele en un plasma mejor que el de mi casa, le restaba mucho encanto.
Vuelta al autobús, y otras dos horas de camino para llegar a Lao Chai a dejar a la gente que volvía a Hanói. En Lao Chai aprovechamos para hacernos fotos junto al rio que hace de frontera natural entre china y Vietnam. Hay un puente que cruza de un país a otro, pero supongo que habrá que pagar un visado, porque ningún turista pasaba al lado chino.
Después de dejar a la gente en la estación, emprendimos nuestro viaje hacia sapa.
Otra vez tocaba subir otro puerto, pero esta vez el camino fue solo de 1,5 horas .
A las 18:30 hicimos el chek in en el hotel Panorama, y como todavía era pronto para cenar nos fuimos con María y Darío a dar un paseo por el pueblo.
El Hotel esta en el centro de Sapa. La habitación era amplia y estaba muy limpia, pero olía un poco a humedad.
Después de 5 días pasando un calor terrible, por fin llego el día de abrigarse. Que sensación mas buena eso de no ir sudando.
Sapa esta a 1600 m de altitud así que las noches son frescas en verano y en invierno hasta llega a nevar. Nosotros tendríamos unos 17 grados por la noche.
El pueblo me recordó muchísimo al típico pueblo del pirineo francés, lleno de hoteles y tiendas de ropa de montaña. Hasta la arquitectura es de estilo francés.
La ropa que venden es la mayoría de la marca The north face. Es muy barata, pero no está claro que sean originales…..había gente que decía que si, y gente que decía que no. En cualquier caso eran copias muy buenas y por poner un ejemplo, podías comprarte unas botas de monte con Gore-tex por 40 euros.
También hay tiendas de souvenirs y muchas indígenas vendiendo en la calle.
Las cosas que vendían eran las mismas cosas que vendían en Bac Ha, de manera que si alguien se queda sin comprar algo en el mercado tiene en Sapa otra oportunidad de hacerlo.
Mientras paseábamos, escuchamos a lo lejos una música muy alta. Nos acercamos a ver que era y resulto ser un polideportivo donde hacían una especie de aerobic asiático para señoras mayores. Estuvimos cinco minutos mirando y al final los 4 acabamos bailando un poco jeje, y llego la hora de irse a cenar y a la cama.
No es casualidad que llegáramos a Lao Chai el domingo. Todo el viaje lo habíamos organizado para que si o si el domingo estuviéramos en Lao Chai y así poder ver el mercado de Bac Ha que solo se celebra este día de la semana.
Al bajar del tren un guía nos llevo hasta el hotel Thien Hai, donde nuestros compañeros de rutas Vietnam nos habían reservado una habitación para ducharnos y cambiarnos, y de paso desayunar. El tren se había retrasado un poco así que para hacer todo esto disponíamos solo de media hora.
Tras engullir es desayuno, a las 8:15 estábamos como clavos en la recepción del hotel. Tanta prisa no sirvió de nada, porque el guía apareció 45 mas tarde de la hora acordada. Lo peor es que venía en plan tranquilos, no pasa nada!! Y nosotros con un mosqueo increíble.
Nos montamos en un microbús con más gente, demasiada… El bús iba hasta los topes, y teníamos que llevar la mochila entre las piernas o en mi caso encima de ellas.
La carretera no es apta para gente con tendencia a marearse. Hay que subir un puerto de montaña con muchísimas curvas y encima en microbuses donde el espacio para las piernas es minúsculo. Después de 2 horas de viaje horrible ya estábamos en Bac Ha.
Al llegar al pueblo nos dijeron que habíamos llegado más tarde de lo previsto, así que teníamos solo 1 hora y 45 minutos para ver todo el mercado. Como? Ni dos horas? Entre la manera de llevarnos en el bus y que teníamos menos rato de visita por culpa del guía, empezamos la visita al mercado con un cabreo de 3 pares.
El mercado de Bac Ha es un mercado indígena que se celebra todos los domingos del año. La gente de las diferentes etnias viene aquí a vender sus productos, donde se puede encontrar casi de todo. Hay ropa, comida, menaje, herramientas y hasta una zona donde venden ganado. También hay puestos donde venden souvenirs para los turistas.
Tenéis que comprar los artículos a menos de la mitad del precio que os digan. Los vietnamitas tienen una forma de regatear muy rara, o al menos yo, nunca la había visto antes en ningún otro país. Ellos te dicen un precio, tu les dices uno mucho más bajo, y si les gusta, directamente te dicen que si sin hacer contraoferta. De modo que si te dicen 100, y tu le dices 50 y te dice que si a la primera, te vas con la sensación de que estas pagando demasiado.
En casi todos los puestos venden lo mismo, así que mi consejo es que no compréis en el primero que veáis, y que vayáis tanteando los precios de las mismas cosas en varios; así sabréis el precio real.
Nosotros compramos:
2 muñecas por 100.000 VND
1 Vestido indígena 80.000 VND
1 Bolso 50.000VND
2 pulseras 20.000 VND
Lo más bonito del mercado es ver la ropa con la que visten las mujeres. Según la etnia a la que pertenezcan, llevan las ropas de unos colores u otros y de estilos diferentes.
Al acabar el mercado volvimos a juntarnos todos los de autobús para comer en un restaurante. Juntamos una mesa entera de españoles donde conocimos a María y Darío, una pareja muy simpatica de madrileños. Mientras comíamos, intercambiamos opiniones sobre la experiencia con el mercado.
La gente estaba súper contenta, les había encantado todo, pero Sandra y yo teníamos una sensación agridulce.
El mercado está muy bien, es muy bonito y muy recomendable, pero…… nosotros esperábamos mucho más.
Dos años antes habíamos estado en el mercado indígena de Chichicastenango en Guatemala, y esperábamos que este fuese parecido. Y nada que ver con la realidad. A si que el problema fue nuestro por generarnos tantas expectativas.
El de Guatemala era mucho más autentico, mas grande, sin apenas turistas. No quiero hacer mucha publicidad sobre él, porque si no se llenaría de turistas y perdería su encanto, jeje, además dentro de unos años nos gustaría volver y que todo siguiera igual.
Tras la comida y la sobremesa claro está, nos llevaron a una aldea cercana a ver una casa típica de allí.
En la casa solo había una señora que no nos hizo ni caso porque estaba viendo la tele, así que nosotros mismos nos hicimos de guías improvisados. Vimos la cuadra donde tenían cerdos, caballos y búfalos, y poco más.
Para mí la visita no mereció mucho la pena, y además que la mujer estuviera viendo la tele en un plasma mejor que el de mi casa, le restaba mucho encanto.
Vuelta al autobús, y otras dos horas de camino para llegar a Lao Chai a dejar a la gente que volvía a Hanói. En Lao Chai aprovechamos para hacernos fotos junto al rio que hace de frontera natural entre china y Vietnam. Hay un puente que cruza de un país a otro, pero supongo que habrá que pagar un visado, porque ningún turista pasaba al lado chino.
Después de dejar a la gente en la estación, emprendimos nuestro viaje hacia sapa.
Otra vez tocaba subir otro puerto, pero esta vez el camino fue solo de 1,5 horas .
A las 18:30 hicimos el chek in en el hotel Panorama, y como todavía era pronto para cenar nos fuimos con María y Darío a dar un paseo por el pueblo.
El Hotel esta en el centro de Sapa. La habitación era amplia y estaba muy limpia, pero olía un poco a humedad.
Después de 5 días pasando un calor terrible, por fin llego el día de abrigarse. Que sensación mas buena eso de no ir sudando.
Sapa esta a 1600 m de altitud así que las noches son frescas en verano y en invierno hasta llega a nevar. Nosotros tendríamos unos 17 grados por la noche.
El pueblo me recordó muchísimo al típico pueblo del pirineo francés, lleno de hoteles y tiendas de ropa de montaña. Hasta la arquitectura es de estilo francés.
La ropa que venden es la mayoría de la marca The north face. Es muy barata, pero no está claro que sean originales…..había gente que decía que si, y gente que decía que no. En cualquier caso eran copias muy buenas y por poner un ejemplo, podías comprarte unas botas de monte con Gore-tex por 40 euros.
También hay tiendas de souvenirs y muchas indígenas vendiendo en la calle.
Las cosas que vendían eran las mismas cosas que vendían en Bac Ha, de manera que si alguien se queda sin comprar algo en el mercado tiene en Sapa otra oportunidad de hacerlo.
Mientras paseábamos, escuchamos a lo lejos una música muy alta. Nos acercamos a ver que era y resulto ser un polideportivo donde hacían una especie de aerobic asiático para señoras mayores. Estuvimos cinco minutos mirando y al final los 4 acabamos bailando un poco jeje, y llego la hora de irse a cenar y a la cama.