Tercer día de viaje, el planing de hoy consistía en conocer el famoso Loro Park, y por la tarde acercarse a pasear por Puerto de la Cruz.
Pensamos que al ser lunes habría mucha menos gente, pero resultó ser todo lo contrario: el zoo estaba a rebosar de gente, y por la mañana había que hacer cola para ver los espectáculos. Además el día de la visita hacía bastante calor, por lo que era necesario parar cada poco rato.
El Loro Park es un zoológico situado al norte de la isla, en las inmediaciones de Puerto de la Cruz. Tiene el premio de ser considerado el mejor zoo de Europa y el tercero del mundo, según la página web de viajes Triapdvisor.
Si también se pretende visitar el Siam Park, un parque acuático situado en el sur de la isla, compensa comprar el pack conjunto, ya que resulta más económico que comprarlas por separado.
Si se viene en coche, como en nuestro caso, delante del zoo hay plazas de aparcamiento libres, por lo que no hace falta pagar el parking. Por otra parte, si se está hospedado en el sur de la isla, existen diversos buses de la compañía que realizan el recorrido. También existe un trencito que parte del centro de Puerto de la Cruz.

Lo mejor del zoo es sin duda los espacios naturales creados, con numerosa vegetación y acercándote al lugar de origen del animal.


En cuanto a animales, el Loro Park cuenta con la colección más numerosa de loros del mundo; de ahí el nombre del zoológico.




Aparte de una gran cantidad de aves, también cuenta con instalaciones específicas donde albergan pingüinos, peces, ballenas, aves…

También se pueden observar otro tipo de animales como tigres, cocodrilos, monos, gorilas, osos hormigueros, tortugas, etc.
La gran carencia del Loro Park es la gran ausencia de animales salvajes, como leones, elefantes, jirafas, guepardos, osos… Por otra parte, el zoo cuenta con diversos espectáculos de animales como delfines, orcas, leones marinos y loros. Los que más me gustaron fueron los de leones marinos y orcas.

Para comer existen restaurante en el propio recinto, aunque también es posible llevar tu propia comida, como hicimos nosotros. Ver el parque completo, con todos los espectáculos, nos llevó toda la mañana y gran parte de la tarde.
Mi opinión personal es que se trata de un buen lugar donde observar animales, especialmente aves, en un entorno rodeado de espacios naturales muy bien creados. Por otra parte, si lo que realmente se pretende es conocer la mayoría de animales que habitan en nuestro planeta, es más recomendable la visita al Zoo de Madrid.
Después de visitar el Loro Park, nos acercamos al centro de Puerto de la Cruz, a tan solo 2 km de distancia.
Puerto de la Cruz se instala en la fachada marítima del valle de la Orotava y ha sido históricamente su salida hacia el Atlántico. De hecho, su primer nombre fue Puerto de la Villa de la Orotava, y no obtuvo la independencia municipal hasta 1648. Su vieja vocación de villa marinera y pescadora se percibe perfectamente en algunos lugares de la población, aunque Puerto de la Cruz se ha desarrollado como el principal núcleo turístico del norte de Tenerife.
Conseguimos aparcar por el barrio pesquero de la Ramilla, donde hay magníficos ejemplos de arquitectura canaria. En el extremo del barrio se localiza el Castillo de San Felipe y la Playa Jardín.

Al final del barrio, llegamos al viejo puerto pesquero.
Enfrente del puerto, contemplamos la Casa de la Real Aduana, fundada en 1620, en cuyo interior se localiza la oficina de turismo y el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl.

De aquí parte la calle Lonjas, que conserva buenos ejemplos de arquitectura tradicional canaria. La calle desemboca justo en la Plaza de Europa, diseñada en forma de fortaleza sobre el mar.
En la plaza se localizan diversos puntos de interés, como el Ayuntamiento, un edifico contemporáneo de estilo canario, la Casa Miranda, un magnífico ejemplo de la arquitectura civil canaria del siglo XVIII, y la Batería de Santa Bárbara.



Bordeando el Ayuntamiento, llegamos al Paseo de San Telmo, una gran avenida comercial, que discurre paralela al litoral.

En ella se localizan la playa de San Telmo, y la Ermita de San Telmo, al final del paseo.

Al acabar el Paseo de San Telmo aparece la Plaza de los Reyes Católicos desde la que sale le trencito para el Loro Park.
Un poco más adelante, ya en el paseo de Colón, nos encontramos con el Lago Martiánez, un conjunto de piscinas y solariums elaboradas por el artista canario Cesar Manrique (hay uno muy similar en Santa Cruz, el complejo Cesar Manrique).



También es obra de este artista canario la Playa Martiánez, de arena negra.

Regresamos de nuevo al punto de partida, pero esta vez lo hicimos el casco antiguo de Puerto de la Cruz. En primer lugar, contemplamos la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, levantada en 1684 y cuyo interior recoge un importante legado artístico.



Tomando una calle que parte desde la iglesia, permite llegar hasta otro templo, el de San Francisco. Se trata del edificio más antiguo de la población (se construyo en 1599), y muestra diversos estilos arquitectónicos.

Muy cerca aparece la pequeña plaza Concejeli, donde en una de sus esquinas está la Casa Iriarte, donde nacieron los hermanos Iriarte, destacadas figuras de la ilustración española.
Tomando la calle San Juan desembocamos en la Plaza del Charco, uno de los espacios más agradables de la población. Cuenta con diversos laureles de indias y palmeras, y una fuente central.
Después de la vista por la Plaza del Charco, finalizamos la visita por Puerto de la Cruz, y regresamos a casa.