Desde el primer momento pensábamos que éste día sobraba y así fue pero en fin...
Nos levantamos a las ocho con la finalidad de ducharnos y dejar la habitación a hora(a las 10:30 h);a las nueve ya estábamos en la calle dado que queríamos ir a Monnikendam para acabar de utilizar el billete que según el chófer del sábado valía durante todo el domingo..pues no,el billete no valía más que hasta las doce de la noche del sábado y no pudimos volver al waterland.La verdad es que si hubiéramos querido nos hubiéramos "colado" sin más ya que no se fijan en la fecha del billete pero tampoco nos gusta meternos en líos.
Aplicamos el plan "B" y nos dispusimos a ver los cuatro detallitos de la capital que nos faltaban; nos fuimos hacia la cabecera del Singel para ver la casa más estrecha de la ciudad(en el número 7) y la vieja iglesia luterana con su gran cúpula con ribete verde que está muy cerca de la casita;vagabundeamos por los canales y el Jordaan sin rumbo fijo descubriendo algunos patios llenos de flores.
De semejante guisa,nos llegamos hasta el hotel Pulitzer en Prinsengracht y en un banquillo a la vera del muelle almorzamos viendo pasar barquitos familiares con gente tomando el sol y comiendo.De allí,por Leidsegracht,Spui y Rokin de vuelta al hotel para recoger la maleta y hacia el aeropuerto.Sin novedad alguna llegamos ya hacia la medianoche a casa.
RESUMEN:Amsterdam es bastante más que el barrio rojo y los coffe-shops.Si eres un poco andarín no hace falta tomar ningún medio público de transporte.Es una ciudad diferente aunque acabes hasta el moño de las bicicletas.Amsterdam vale la pena.
Agradecer a mi esposa sus fotos y las notas del diario que he compilado y a mi hija el que no nos haya frenado para nada.Y a Uds. por leer este Diario.Gracias.
Nos levantamos a las ocho con la finalidad de ducharnos y dejar la habitación a hora(a las 10:30 h);a las nueve ya estábamos en la calle dado que queríamos ir a Monnikendam para acabar de utilizar el billete que según el chófer del sábado valía durante todo el domingo..pues no,el billete no valía más que hasta las doce de la noche del sábado y no pudimos volver al waterland.La verdad es que si hubiéramos querido nos hubiéramos "colado" sin más ya que no se fijan en la fecha del billete pero tampoco nos gusta meternos en líos.
Aplicamos el plan "B" y nos dispusimos a ver los cuatro detallitos de la capital que nos faltaban; nos fuimos hacia la cabecera del Singel para ver la casa más estrecha de la ciudad(en el número 7) y la vieja iglesia luterana con su gran cúpula con ribete verde que está muy cerca de la casita;vagabundeamos por los canales y el Jordaan sin rumbo fijo descubriendo algunos patios llenos de flores.




RESUMEN:Amsterdam es bastante más que el barrio rojo y los coffe-shops.Si eres un poco andarín no hace falta tomar ningún medio público de transporte.Es una ciudad diferente aunque acabes hasta el moño de las bicicletas.Amsterdam vale la pena.
Agradecer a mi esposa sus fotos y las notas del diario que he compilado y a mi hija el que no nos haya frenado para nada.Y a Uds. por leer este Diario.Gracias.