24 de Mayo, Shanghái ✏️ Diarios de Viajes de China

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24 de Mayo, Shanghái

Hoy nos vamos a ir a una población cercana a Shanghái, se llama Quibao . Con el crecimiento de la ciudad y la ampliación de la red de metro se puede ir a ella en este medio de transporte, lo cual hace que la visita sea sencilla, rápida y económica.
Quibao es una ciudad que se caracteriza por sus canales haciendo de ella un punto de visita ineludible. Una vez que llegamos en metro hay un ratito caminando pero son muchos los visitantes que acuden así que no hay perdida posible. Paseando enseguida llegamos y nos encontramos con uno de los sitios donde más turistas hay (en su mayoría chinos).


s un precioso laberinto de callejuelas y canales. Repleta de puestos de comida, suvenires, todo locales de construcción típica china hacen que pasear sea un delicia a pesar de haber multitud de gente. Llegamos a la zona de los canales y vemos que es posible pasear en barca, todas ellas capitaneadas por mujeres que reman con una soltura increíble a pesar de no ser ya ninguna de ellas unas niñas.


En este sitio nos paso una de esas anécdotas relacionadas con la gente que tanto nos gusta tanto a Fer como a mi. Había una pareja de chinos ya mayores, el parecía aficionado a la fotografía como Fer así que “entablaron conversación”, si así puede llamarse porque ellos de ingles nada y nosotros de chino menos, al final lo que querían era fotografiarse con nosotros y les daba vergüenza pedírnoslo.


Proseguimos nuestro paseo y paramos a ver una actuación callejera y allí una niñita me empezó a observar con detenimiento, tras un buen rato de mirarme sin decir ni media palabra abrió su pequeño bolsito y me regalo su peine de muñequitos y hizo ademán que era para que me peinase, ¡como si yo nunca hubiera visto uno! Qué ilusión me hizo, la hubiera achuchado allí mismo. Debió de pensar que mis rizos eran por no tener peine y sin dudar me regalo el suyo.



Después de salir pasear, navegar y hacer nuevos “amigos” nos retiramos a comer.
Habíamos visto un centro comercial con mucha zona de ocio y restauración y allí decidimos hacer la parada de rigor y volvernos a atrever a probar alguna especialidad china que esta vez debo reconocer que estaba realmente deliciosa.

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