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Nos despertamos sin tormenta
, es nuestro octavo día de vacaciones y nuestro séptimo día de actividades ya que el domingo no salimos del camping. Hoy no madrugamos, aun así los niños no tardan mucho en despertarse, desayunar y salir pitando a sus actividades, hoy les toca zumba y como la ruta programada para la jornada no requiere de todo el día, disfrutan hasta las once hora en la que tomamos ruta hacia hacia Lanuza y su embalse.Ya estamos en camino, tomamos dirección Fiscal y volvemos a pasar el impresionante túnel del Petralba con el impresionante paisaje de este tramo de la N260, a la altura de Sabiñánigo giramos hacia Biescas, localidad de triste recuerdo y puerta de entrada del Valle del Tena, el paisaje hasta Lanuza es impresionante, pasado Panticosa llegamos al Embalse de Lanuza sobre las doce y media.
Se celebra el Festival Pirineos Sur y la carretera que bordea el lago por su margen derecha la han habilitado en un único sentido para permitir el aparcamiento en sus márgenes. Mucha juventud recién levantada y algunos que aún duermen en sus tiendas de campaña o en los coches. En unos minutos llegamos al embarcadero de Suscalar, complejo hostelero en una bonita cabaña en donde se pueden alquilar kayaks para recorrer el lago. Tienen el acceso restringido a quien tenga reserva para comer y para los que, como nosotros vayan a alquilar.
El personal es atento y las instalaciones disponen de vestuarios y taquillas en donde dejamos la comida. Yo alquilo un kayak y el resto de la familia elige una pedaleta, en total treinta y nueve eurazos por una hora, barato no es pero la verdad es que mereció la pena. Es sólo la segunda vez que me subo a un kayak pero la experiencia me gustó más que la primera vez, la sensación de libertad que se siente paleando en el medio del embalse es muy chula y el relax total.
El día no estaba muy allá pero con el paso de los minutos el sol le fué ganando la partida a las nubes y disfrutamos de lo lindo del embalse y de las hermosas vistas que ofrece de Lanuza y del resto del valle. Transcurrida nuestra hora recogemos los bártulos y reponemos fuerza en la pradera que el embarcadero pone a disposición de sus clientes en la misma orilla del lago (con sillas para poder descansar).
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Tras un buen rato jugando por la zona nos volvemos al camping en donde aún podemos aprovechar la piscina unas horas. Día relajado y poco exigente, mañana será diferente.
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