Día 11: Thingeyri-Grundarfjörður
Comienza temprano un nuevo día, soleado, con una temperatura agradable, aunque algo ventoso. Así que de nuevo al coche, esta vez para terminar nuestro recorrido por los fiordos del oeste y alcanzar la península de Snæfellsnes.
Llevábamos muchos días comiendo bacalao e incluso viendo en los pueblos pesqueros cómo lo descargaban, pero no habíamos visto cómo lo "cultivan". Lo hacen en el interior de esos espacios circulares en la parte más estrecha del fiordo.
Llevábamos muchos días comiendo bacalao e incluso viendo en los pueblos pesqueros cómo lo descargaban, pero no habíamos visto cómo lo "cultivan". Lo hacen en el interior de esos espacios circulares en la parte más estrecha del fiordo.
Atravesamos la península de Þingeyri y, una vez tierra adentro vemos que los fiordos del oeste no sólo ofrecen espectaculares paisajes marinos, sino que también nos enseñan valles y montañas.
Seguimos conduciendo por la carretera 60 y llegamos hasta la bajada del que es, sin ninguna duda, el fiordo más bonito de toda la isla: Arnarfjörður.
Esta imagen refleja perfectamente cómo fueron la mayoría de las carreteras que recorrimos este día, sin asfaltar y llenas de curvas y desniveles, pero también los paisajes tan espectaculares a los que te permitían llegar.
Pero es que en esta zona también se puede ver muchas casas tradicionales islandesas junto con preciosas iglesias, como estas de Hrafnseyri.
Pero es que en esta zona también se puede ver muchas casas tradicionales islandesas junto con preciosas iglesias, como estas de Hrafnseyri.
Una vez abajo se llega a este precioso fiordo, en el que casi no se aprecia dónde comienza la tierra y dónde su reflejo.
Pero es que este fiordo, además tiene la que para mi es la cascada más bonita de Islandia: Fjallfoss o Dynjandi, que con 100 metros de altura y sus numerosos "escalones" es diferente a todas las que habíamos visto hasta ahora. Lástima que justo en el momento en el que llegamos se nubló.
Dejando la cascada a nuestra derecha comenzamos a subir el desnivel hasta la parte alta de la misma. Se trata de una gran superficie plana llena de lagos provenientes del deshielo y entre los que discurren ríos que se juntan en uno grande que es el que hace la cascada. No hay ni un solo árbol y apenas vegetación.
Ya desde aquí un largo camino por el interior, hasta llegar a Flókalundur, donde teníamos intención de hacer alguna caminata por la Reserva Natural de Vatnsfjörður, pero es que cuando llegamos diluviaba, pero como prácticamente no nos había llovido ningún día, tanto que, por supuesto no nos bajamos, pero decidimos incluso parar en un restaurante que había en el centro de visitantes para esperar a ver si pasaba tomando un café.
No dejó de llover, pero cuando la tormenta amainó un poco continuamos camino, recorriendo la parte sur de los fiordos. Esta parte del camino se nos hizo un poco larga, ya que las carreteras eran pésimas y veníamos de ver una zona tan bonita que el resto como que desmerecía un poco.
No obstante, el tiempo mejoró muchísimo, pasamos Búðardalur y un poco después de la intersección de la carretera 60 (nuestra compañera de todo el día) con la 54, se encuentra una granja de vacas, en la que hacen unos helados artesanos riquísimos, Erpsstaðir. Merece la pena parar y además, echar un vistazo a la granja.
Dimos la vuelta para volver a la intersección y coger la carretera 54, por la que circularemos lo que queda del día y gran parte del día siguiente. Nos volvemos a acercar al mar y comenzamos a ver las incontables islas de la bahía de Breiðafjörður.
Y de nuevo aparecieron los paisajes de granjas, ya que volvíamos a estar en una zona de clima más benigno que el extremo norte.
Habíamos visto muchísimos caballos, nos habíamos parado numerosas veces, pero todavía no habíamos visto potros. Hoy sí, aunque no se acercaban tanto como los adultos y no se dejaban tocar.
Ya en la carretera 54 no encontramos en la península de Snæfellsnes y visitamos Stykkishólmur, el que se considera el primer pueblo de la península. Tiene un bonito puerto, una iglesia muy moderna,
un promontorio de basalto con un precioso faro rojo,
y unas espectaculares vistas de la bahía con sus miles de islas.
Desde aquí nos fuimos al pueblo donde dormiríamos esa noche, Grundarfjörður. Nuestro hotel estaba justo en una preciosa bahía, a los pies del Kirkjufell. Visto desde este lado no parece el mismo, ¿verdad?
Al llegar el tiempo fue empeorando y una vez que llegamos al hotel se puso a llover mucho de nuevo. Cuando salimos a cenar nos costó mucho encontrar un restaurante, lo que estaban abiertos no tenían sitio, nos hacían esperar un rato largo y el resto estaban cerrados.
Habíamos leído en la guía que había un puesto de perritos calientes muy bueno, pero pensábamos que solo abría por la mañana, así que lo descartamos, pero yendo por el pueblo buscando una alternativa donde cenar nos lo encontramos, y estaba a punto de cerrar pero abierto. Se llama Meistarinn y es un "food track". Como el tiempo estaba de perros pedimos la cena para llevar: un par de perritos y unos fish$chips que nos comimos en la super cocina del hotel.
Agotados, nos fuimos a la cama. Pero no me puedo resistir a poner esta panorámica de uno de los lugares más bonitos de Islandia: Arnarfjörður
Habíamos leído en la guía que había un puesto de perritos calientes muy bueno, pero pensábamos que solo abría por la mañana, así que lo descartamos, pero yendo por el pueblo buscando una alternativa donde cenar nos lo encontramos, y estaba a punto de cerrar pero abierto. Se llama Meistarinn y es un "food track". Como el tiempo estaba de perros pedimos la cena para llevar: un par de perritos y unos fish$chips que nos comimos en la super cocina del hotel.
Agotados, nos fuimos a la cama. Pero no me puedo resistir a poner esta panorámica de uno de los lugares más bonitos de Islandia: Arnarfjörður
ALOJAMIENTO GRUNDARFJÖRDUR:
• Grundarfjörður Guesthouse and Apartments. Tiene varios casas en las que alojarse. La nuestra estaba justo de espaldas al Kirkjufell. La habitación muy bien, todo muy nuevo, especialmente la enrome cocina común.
INFORMACIÓN:
• westfjords.is