El sábado amaneció soleado y al parecer navegábamos bastante cerca de la costa (se veía en el horizonte). Comenzaba la recta final del viaje, donde nos esperaban dos días de navegación consecutivos que se podían hacer muy largos. Por eso habíamos planeado actividades diferentes para amenizar las horas muertas. Comenzamos el día con el desayuno habitual en la habitación, y dejamos a los niños en el “Junior”resto de la mañana para empezar a hacer las maletas, 7 maletas son muchas y no se podía dejar todo para el último día. Después de la comida a la carta en el Restaurante Panorama Silvia tenía su masaje en el Spa.
Vistas desde el balcón a primera hora de la mañana
Entrada al Spa, en la proa de la cubierta 7
Posteriormente, nos dirigimos a ver el segundo espectáculo del Circo del Sol: “Sonnor” que, personalmente nos gustó menos que el primero. Si tenéis que escoger uno de los dos, yo recomiendo “Viaggio”, pero insisto en que nos gustaron los dos.
Este día vimos el que para mí fue el mejor espectáculo en el teatro: “Born to Rock”, donde cantantes y bailarines nos hicieron disfrutar con un “pupurri” de canciones Roqueras de todas las épocas, desde los Beattles hasta Queen, pasando por Aretha Franklin y otros muchos clásicos de los 70 y 80. Fantástico en mi opinión. A última hora desde nuestro balcón, observamos que la noche empieza a aparecer. Quizás era un alivio, pero nos indicaba también que el viaje tocaba a su fin.
Para el domingo teníamos reservado la comida de mediodía en el restaurante temático-Japonés Teppanyaki con nuestros Amigos Araceli y Toni, pero antes os quiero explicar la variedad que se podía encontrar a la hora de desayunar en el Buffet: muy muy completo y rico , el mejor buffet que he visto en un crucero, tortillas variadas hechas al momento, carnes, embutidos, quesos , cereales variados, diferentes tipos de frutas y yogures, tés de todas clases, etc, además de los panes de todo tipo, mantequillas y mermeladas, croissants, napolitanas, muffins y otros productos de repostería.
En cuanto al Teppanyaki, la verdad es que la experiencia, aunque cara, fue genial. La recomendamos al 100%. ES como ir a un espectáculo de una hora y media con comida incluida. La comida buenísima y abundante, mucho mejor que la servida en restaurantes y Buffet y la actuación del cocinero super-divertida. Son unos auténticos artistas!!!
El cocinero expresando su amor a Silvia con el arroz
Haciendo malabarismos con las herramientas de trabajo
Cocinando las carnes y las verduras
Plato "combinado " de pollo, ternera y verduras variadas... EXQUISITO!!
Dedicamos la tarde a recorrernos la Galería Meravigia. Situada en la cubierta 6, es algo así como el alma del barco. Allí se encontraba la heladería italiana (4€ cucurucho con una bola grande; 5€ batido de frutas con sabor a naranja), que visitamos en tantas ocasiones durante nuestro viaje. Cada día te van ofreciendo diferentes oferta en las diferentes tiendas; perfumes al 50% (2x1); descuentos importantes en diferentes Souvenirs Noruegos; ofertas en el Spa o en los diferentes restaurantes temáticos, etc. La verdad es que fueron un poco pesados con las ofertas, pero esto es algo que pasa en todos los cruceros. Además siempre acabas comprando… y luego te viene el mareo cuando te llega la factura el último día. El techo de la galería está formado por una especie de pantalla gigante que va cambiando de formato continuamente, igual te ponen un espectacular cielo azul que el techo de la capilla Sextina. Esto le da un aire muy original. Además cada noche, entre 23:30 y 24:00 te ponen un espectáculo de fuegos artificiales diferente, que corresponden a diferentes capitales mundiales: París, Sidney, Rio de Janeiro, Nueva York… una pasada vamos, parece que estás en un gran Centro Comercial de Barcelona o Madrid.
Heladería en la Galería Meraviglia
En la Galería Meraviglia
Nos llamó mucho la atención la cantidad que gente mayor que viaja en este crucero, sobretodo alemanes. Muchos de ellos con graves problemas de movilidad (silla de Rueda, andador, muletas). Dudo mucho si será un crucero adecuado para este tipo de pasajeros, a no ser que quieran estar en el barco todo el tiempo, lo que resulta ilógico teniendo en cuenta los destinos visitados. Incluso hemos observado como en algún puerto nada más atracar, llegó una ambulancia con camilla e incluso durante la navegación, antes de llegar a puerto se presentó un equipo médico a bordo de una lancha motora… no nos cabe duda que el médico de a bordo facturó un buen número de visitas.
Ese día no asistimos al espectáculo del teatro, una ópera representada por los cantantes de a bordo. Nos retiramos pronto a descansar que al día siguiente sí que se madruga. Tarde de mala mar, no nos apetece mucho hacer nada, aunque al llegar al camarote como siempre nos encontramos con la sorpresa de nuestro camarero de cabina, es supermajo!!
Tarde de mala mar. En el centro del barco se siente menos.
Una de las obras de arte de nuestro camarero de cabina
Posteriormente, nos dirigimos a ver el segundo espectáculo del Circo del Sol: “Sonnor” que, personalmente nos gustó menos que el primero. Si tenéis que escoger uno de los dos, yo recomiendo “Viaggio”, pero insisto en que nos gustaron los dos.
Este día vimos el que para mí fue el mejor espectáculo en el teatro: “Born to Rock”, donde cantantes y bailarines nos hicieron disfrutar con un “pupurri” de canciones Roqueras de todas las épocas, desde los Beattles hasta Queen, pasando por Aretha Franklin y otros muchos clásicos de los 70 y 80. Fantástico en mi opinión. A última hora desde nuestro balcón, observamos que la noche empieza a aparecer. Quizás era un alivio, pero nos indicaba también que el viaje tocaba a su fin.
Para el domingo teníamos reservado la comida de mediodía en el restaurante temático-Japonés Teppanyaki con nuestros Amigos Araceli y Toni, pero antes os quiero explicar la variedad que se podía encontrar a la hora de desayunar en el Buffet: muy muy completo y rico , el mejor buffet que he visto en un crucero, tortillas variadas hechas al momento, carnes, embutidos, quesos , cereales variados, diferentes tipos de frutas y yogures, tés de todas clases, etc, además de los panes de todo tipo, mantequillas y mermeladas, croissants, napolitanas, muffins y otros productos de repostería.
En cuanto al Teppanyaki, la verdad es que la experiencia, aunque cara, fue genial. La recomendamos al 100%. ES como ir a un espectáculo de una hora y media con comida incluida. La comida buenísima y abundante, mucho mejor que la servida en restaurantes y Buffet y la actuación del cocinero super-divertida. Son unos auténticos artistas!!!
Dedicamos la tarde a recorrernos la Galería Meravigia. Situada en la cubierta 6, es algo así como el alma del barco. Allí se encontraba la heladería italiana (4€ cucurucho con una bola grande; 5€ batido de frutas con sabor a naranja), que visitamos en tantas ocasiones durante nuestro viaje. Cada día te van ofreciendo diferentes oferta en las diferentes tiendas; perfumes al 50% (2x1); descuentos importantes en diferentes Souvenirs Noruegos; ofertas en el Spa o en los diferentes restaurantes temáticos, etc. La verdad es que fueron un poco pesados con las ofertas, pero esto es algo que pasa en todos los cruceros. Además siempre acabas comprando… y luego te viene el mareo cuando te llega la factura el último día. El techo de la galería está formado por una especie de pantalla gigante que va cambiando de formato continuamente, igual te ponen un espectacular cielo azul que el techo de la capilla Sextina. Esto le da un aire muy original. Además cada noche, entre 23:30 y 24:00 te ponen un espectáculo de fuegos artificiales diferente, que corresponden a diferentes capitales mundiales: París, Sidney, Rio de Janeiro, Nueva York… una pasada vamos, parece que estás en un gran Centro Comercial de Barcelona o Madrid.
Nos llamó mucho la atención la cantidad que gente mayor que viaja en este crucero, sobretodo alemanes. Muchos de ellos con graves problemas de movilidad (silla de Rueda, andador, muletas). Dudo mucho si será un crucero adecuado para este tipo de pasajeros, a no ser que quieran estar en el barco todo el tiempo, lo que resulta ilógico teniendo en cuenta los destinos visitados. Incluso hemos observado como en algún puerto nada más atracar, llegó una ambulancia con camilla e incluso durante la navegación, antes de llegar a puerto se presentó un equipo médico a bordo de una lancha motora… no nos cabe duda que el médico de a bordo facturó un buen número de visitas.
Ese día no asistimos al espectáculo del teatro, una ópera representada por los cantantes de a bordo. Nos retiramos pronto a descansar que al día siguiente sí que se madruga. Tarde de mala mar, no nos apetece mucho hacer nada, aunque al llegar al camarote como siempre nos encontramos con la sorpresa de nuestro camarero de cabina, es supermajo!!