Hola!
Antes de nada os explico qué hago aquí, en realidad mi destino final es Katmandhu a donde iré a hacer un curso de meditación, pero como Guns n roses andan por aquí de gira, he liado a mi hermana (que es otra loca de los Guns) y aquí estamos las dos, en un viaje relámpago que nos llevará por tres enormes capitales del Sudeste asiático.
Hemos venido con Emirates haciendo escala en Dubái, yo volveré por Katmandú y mi hermana por Kuala Lumpur. Ha ido todo bien, como de costumbre con esta compañía.
La llegada a Yakarta no ha podido ser más fácil, como no hace falta visado para estancias menores de un mes, hemos pasado un control rapidito y para cuando hemos llegado a la cinta ya estaba la mochila dando vueltas. Tras recogerla hemos preguntado dónde estábamos y nos ha dicho que en la terminal 2 D, !perfecto! ahí es donde queríamos ir, así que solo hemos tenido que subir al segundo piso hasta el cajero de Mandiri Bank y sacar dinero. Con mi master card de Ing direct no he podido sacar, !qué raro! (viene dándome problemas ya varios años cuando viajo al extranjero), pero mi hermana con su visa ha sacado sin problemas.
Después nos hemos ido en el Skytrain (gratuito) hasta la T1 para coger el tren hasta el centro, la parada es Sudirman Baru (BNI), llegamos en 45 minutos y nos costó 70.000 por cabeza, poco más de 4€, esta vez pagué yo (con la misma tarjeta que no pude usar en el cajero) sin ningún problema.
Estaba casi vacío y todo muy nuevo, al final del viaje el tren empezó a ir hacia atrás, pensábamos que pasaba algo raro, pero no, llego así a la estación.
Ahí os dejo los horarios, revisar cuando vayáis porque,como ha empezado ha funcionar hace poco, iran poniendo más estaciones.
El hotel lo elegimos porque, entre otras cosas, parecía estar muy cerca de Surdiman Baru, pero no nos imaginábamos cuanto, estaba justo “al revolver la esquina“(como hubiera dicho mi padre )

El hotel se llama All seasons Jakarta Thamrim, es un cuatro estrellas y hemos pagado 143€, entre las dos, por 3 noches con alojamiento y desayuno.
Creo que ha sido una buena elección, justito para un cuatro estrellas, pero lo mejor es lo bien comunicado que está, también bastante limpio y tiene todo lo necesario, el desayuno es poco occidental, pero al fin y al cabo estamos en Asia, así que si toca desayunar sopa ¿que se le va a hacer?

Y una vez instaladas, nos pegamos una ducha y nos fuimos al Skye, fueron menos de 10 minutos caminando, estábamos reventadas, pero no podíamos acostarnos a las siete de la tarde. Y la verdad es que nos gustó un montón (a pesar de que la música estaba muy alta).
Es facil de encontrar, buscar un cartel muy grande a pie de calle que pone Menara RCA, la parte de abajo es un Banco, y una vez ahí los de seguridad os llevan hasta el ascensor. También es el mismo edificio del centro comercial Grand Indonesia, 56 pisos dan para mucho!
Me pedí una cerveza indonesa, Bintang, estaba rica y mi hermana un cocktail sin alchohol delicioso, 139.150 IDR, unos 8€.
Para nuestra desgracia los Guns n roses no aparecieron por allí, pero casi mejor, hubiera sido capaz de caerme los 56 pisos abajo con la emoción. Desde allí volvimos derechitas al hotel que llevábamos muuuuuchas horas sin dormir.
Nos hemos despertado pronto, al final ayer caímos antes de las diez, así que hemos ido a desayunar, lo poco dulce que había no valía “ pa ná”, así que he improvisado un pan con tomate cherry restregado, la intención era tomarme algo caliente para acompañarlo, peeeeeeeero el café con leche que he pedido era en realidad un vaso de leche tibia con un chorrito de café americano

Tras el extraño desayuno, hemos salido rumbo a Kota, el centro histórico, la parada del bus estaba a 5 minutos de nuestro hotel y tengo que deciros que un 10 para el transjakarta, son autobuses con aire acondicionado que tienen su propio carril, así que mientras todo el mundo está metido en el gran atasco, tú vas pasando tan ricamente con el bus. Con la flecha roja os señalo el carril (vacío) por el que solo circula el Transjakarta.
Nos costó 40.000IND (2€) la tarjeta con 5 viajes.
Lo que más nos ha gustado es la regla no escrita de que las mujeres van delante y los hombres detrás, no lo pone en ningún sitio, pero lo respetan a rajatabla. Esta bien para evitar manoseos.
De camino hemos visto el MONAS, que es un obelisco símbolo de la ciudad

Una vez en nuestro destino, hemos ido sorteando el tráfico con dificultad para llegar al paraíso peatonal de Kota, había música en directo y muuuuuchos estudiantes esperando para entrevistar a turistas, por lo visto es un ejercicio de inglés del colegio.
Nos hemos hecho fotos con dos grupos de estudiantes y concedido tres entrevistas, y después nos hemos tenido que refugiar del solazo en el Café Batavia, si, este viaje es corto, así que vamos derrochando. El sitio es espectacular, muy bien conservado y hasta la música te transporta a otra época.
El agua de coco que veis más una Coca Cola, nos ha salido por un pico, pero se estaba de lujo al fresquito mirando por la ventana la actividad de la plaza Fatahillah con sus típicas bicis de colores.
Nuestro siguiente parada ha sido el puente del mercado del pollo, el último puente levadizo de la época holandesa, está pegado a otro puente más moderno que le resta vistosidad, al menos no se lo han cargado!
Para llegar al puente salimos de “lo bonito” que nos había ido ofreciendo la ciudad y empezamos a ver la otra realidad, la de las calles sin aceras, es decir, haberlas las hay, pero están convertidas en tenderetes, cocinas o criaderos de pollos, por citar algo, y sino tienes bastante con esquivar los “obstáculos” por tierra, algunos atacan por los lugares más insospechados, mi hermana a punto estuvo de darle un cabezazo a este señor que se echaba la siesta en el autobús con la cabeza por fuera.
Pero sin duda lo peor es tratar de cruzar las calles... Entre el calor, el agobiazo de sortear vehículos y el ruido del tráfico nuestro intento de explorar El Barrio chino se convertió en una vuelta rapidita, desde donde nos subimos al transjakarta (parada Glodok) y volvimos a nuestro barrio. Como ya eran casi las cuatro Y había hambre, entramos al centro comercial Plaza Indonesia, está frente al Grand Indonesia, porque habíamos leído que en el sótano había restaurantes buenos y baratos. Pero yo creo que se equivocaron, porque bueno si, pero de barato nada... Y no había mucha variedad tampoco. Este centro comercial se caracteriza por ser el más lujoso, ya me extrañaba a mi que fuera la comida barata!
Elegimos el restaurante Rakerzin, dos ensaladas, una coca-cola y un smoothie de mango salió por unos 17€. Para seguir gastando nos metimos en un Starbucks, si, soy adicta al café, voy por el mundo de Starbucks en Starbucks, y nos dejamos 6€ más por 2 cafés.
Desde allí cogimos un taxi bluebird (se reconocen fácilmente por el color, adivinad, siii, azul) para que nos llevara a las tiendas de artesanía de Surabaya, pero como ya estaba atardeciendo estaban casi todas cerradas. Aún así pasamos un buen rato revolviendo entre las “antigüedades” de las que encontramos abiertas. No compramos nada porque andamos mal de espacio en las mochilas, pero había cosas chulas.
Y después nos fuimos a lo hotel para prepararlo todo para el Gran día, el primer concierto!



Tras desayunar (mi sopa entre otras cosas), fuimos al Mandiri Bank que hay en el Grand Indonesia a cambiar 10€, que de tanto derrochar nos estábamos quedando peladas. Aproveche la oportunidad para comprarme un cafecito en el Star... bueno ya lo sabéis, que no me pagan por publicitarles.
Fue fácil llegar, el Transjakarta nos llevo frente al estadio. Del concierto no os contaré mucho, que al fin y al cabo esto es un blog de viajes, pero si quiero deciros lo bien que nos hicieron sentir los indonesios con los que compartimos un día entero de filas, esperas,carreras y rock. Fueron amables, respetuosos y muy simpáticos, durante las largas esperas siempre había alguno diciendo tonterías para divertir a las masas.
Pero sobre todo mi profundo agradecimiento porque la lié en la última carrera por alcanzar la primera fila, me debí enganchar la riñonera con algo y al salir corriendo despavorida reventó y salió volando todo lo que llevaba dentro, pasaporte, teléfono, ect... Y la gente, en lugar de pasarme por encima y pisotearlo todo, hicieron barrera para que no me arrollaran y me lo fueron acercando. Ole, ole y ole por ellos.
Afortunadamente mi hermana si llegó a la primera fila y allí se encontró co un australiano que conocimos en el concierto de Barcelona y que, esta vez, venía con su padre, entre los tres me hicieron un hueco y aquí os dejo nuestra cara de felicidad por haber conseguido llegar:
El concierto fue brutal, mi hermana y yo nos hemos convertido en groupies oficiales después de todo lo que nos pasó. Y al final del concierto nos tuvieron que echar amablemente los de seguridad por el revuelo que se armó alrededor nuestro, con el tema de las fotos, parecía que habíamos dado el concierto nosotros cuatro. Que bien lo pasamos!
Para volver al hotel le dimos todo el dinero que teníamos a un taxista, nos daba todo igual, estábamos en una nube.
Para cuando me quise dormir eran cerca de las tres de la mañana, a las cinco y media sonaría el despertador

Salimos como zombis hacia el tren, puntual otra vez, y tomamos el avión-cafetera con la compañía Scoot, incomodísimo y el piloto debía estar en practicas, volábamos vía Singapur, el segundo vuelo igual de mal. No repetiré si puedo evitarlo.
Para acabar diré que me quedo con ganas de volver a Indonesia y perderme por sus islas, y que pese a que Jakarta es un destino que evitaría porque no tiene ningún atractivo para mi, reconozco que ha sido muy fácil movernos y entendernos, y que nos hemos sentido muy seguras.