Salimos a las 9 h. Cafayate-Cachi 271 km. 4 h. 30 m. por el asfalto (salvo la cuesta del obispo, que es de ripio, en excelente estado) R.68
HOSTERÍA ACA
Sobre la ruta 68, se encuentra la La Quebrada del Río Las Conchas, donde se ven las huellas que dejó el viento, erosionando y dando forma a montañas de colores únicos como si fueran hojas, manipulables, maleables.
Los puntos para ver están indicados.
1º) Los castillos
2ª) Siguiendo la ruta, aparecen “Las Ventanas”, . Permiten ver desde sus aberturas los grandes médanos blancos salpicados por verdes viñedos o el río Colorado corriendo seco a lo largo de su arcilloso y rojizo suelo.
3ª) “El Obelisco”. Se trata de una pequeña montaña puntiaguda que tiene una altura no mayor a los cincuenta metros y que llama la atención por su punta erosionada: idéntica a la del mítico obelisco de la ciudad de Buenos Aires, pero con la idiosincrasia particular de este caso, tallada en piedra por la naturaleza.
4) El Fraile, una formación rocosa que desde lo alto pareciera convocar a misa, no lo identificamos.
5º) “El Sapo” es otra de las llamativas figuras naturales que se cruzan en nuestro camino. Se trata de una piedra robusta y grotesca que desde cientos de metros llama la atención de los automovilistas. “
6º) MIRADOR LAS TRES CRUCES La siguiente parada obligada es en el mirador de Tres Cruces, un promontorio que ofrece una visión panorámica de la quebrada con toda su policromía, con la ruta que corre en cornisa contra los altos paredones rojizos, el angosto río bordeado de arenas amarillas y cerros azulados al fondo, con un techo de nubes blancas y azul oscuro en franja, contra espacios de cielo celeste.
7ª) “El Anfiteatro”, un lugar bellísimo donde el viento también ha logrado traspasar la piedra formando un sitio único donde desde la primera fila es posible observar la magia de la naturaleza.
8º) La Garganta del Diablo Se trata de un verdadero agujero en la pared de una montaña que permite introducirnos en él para contemplar una especie de caverna sin techo.
A la altura de Coronel Moldes, la ruta pasa por el centro, donde hay numerosas construcciones originales de antigua arquitectura española. Es Capital Nacional del Perro Pila, una variedad canina de los andes norteños que carece de pelos y tiene piel muy caliente, por lo que los antiguos pobladores, especialmente en la puna y Bolivia, la usaban a modo de bolsa de agua caliente para mantener la temperatura en los pies al dormir.
A esta altura sale la ruta 47 que es la que va para el Dique Cabra Corral (son 27 km ) y Es un embalse artificial que reúne las aguas de los ríos provenientes de los Valles Calchaquíes. En la laguna resultante de 115 km2 de extensión pueden realizarse todo tipo de actividades.
Transitamos todo el camino que rodea a la laguna. Se podía seguir pero el camino era de ripio y empinado y consideramos que no deberían haber vistas distintas a las que veníamos viendo.
Así que dimos vuelta y fuimos a almorzar a un bodegón cerca de la ruta que debíamos tomar.
A la altura del pueblo El Carril, a metros de allí, aparece la ruta provincial 33, que nos conduce hasta la quebrada de Escoipe, un lugar realmente maravilloso desde donde comienza a recorrerse uno de los rincones más pintorescos del norte argentino.
Aquí, el camino transita entre una vegetación casi selvática, donde reinan los helechos a lo largo del río que da origen a la quebrada de Escoipe.
Le sigue la cuesta del Obispo, es un verdadero paraíso. Lástima que nos tocó un día neblinoso.
Así llegamos a Piedra del Molino (a 65 km desde El Carril), un sitio ubicado a 3620 metros sobre el nivel del mar que deja apreciar una vista panorámica única. No la pudimos ver por la niebla.
Seguimos adelante para llegar al Parque Nacional Los cardones. Los cactus, o cardones, que hasta este momento no se habían hecho notar, han comenzado a decir presente.
No más tomar esta ruta para que el cielo se pusiera celeste.
La famosa recta del Tin Tin: Es una recta perfecta que atraviesa el Parque Nacional Los Cardones y, según los estudios historiográficos, fue realizada por los nativos del lugar, y seguida durante siglos para atravesar el desierto de cactus.
La famosa recta, trazada a 3000 metros sobre el nivel del mar, posee a su izquierda un pequeño cerro que le da nombre (cerro Tin Tin), mientras que a la derecha se encuentra el cerro Negro.
Lo atravesamos y a 12 km el camino nos deposita en el pequeño y blancuzco poblado de Cachi, un lugar donde el reloj parece haberse detenido quién sabe por cuánto tiempo.
Llegamos al hotel del ACA alrededor de las 18.00hs
Dejamos todo en la habitación y salimos a caminar.
Fuimos a la secretaría de turismo para informarnos del estado de la ruta entre Cachi y Seclantás ( ruta 40 ) y la ruta provincial 42 que une la 40 con recta Tin-Tin (casi al final de ésta). No sabían mucho.
Entramos a la Iglesia. Se encuentra al frente de la Plaza Central Se comenzó a edificar en el siglo XVI y ha sido declarada Monumento Histórico Nacional. Se destaca por su admirable arquitectura y sus techos realizados en madera de cardón.
A metros de ésta se encuentra el Museo Arqueológico Pío Pablo Díaz que Posee un patrimonio arqueológico que refleja todas las etapas de la historia prehispánica del Valle Calchaquí. Estaba cerrado. (lo habíamos visto la vez anterior)
De ahí fuimos a un resto-bar, “La Esquina”, que se encuentra en una de las esquinas de la plaza.
Comimos el mejor tostado del norte!!!!! Y a precios insignificantes.
Cachi es muy pintoresco y a la noche está iluminado con farolas coloniales que le dan un tinte muy especial.
Cenamos en el resto de la Hostería ACA, muy buena carta y comida.