Empezamos el día con una recomendación de los simpáticos recepcionistas del Parador de Salamanca. Ellos fueron los que nos recomendaron hacer la ruta en cuestión.
De camino al Parque Natural de Los Arribes, hicimos un alto en el camino para visitar Ledesma. Sorprende desde la carretera la estampa de la villa fortificada con el río Águeda en la parte baja. Así mismo, digno de mención es el puente y la iglesia / castillo.

Nos adentramos en Ledesma con interés de visitar la iglesia / castillo, y digo esto porque alfinal nos fuimos sin saber muy bien qué era ... explicó el por qué. Al llegar a este monumento nuestra desilusión fue ver que estaba totalmente cerrado al público, y que parecía no haber estado nunca abierto a él. Encontramos una Oficina de Turismo allí mismo y pensamos en preguntarles al respecto. El encontronazo llego con un cartelito en la misma ventana que ponía “toc toc y les atiendo” , y allí no habia ni un alma (penoso

Así que con las mismas, recogimos y nos pusimos en ruta de nuevo.
No sabemos muy bien si es que no nos enteramos de la ruta adecuada o que nos perdimos un poco pero lo cierto es que no llegamos a ver nada del Parque Natural. Lo más cercano fue el Embalse de la Almendra, y ésta fue la segunda desilusión del día puesto que no vimos lo que esperábamos.
Como digo, llegamos a un gran pantano del que os pongo alguna fotillo.

Además tenía unos gigantescos peces que llamaban poderosamente la atención:

Sin embargo, no contábamos con ver el espectáculo que para mi supuso la aparición en escena de un curioso hidroavión

Llegó,

Cargó,

Y se fue,

Después de esto, y de la poca suerte para encontrar los Arribes, pusimos rumbo a Zamora.
Se trata de una ciudad impactante por su arquitectura de época romana. Es la ciudad europea con mayor arquitectura de este tipo: 16 iglesias. Es por esto (y porque se trataba de un sábado) que no nos resultó difícil encontrarnos con más de una boda; entorno a 10 bodas se celebran en un día tal que sábado. Esta es la catedral;

Después continuamos caminando hasta la zona del Castillo. Son unas ruinas reconstruidas para dar idea de lo que fue la antigua fortaleza,


Finalmente, y como no podía ser de otra manera, acabamos en el Parador Nacional de Zamora. Se trata de un palacio construido sobre una antigua alcazaba romana a mediados del s. XV.




Desde él se obtienen unas vistas preciosas del Río Duero a su paso por la ciudad. Y destaca también el claustro central que se encuentra perfectamente conservado.
Decidimos regresar pronto a Salamanca para poder aprovechar de la ciudad con un poquito de sol. Impresionante la Plaza Mayor. Nos recordó (guardando las distancias) a la Plaza Mayor de Madrid. Juzgad vosotros mismos,


Ese mismo día había una concentración de coches de época en la plaza.
Aprovechamos para hacer algunas compras imprescindibles si visitas la zona: embutidos y jamón. Nosotros compramos en la Rúa Mayor, una tienda muy llamativa desde la calle (por su olor), Hnos. Hoyos , con una relación calidad precio muy buena
