La Vall d’Aran es una comarca catalana pirenaica, tocando a Francia y a Aragón. Por su posición estratégica tuvo un papel clave en la Guerra civil ya que allí se escondieron muchos guerrilleros antifranquistas (los maquis). Pretendían llevar a cabo la llamada Operación reconquista de España pero fue un fracaso. El pueblo apenas les apoyaba, tenían pocas armas y parece que quizás Franco y los suyos ya sabían lo que querían hacer. Como es de esperar por su situación, tiene encantadores pueblos y bellos paisajes. El turismo de esquí, gracias a la estación de Baqueira- Beret, le proporciona buenos ingresos pero es un lugar magnífico para realizar una visita en cualquier momento del año.

Su paisaje es montañoso, con altitudes que rondan los 2.000 metros de altura. Eso ha provocado que tradicionalmente hayan tenido una barrera natural que les ha aislado un poco del resto y les haya otorgado una singularidad propia, por ejemplo en su lengua autóctona, el aranés, una variante del occitano. Es lengua cooficial, junto con el castellano y el catalán.

Por la carretera C-28 se llega a la entrada tradicional del Valle, el Puerto de la Bonaigua. Por esta entrada se accedía a Vielha. Actualmente la entrada se hace por el más nuevo Túnel de Vielha, de 5 kilómetros.
La comarca toma el nombre del valle en el que se sitúa. Aran proviene de la palabra euskera “haran” que significa “valle” por lo que el nombre sería el Valle del Valle. El euskera se habló en pueblos de la zona hasta los siglos XII y XIII.
Por su situación montañosa debemos pensar también que no es raro que nos sorprenda la lluvia. Tampoco descuidemos la ropa de abrigo y una chaqueta en verano, especialmente en las noches, puede venirnos bien. Eso no significa que no haga calor, principalmente en las horas centrales del día. Y tampoco debemos olvidar meter en nuestro equipaje ropa y calzado deportivo.
El valle cuenta con 33 pueblos aunque algunos, como veremos, apenas son cuatro casas. Es por ello que se han agrupado en nueve municipios: Les, Bausen, Arrés, Bossost, Les Bordes, Canejan, Alt Aran, Vilamón y Vielha Mitg Aran. Tampoco pensemos que hay muchos habitantes. El censo de 2019 indicaba que había poco más de 10.000 habitantes en toda la comarca.
Además del turismo, la economía se basa en la ganadería y la explotación forestal.

El valle ha estado poblado desde la Prehistoria y fue incorporado a Roma aunque no se sabe cuándo. Después viene una época de oscurantismo hasta que volvemos a encontrar referencias en el siglo XI que lo vinculan al condado de Ribagorza. Pedro I de Aragón murió aquí el 28 de septiembre de 1104. También se sabe que Alfonso I de Aragón era rey de estas tierras. Durante los siglos XII y XIII fue pasando de manos, de la corona de Aragón al condado de Comminges y después nuevamente a la Corona desde 1175 por el Tratado de Amparanza firmado con Alfonso II. Posteriormente Pedro II de Aragón renunció a sus pretensiones sobre el valle al llegar a un acuerdo con Bernardo IV de Comminges. Parece que todo fue a cambio de una mujer, María de Montpellier, esposa del segundo y con quien el rey quería casarse. Y sabemos que lo consiguió ya que ambos engendraron (de una manera un tanto rocambolesca) a Jaume I. El de Comminges recuperó las tierras pero se convirtió en vasallo del rey. El acto se firmó en Bagnères-de-Luchon en 1201. Jaume I tuvo el señorío efectivo del valle pero después de la invasión francesa de 1283, Felipe IV de Francia (el Hermoso, el terror de los templarios) reivindicó su dominio. Luego se incorporó a los dominios de Jaume II de Mallorca (convenio de Argelers) y cuando el rey murió en 1311 Felipe IV renunció a sus pretensiones.
En 1313, estando ya en manos de la corona aragonesa, el rey le concede algunos privilegios forales en la Era Querimònia. Se le permite ser gobernado por un gobernador general (el bailío), distinto al de Catalunya.
Cuando murió Martí I l’Humà la Generalitat emitió un decreto anexionándose el valle, segregándolo del Pallars. En 1411 el Síndic de Aran ofreció la unión libre y pactada con el Principado de Catalunya.
En la Guerra dels Segadors (1645) sufrió graves daños. Aunque se mostró abiertamente partidario del archiduque Carlos de Austria en la Guerra de sucesión, no tuvo repercusiones en el régimen político administrativo del valle con los Decretos de Nueva planta.
Con la invasión napoleónica se incorporó al departamento francés del Alto Garona pero fue devuelto con la caída de Napoleón, en 1815. Las instituciones tradicionales aranesas se suprimieron en la regencia de María Cristina. En 1990, con la Ley 16/1990, de 13 de julio, sobre régimen especial de la Vall d’Aran, se restauraron algunos de los derechos históricos del valle, restableciéndose el Consejo General de Aran y el Síndic.
En cuando a la gastronomía, como podemos imaginar, es contundente. Son famosas las sopas, estofados y principalmente la olla aranesa. Es un potente cocido a base de hortalizas, carnes de cordero y ternera, tocino, pilota y butifarra negra. Se toma la sopa, con fideos y arroz, y aparte se comen las carnes.

Hay buenos quesos y patés. En cuanto a los postres, lo más característico son los crèpes. No podemos olvidarnos del caviar Nacarii.


En cuanto a los transportes, dejo este enlace:
www.visitvaldaran.com/ ...e-interno/
La ruta del románico es esencial. La web de turismo proporciona la siguiente información:
Información práctica para hacer la Ruta Románica
Iglesias abiertas todo el año:
St. Miquèu de Vielha, Era Purificacion de Bossòst, St. Andrèu de Salardú y St. Joan y St. Blas de Lés. Horario de 10,00 a 20,00 h. En verano también Vilamòs y Bagergue.
Del 13 de julio al 13 de septiembre se establece un horario fijo de apertura, con visitas guiadas a las 11,00 12,00 y 13,00 h. y a las 17,00, 18,00 y 19,00 h. de lunes a sábado.
Para ampliar la información y los horarios contactar con las oficinas de turismo de la Val d’Aran.
La iglesia de Arties se visita en visita guiada.