DESDE BARCELONA
– Coche:
Se coge la carretera C-58 hasta Terrassa. Una vez allí se debe seguir por la C-16 hasta llegar a la salida 54 (St. Fruitós de Bages - Navarcles) y desde allí se coge la N-141 dirección Navarcles. A 450 metros se encuentra el indicador de Monestir de Sant Benet. Salida a la derecha y seguir la carretera hasta Món St Benet.
– Transporte público:
El trayecto Barcelona Sants - Manresa se puede hacer con la línea R4 de Cercanías RENFE. Una vez en Manresa, se puede ir en taxi -hay una parada en la misma estación de tren- o en autobús. Si se opta por el transporte público, hay que desplazarse hasta la parada de autobús de la plaza España de Manresa. Una vez allí coger la línea número 751 que enlaza con Navarcles. Desde la parada de autobús de Navarcles hasta el monasterio hay un trayecto a pie de unos 15 minutos.
Nosotros fuimos a Manresa y allí cogimos el autobús.
El Monasterio de Sant Benet se fundó en el año 960 por petición de los nobles Sal·la y Ricardis, vizcondes de Osona, con la intención de tener su templo particular. Fue consagrado en el año 972 con toda la pompa. Está documentado y parece que asistió hasta el conde Borrell II. Como podemos imaginar esa primera construcción era una iglesia prerrománica, que seguramente era muy pequeña. ¿Fue por eso que en el siglo XII fue sustituida por la actual iglesia de estilo románico?. Yo diría que fue por algo peor. En 1125 los musulmanes atacaron el monasterio. Muchos nobles de la zona se volcaron en ayudar económicamente en la reconstrucción. ¿A fondo perdido?. No tanto. A cambio pidieron ser enterrados en el monasterio, lo que significaba la vía directa al cielo cuando murieran. Se construyó también un claustro de pequeñas formado por 64 capiteles todos ellos esculpidos que aún se conservan. En el siglo XIV se edifica una nueva bodega gótica de grandes dimensiones.

El siglo XVI fue una época de esplendor para el monasterio. El abad Pere Frigola impulsó grandes reformas en todo el monasterio. Se edificaron en aquel momento el sobreclaustro y el Palacio del Abad.
El año 1594 Sant Benet de Bages se anexionó al monasterio de Montserrat y durante los siglos XVII y XVIII funcionó como escuela de artes y residencia de monjes ancianos, época en que el monasterio siguió creciendo con la construcción del Edificio del Mediodía ya de estilo barroco.
Fue en el año 1835, con la aprobación de la llamada “Desamortización de Mendizábal”, que los monjes de Sant Benet se vieron obligados a huir del monasterio y este quedó abandonado hasta que en el año 1907 Elisa Carbó y Ferrer, madre del pintor modernista Ramon Casas, lo adquirió con la intención de transformarlo en residencia de verano de la familia. ¿Sabéis a quién se le encargó la reforma?. Pues nada menos que a Puig i Cadafalch, amigo personal de Ramon Casas.
Parece que también había una fábrica textil, también propiedad de la madre del pintor. Tenía dos naves, edificios adyacentes de almacén y mantenimiento y una pequeña colonia con casas para los trabajadores. La turbina con la que funcionaban los telares iba con energía hidráulica.
En el año 2000 el monasterio de Sant Benet de Bages fue adquirido a los herederos de la familia Casas por Caixa Manresa, que lo estudió, lo restauró y lo integró en el conjunto de Món Sant Benet, inaugurándolo al público el noviembre del año 2007.
Las entradas pueden adquirirse aquí:
tickets.fundaciocatalunyalapedrera.com/ ...2640#close
Hay varias opciones. Veréis que se habla de una parte medieval y otra modernista. La primera está clara, el monasterio. La modernista alude a la residencia de los Casas. Esta combinada fue la que nosotros escogimos y yo la recomiendo para hacer una visita más completa. Otra de las opciones habla de una tal Alicia. Se refiere a la Fundación Alicia, centro de investigación en cocina en el que encontramos la cocina - laboratorio, el auditorio y la cocina infantil. Se hacen talleres de cocina. De hecho, nada más llegar, ya nos sorprende ver la cantidad de edificios que rodean al monasterio, cuya estampa, claro, es la mejor. Además de lo que ya he comentado, hay varios restaurantes (nosotros comimos en uno y estaba muy bien) así como un hotel de cuatro estrellas.

La iglesia consta de una única nave con un ábside central semicircular. La nave mide 7,5 metros de ancho por 30 de largo y está cubierta con una vuelta de cañón de 12,5 metros de alto, apoyada sobre arcos. Tiene dos puertas, una de ellas da acceso al claustro. Ambas son bastante sencillas.

Parece ser que en origen tenía tres altares. El principal se dedicaba, claro,San Benito y los otros dos secundarios estaban dedicados a San Antonio y San Andrés, respectivamente. Estos tres altares permanecieron hasta 1212, año en el que se decidió dedicar el altar principal a la Virgen María.
En 1643 se encargó a dos artistas manresanos, Joan Grau y Josep Generes, la realización de un retablo que permaneció en la iglesia hasta mediados de la década de 1910 cuando pasó a manos de la familia de Ramón Casas.
Conserva un panteón que seguramente era el de los fundadores.
Llaman mucho la atención las pinturas que aún se conservan, barrocas. También nos fijamos en el púlpito. Igualmente pintado está el techo de la cripta.

En la iglesia se proyecta un audiovisual. Podemos ver también una talla de una Virgen con Niño, con rastros de policromía y del siglo XII.
Muy interesante es el claustro. Tiene cuatro galerías con columnas dobles, un total de sesenta y cuatro como ya comenté, con sus capiteles de una gran riqueza escultórica, en su mayor parte vegetal. Se construyó entre los siglos XII y XIII y parece que alguno de sus elementos se reaprovechó de la construcción del siglo X. En concreto podemos hablar de un capitel que presenta esculpidos un Pantocrátor, una Anunciación y una escena en la que un ave susurra algo al oído de un personaje, a cuyos pies, aparece otro postrado de rodillas. No se ha podido determinar quién es ese personaje al que le habla el ave. Unos han dicho que puede ser san Benito, patrón del monasterio. Otros, en cambio, apuntan a San Valentín, unas reliquias del cuál trajeron los fundadores del monasterio.
Uno de los capiteles menciona el nombre de uno de los artífices de la obra: un tal Bernat. En concreto se trata de una representación de la Sagrada Familia, donde aparece una inscripción en la que puede leerse "conditor operis vocabatur Bernad". No se sabe si solo fue el autor de ese capitel o de todo el claustro.

También llama la atención un capitel frente al refectorio en el que una especie de perros atacan a ovejas. Se ha creído ver una advertencia contra el pecado de la gula. En otro punto una pareja enttelaza sus manos mientras terceros tocan instrumentos y aplauden. Se cree que representa una boda.
Se conserva un ventanal de la sala capitular antigua. En el mismo claustro hay diversas tumbas de época gótica.
Es posible subir al campanario, desde el que tenemos una vista de todo el entorno así como del municipio de Navarcles, donde destaca su iglesia. Para aficionados a la lectura comentar que en Navarcles se desarrolla una parte de la novela La catedral del mar. Su iglesia es de los siglos XVII-XVIII pero sustituye a otra más antigua, románica.
En la torre también hay unos paneles explicativos con los nombres de las campanas. Una de ellas, y no podía ser de otro modo, se llama Beneta.
El palacio abacial fue construido el 1627, y poco tiempo después un incendio destruyó el interior de la iglesia.
En la parte "modernista" se ven las estancias para uso de la familia Casas, con mobiliario y algunas pinturas del artista. Se ubica donde anteriormente estaban las celdas de los monjes. De esa zona quisiera destacar su galería, abierta al jardín con grandes arcos y con paredes decoradas con cerámica (en la parte del arrambador, un poco más abajo de la altura del pecho y hasta el suelo). Techo y paredes están pintados de blanco aunque con vigas azules.

Al fondo de la galería hay una bonita fuente decorativa. La cabeza por la que salía el agua y la base son de piedra pero destacan las baldosas de la pared, casi todas con motivos frutales y una más grande (formada por varias piezas) con una imagen de la Virgen. Al lado, en la pared, una decoración con baldosas formando la figura de un jarrón con flores.
A la galería se abren muchas puertas y ventanas, en su mayor parte cerradas hoy.
Ya en el exterior vemos que esa galería tiene tres pisos (parte de sótano, galería abierta por la que paseamos antes- la más alta) y una superior a la que no se accede y que se ha tapado con cristales.