El próximo destino fue el Alcázar de los Reyes Católicos, lugar del cual destaco su exterior, rodeado por una muralla y torres en cada uno de sus ángulos.

Si bien el recorrido interior de distintas salas con mueblería y mosaicos también es interesante, los patios internos son todos tan bonitos que resulta difícil decir cual se lleva la palma.


Sus jardines te dejan literalmente sin aliento de lo bonitos que son.

El Puente romano que une dos barrios de Córdoba divididos por el río Guadalquivir, es peatonal, de un lado puedes ver la Torre de Calahorra, antigua fortaleza musulmana, y del otro pasando la Puerta de Sevilla entras al barrio de la Catedral. Las vistas de la ciudad desde el puente son muy bonitas.

