Nos despertamos bastante temprano, justo cuando estaba amaneciendo y dado que el resto del grupo preferían dormir unas horas más, mi esposa y yo decidimos ir a visitar la zona del casco histórico en un paseo tranquilo y sin apenas gente en las calles todavía.
En primer lugar visitamos la plaza de España donde se ubica el Monumento a la Constitución de 1812, que como el nombre indica conmemora el centenario de dicha Constitución, seguimos dirección a las Murallas de San Carlos junto la orilla de mar, siguiendo el paseo marítimo.

Pasamos por el Baluarte de la Candelaria desde donde hay una fabulosas vistas, nos introdujimos en el Parque Genovés, unos jardines creados en el siglo XVIII, muy bien conservados con zonas realmente románticas, se nota que los jardineros que los cuidan son unos expertos, es una zona muy relajante para disfrutarla sentado en uno de sus múltiples bancos de madera. Como curiosidad, en mitad del parque hay unas figuras de dinosaurios estilo “Jurassic Park” que desentonan un poco a mi parecer, pero me imagino que a los niños del deben encantar.


Una vez atravesado el parque, se llega al Castillo de Santa Catalina de Cádiz construido en el siglo XVI, con vistas al morro del Castillo de San Sebastián y a la playa de La Caleta donde se rodó la película de James Bond 007, “Die Another Day” o Muere otro día, en la película representa una playa de La Habana (Cuba), en la cual Halle Berry sale del agua imitando a Ursula Andress.

En mitad de la playa destaca el edificio de la Sede del Centro de Arqueología Subacuática, que también sale en la película, la verdad es que realmente parece que estés en el malecón de la Habana.


Siguiente parada la Catedral de Cádiz, con su plaza frente a ella rodeada de las terrazas de los bares, ideales para tomar un aperitivo.

Emprendimos el camino de vuelta por el paseo marítimo, pasando frente al parque del Árbol del Mora, un inmenso ficus milenario frente a la facultad de empresariales, cuenta la leyenda que dos monjas trajeron los árboles en macetas por barco desde la India.

Dejamos el paseo marítimo para visitar el Gran Teatro Falla, situado en la Plaza Fragela, frente a la Casa de las Viudas, junto a la Facultad de Medicina, fue construido de ladrillo rojo en 1884. Regresamos al hotel donde teníamos a nuestros compañeros de viaje ya despiertos y preparados para salir con el coche a visitar los pueblos blancos, continuaríamos con la visita de Cádiz por la noche.
Los pueblos Blancos
En apenas 45 minutos llegamos a Vejer de la Frontera, según dicen uno de los pueblos más bonitos de España, una vez aparcado el coche en la entrada del pueblo empezamos a visitar Vejer, con todas sus encantadoras casas pintadas de blanco y su peculiar arquitectura de estilo árabe-andaluza.


Subimos paseando por las estrechas calles hasta la parte más alta de la población para visitar la iglesia del Divino Salvador, construida en dos estilos muy diferenciados, la parte más baja de estilo gótico y la cabecera de estilo mudéjar al aprovechar la anterior iglesia existente que no llegó a ser sustituida durante el proceso de modernización.


En nuestro recorrido por la población no paramos de hacer decenas fotografías, esta lleno de maravillosos rincones de postal .
La siguiente visita fue el Castillo de Vejer, la entrada es gratuita, se puede visitar de 10 a 14h. y de 17 a 20h. : www.andalucia.org/ ...o-de-vejer .


La plaza de España es el centro neurálgico donde se reúnen los habitantes de la población, a su alrededor encontramos el Ayuntamiento, el Juzgado de Paz además de multitud de bares y restaurantes, en el centro de la plaza encontramos la fuente ornamental fabricada a base de azulejos sevillanos en 1957, decorada con las figuras de cuatro ranas que hacen de surtidores de agua, hace un tiempo la fuente la habitaban peces de colores lo que motivó que la llamaran la plaza de los pescaitos, pero el día que estuvimos nosotros no vimos ninguno.


Recomiendo disfrutar de los miradores de que dispone la población con fantásticas vistas de los alrededores.
Nuestro siguiente destino fue Arcos de la Frontera, el municipio más poblado de la Sierra de Cádiz, tuvimos la suerte que hacia un día radiante, lo que hace destacar espectacularmente las casas blancas con el azul del cielo.
Paramos un momento a orillas del río Guadalete para hacer varias fotografías y vídeo del acantilado visto desde la parte más baja, para luego continuar hasta el aparcamiento situado un poco más arriba a la entrada del pueblo.

Iniciamos la visita subiendo la cuesta de Belén que da acceso a la zona del casco histórico de Arcos, a mitad de cuesta se encuentra la oficina de turismo por si queréis coger información y un pequeño mapa de la población.
Los principales monumentos y edificios que fuimos encontrando por el camino fueron el monumento a la Semana Santa, la iglesia de San Juan de Dios con su fachada de azulejos que representa el Cristo de la Vera Cruz y el Palacio del Conde del Águila construido entre los siglos XIV y XV de estilo gótico-mudéjar.


Al llegar al final de la calle Dean Espinosa nos encontramos con la Basílica Menor de Santa María de la Asunción, construida en el siglo siglo XIII sobre los restos de una antigua mezquita árabe, a destacar su fachada con la portalada de estilo gótico plateresco junto con la torre del campanario de estilo neoclásico.
Frente a la Basílica se encuentra la plaza del Cabildo, el punto más alto de la población, con su espectacular mirador llamado el Balcón de la Peña que asoma sobre la campiña andaluza, vale la pena tomarse varios minutos de relax para disfrutar de las vistas.

En el lado derecho de la plaza del cabildo destaca especialmente el Castillo de los Duques, originalmente fue un alcázar árabe construido en el siglo XI, pero tras la reconquista, paso a manos del duque de Arcos, siendo remodelado en el XV, quedando tal y como es actualmente.

Como hacia una tarde muy agradable, seguimos con nuestro paseo por Arcos, donde hay innumerables edificios a destacar como el Hospital y la iglesia de la Caridad, las iglesias de San Francisco y de San Pedro, el Convento de San Agustín, el Palacio del Mayorazgo, el Ayuntamiento y las Ruinas Romanas de Calduba.
Regresamos a Cádiz para cenar en la zona del casco histórico y seguir disfrutando de sus bonitas calles hasta la hora de regresar al hotel.