Sonó el despertador y salimos de la tienda. El diluvio de la noche había mojado parte del interior, incluidos los sacos de dormir, así que la movimos de sitio para ver si se secaba. Desayunamos algo de lo que habíamos llevado y volvimos a entrar por la puerta Talek. Hoy si que había barro, incluso la carretera principal era un completo barrizal, ¿cómo estarían el resto de las pistas ? Nos daba un poco de respeto volver a encallar... Así que decidimos dedicar la mañana a conducir solo por pistas grandes, cruzamos los dedos para que el sol fuera secando el suelo. Nada más entrar nos topamos con lo que habíamos escuchado por la noche. ¡Dos leones se estaban comiendo su presa roedados por 17 hienas! Mientras uno comía el otro se movía en semicirculos, cuando una hiena se acercaba más de lo debido, el macho con un breve acercamiento a la ladrona, le hacía correr como si perdiera el autobús. Fue una pena que estuvieran a bastante distancia de la pista, las fotos no fueron nada buenas. Pero nos hicieron vivir momentos únicos, era como estar metidos en un documental de La 2 .
La verdad es que nos ha sorprendido la cantidad de depredadores que pueden verse en Masai Mara, y para mi, que soy una enamorada de los felinos, pues que os voy a contar.... Estaba más feliz que una perdiz, con una sonrisa de oreja a oreja y sintiéndome inmensamente agradecida de poder ver y vivir aquellos momentos .
Dejo aquí unas fotos de los protagonistas de la segunda jornada en Masai Mara, vimos bastantes más, pero esto son los que más cerca tuvimos (¡una gran suerte!)
Dejo aquí unas fotos de los protagonistas de la segunda jornada en Masai Mara, vimos bastantes más, pero esto son los que más cerca tuvimos (¡una gran suerte!)
Por la noche, ya duchados y cenando en el restaurante del camping, tocaba planificar los próximos días. Había leído bastante sobre las grandes y famosas manadas de leones de Musiara y en un primer momento pensamos en ir a través de la reserva hasta esa zona. Sin embargo, un trabajador del camping nos quitó la idea de la cabeza, debido a las fuertes lluvias de las noches anteriores había zonas intransitables y solo se podría llegar a esa zona saliendo de la reserva por la puerta Talek y dando una grandísimas vuelta. Entre eso y la gran cantidad de barro, nos hizo replantearnos la situación. Así que viendo el pedazo chaparrón que estaba cayendo otra vez, decidimos coger un game drive para la mañana siguiente con un guía del camping, pagamos 4000 KES/persona, saliendo al amanecer y regresando al mediodía.