Os voy a confesar que para este viaje al contrario de lo que hago habitualmente no tenía nada planeado salvo por la reserva realizada con antelación del free tour, si acaso tenía pensado acercarme a la playa junto al barrio del Cabañal y a la ciudad de las artes y las ciencias pero nada más. Así que mientras desayunaba y visto que el día anterior muchos de los edificios estaban cerrados al ser lunes su día de cierre tome la decisión de seguir en el casco viejo para poder visitarlos.
La primera parada fue en el mercado central, que abre a las 7:30 para los más madrugadores. Es un edificio que se inauguro en 1928, combina el metal de su estructura con el vidrio de las cúpulas y como si fuera una catedral del comercio cuenta con una importante cantidad de puestos donde se vende todo tipo de alimentos frescos. Merece la pena perderse por sus pasillos, dejándose llevar por los aromas de los distintos puestos, comprar algo para llevar o comerlo allí mismo.
La primera parada fue en el mercado central, que abre a las 7:30 para los más madrugadores. Es un edificio que se inauguro en 1928, combina el metal de su estructura con el vidrio de las cúpulas y como si fuera una catedral del comercio cuenta con una importante cantidad de puestos donde se vende todo tipo de alimentos frescos. Merece la pena perderse por sus pasillos, dejándose llevar por los aromas de los distintos puestos, comprar algo para llevar o comerlo allí mismo.
A continuación me acerque a la lonja de la seda siendo la entrada gratuita por el tema del covid y lo mismo me ocurrió con otros monumentos y museos. La lonja de Mercaderes pasó a ser conocida como de la Seda por ser la industria dedicada a la seda la más potente de la ciudad. Tras franquear el edificio de entrada se llega al patio de naranjos con una fuente central en forma de estrella de ochos puntas. Siguiendo el recorrido señalizado se adentra al salón de contratación, plato fuerte de la visita.
Es una gran estancia de una elevada altura cuyo techo es un conjunto de bóvedas sostenido sobre ocho columnas, las cuales parecen palmeras puesto que la parte más alta se amplía al acercarse al techo. La bóveda fue inicialmente pintada en azul celeste como representación del paraíso, a lo largo de la parte más alta de las cuatro paredes, lindando con las bóvedas, existen unas inscripciones en latín realizadas en oro sobre un fondo oscuro, en forma de cenefa, que recuerda a los comerciantes sus deberes como mercaderes y buenos cristianos de no actuar con usura en el negocio para conseguir así la vida eterna, uniendo de esa forma comercio y religión.
Tras la torre que sirvió de cárcel se llega a la sala del consulado del mar, institución medieval similar a los actuales tribunales mercantiles. Al contrario que el salón de contratación de estilo gótico, esta sala tiene un estilo más renacentista y a través de una escalera ubicada en el patio de los naranjos se accede a otra dependencia llamada cámara dorada, nombre debido al bellísimo alfarje del techo. La visita es rápida y se puede visitar las distintas dependencias a un cuarto de hora siendo como no la más impresionante el salón de contratación con sus columnas.
Con mi sed de construcciones medievales todavía no saciada me encamine hacia las torres de Quart, ubicadas al oeste del casco viejo. Junto a las torres Serrano son las dos puertas que daban a la ciudad durante la época medieval que siguen en pie. Ambas tienen una estructura parecida con dos torres semicilíndricas unidas por un cuerpo central donde está situada la puerta. Su nombre se debe a que conducían al pueblo Cuart de Poblet.
Los daños provocados por los cañones de los franceses durante la guerra de independencia son hoy día bien visible en sus muros. El acceso se realiza a través de una empinada escalera, con lo cual solo se puede subir andando, aunque normalmente se paga 2 € por la entrada debido al covid la visita era gratis en contrapartida no se podía subir a la parte más alta, lo que impedía ver Valencia desde lo alto de los más de treinta metros que miden las torres.
Callejee por el barrio del Carmen, situado en la esquina noroeste de la ciudad antigua con la intención de dirigirme hacia las torres Serrano. Había leído que este barrio es famoso por sus grafitis y de hecho se organizan tours para verlos así que estuve moviéndome de forma errática para ver con lo que me podía encontrar. Os dejo a continuación una muestra de lo que vi.
En cuanto a las torres de Serrano su diferencia principal con las torres del Quart es que sus dos torres son poligonales en lugar de cilíndricas. Su nombre podría tener como origen la comarca de los Serranos y por tema de pandemia tampoco se podía acceder a la última planta, una pena porque las vistas sobre el anticuó cauce el rio Turia y del casco viejo hubieran merecido la pena. Ambas torres sirvieron de prisión y durante la guerra civil española, las torres de Serrano como depósito para las obras evacuadas del museo del prado. Ambas puerta merecen la pena de ser visitas quizás la de Serrano tenga unas mejores vistas, siempre y cuando se permita el acceso a las almenas.
La siguiente etapa fue el museo nacional de cerámica al cual me encamine cruzando la plaza de la virgen y la plaza de la reina. El museo está ubicado en el palacio del marqués de dos aguas, construcción de estilo barroco, con lo cual podéis visitar el museo para las cerámicas y/o por el antiguo palacio, incluso su fachada merece la pena que uno se acerque para poder observar todos sus detalles, su entrada principal merecen incluso toda una explicación: Presidiendo la portada se encuentra la imagen de la virgen desde donde descienden los dos ríos más caudalosos de la comunidad valenciana; el Turia y el Júcar representados por dos figuras humanas.
En el interior tras franquear el vestíbulo, hallamos una sala donde están expuestos unos carruajes o carrozas y una silla de mano. En cuanto a la primera planta, su visita esta estructura para recorrer las distintas habitaciones particulares de los marqueses de Dos Aguas: comedor, fumoir, oratorio, dormitorio, sala roja, antesalas, sala pompeyana, salón de baile con sus correspondientes decoraciones como relojes, jarrones, pinturas y objetos variados.
La segunda planta está dedicada a la exhibición de cerámicas de uso o de adorno, divididas las salas por épocas: romana, musulmana, cristiana, etc.
Tras salir del museo, salí a la calle de la paz con dirección este para acércame a la puerta del mar. Este monumento se construyo en 1946 en memoria a los caídos durante la guerra civil española. En el lugar donde se encontraba la antigua puerta del mar de las murallas de Valencia.
Tras salir del museo, salí a la calle de la paz con dirección este para acércame a la puerta del mar. Este monumento se construyo en 1946 en memoria a los caídos durante la guerra civil española. En el lugar donde se encontraba la antigua puerta del mar de las murallas de Valencia.
Finalmente para acabar la mañana, proseguí hacia el mercado de colon, de estilo modernismo valenciano y aunque tiene unos pocos puestos tradicionales de un mercadillo, la mayoría de los establecimientos están dedicados a la hostelería; restaurantes, bares, cafeterías.
Tras almorzar y descansar tome la decisión de acercarme a la playa de la malvarrosa, aunque se puede ir en autobús yo tome el metro. La línea 5 hasta su final y después la línea 6, que es mas tranvía que metro. Después de recorrer unas pocas calles ante mí se hallaba la ancha playa de la malvarrosa.
Camine por su fina arena en dirección norte hasta llegar a la playa de la Patacona, correspondiente al municipio de la Alboraia, regrese sobre mis pasos hasta el final de la playa de las arenas y en el paseo donde se hallaban muchos locales dedicados a la restauración me tome un granizado de horchata.
A continuación callejee por el barrio del cabañal, un barrio moderno y bohemio que se parece a un pueblecito marinero cerca de las playas y muy tranquilo.
Entre paseo por la playa y por las largas calles del cabañal se me fue la tarde y regrese por la misma vía, con el tranvía numero 6 y la línea del metro numero 5.
Entre paseo por la playa y por las largas calles del cabañal se me fue la tarde y regrese por la misma vía, con el tranvía numero 6 y la línea del metro numero 5.