Por si no habéis leído el anterior post del inicio de este viaje dedicado a la isla de EL HIERRO, aquí os hago un pequeño resumen: Decidimos aprovechar nuestro viaje a El Hierro para conocer también la Isla de Fuerteventura y además volver a visitar Lanzarote. Para ello entramos en la web deVueling, donde adquirimos un vuelo a Tenerife Norte de ida y para el regreso un vuelo de Lanzarote a Barcelona. Para los vuelos interinsulares de Tenerife Norte a El Hierro y de El Hierro a Lanzarote los contratamos con Binter.
Cómo llegar a Fuerteventura
Pues básicamente podemos llegar a la isla tanto por mar como por aire, hay vuelos directos desde Barcelona con la compañía Vueling a precios realmente interesantes, pero en nuestro caso al estar ya en Lanzarote elegimos el ferry de Fred Olsen pues es más rápido que el de la naviera Armas, embarcando también el coche que previamente habíamos alquilado a nuestra llegada a Lanzarote, evitando así más cambios de contratos de rent a car y ganando en comodidad al poder llevar todo nuestro equipaje en el maletero.

Cómo moverse por Fuerteventura, la mejor solución alquilar un coche
Como explique en la anterior entrada, valoramos las varias opciones, entre las empresas más conocidas como AVIS o BUTGET y las locales de las Islas Cicar o Pluscar, al final nos decidimos por Cicar, que ofrecía unos precios más interesantes en comparación, aunque la experiencia con ellos no fue todo lo satisfactoria de los esperado, por dos razones, una porque de los dos coches contratados no me dieron ninguno de los solicitados siempre fueron Opel Mokka con bastantes kilómetros, ya se que siempre pone, tal coche o similar, pero opino que deberían intentar cumplir con el coche contratado.

La otra razón es porque tuvimos un problema en el Hierro con el primer coche con los frenos, pero resultó que como era viernes por la tarde en atención al cliente no responden hasta el lunes por la mañana, por lo que me dijeron, en caso de urgencia hay que llamar al 112, considero que una empresa tan importante de alquiler de coches debería tener un servicio de atención 24 horas. Si es cierto que me lo solucionaron al día siguiente cuando fui personalmente al aeropuerto sustituyéndome el coche y en Fuerteventura se nos encendió la luz de avería de motor, pero cuando fuimos a la agencia de Cicar del puerto en Corralejo nos dieron largas con la escusa de que es la misma empresa pero de diferentes propietarios y como habíamos alquilado el coche en Lanzarote, mejor solucionarlo cuando regresáramos a Lanzarote, dejándonos un poco colgados, por suerte la avería no fue a más.
Algunos datos sobre Fuerteventura
En la isla nos encontramos con espectaculares playas, con varios conos volcánicos, dunas como en el Sahara y pueblos blancos con sus molinos de viento, eso si, siempre acompañados por un fuerte viento que en algunos casos llegó a resultar molesto, para evitarlo hemos leído que los mejores meses son Septiembre y Octubre que es cuando está más calmado.

Es la segunda isla más grande de las Islas Canarias tras Tenerife, situada a menos de 100 kilómetros de la costa africana, en algunos momentos me dio la sensación de ver los paisajes de Marruecos. Su costa está rodeada por 150 kilómetros de playas de arena blanca bañadas por aguas de color turquesa. Gracias a su intenso y persistente viento es un autentico paraíso para los amantes del windsurf y el kitesurf, en nuestro caso, tanto viento lo encontramos bastante molesto.
El nombre original indígena de la isla, era Erbania, siendo sus primeros pobladores los maxos o majoreros de origen bereber, que dividieron la isla en dos reinos el de Guise y el de Ayose separados por una muralla de la que todavía se conservan algunos restos. Hasta que en 1402 se inició la conquista de la isla por los normandos Jean IV de Béthencourt y Gadifer de La Salle obteniendo el apoyo del rey de Castilla.
Donde alojarse en Fuerteventura
Al ser una isla muy alargada, con más de 100 kilómetros de un extremo al otro, lo más aconsejable es dividir la estancia en dos campos base, uno en Corralejo y el otro en Morro Jable, en nuestro caso preferimos hacer más kilómetros para las visitas y evitar los cambios de residencia, por lo que nos decantamos en establecer nuestro alojamiento en Corralejo.


Reservamos un apartamento, pues con la pandemia preferíamos estar más tranquilos que en un gran hotel, nuestra elección fue el Lima Waikiki beach, situado en la calle Doctor Aristides Hernández Morán, 9, de Corralejo, a 10 metros de la playa y a unos minutos andando del centro, fue uno de los mejores de viaje, muy cuidado y con un anfitrión, Félix, muy amable.
Iniciamos nuestro viaje a Fuerteventura
Como he comentado anteriormente, habíamos estado unos días en Lanzarote , concretamente nos alojamos en la población de Punta Mujeres, que como está un poco distante del puerto donde teníamos que coger el ferry, unos 65 kilómetros que es una hora de coche aproximadamente, nos tocó levantarnos temprano para llegar con tiempo a Playa Blanca donde embarcaríamos en el ferry de las 10h de la mañana con destino a Fuerteventura.

Para embarcar el coche una vez llegamos al puerto fue de lo más sencillo, nos pusimos en la cola de coches en el carril con el letrero que ponía Ferry express de Frad Olsen y poco más, mi pareja aprovechó la espera para desayunar un poco más, para evitar el posible mareo del barco.


En pocos minutos nos avisaron para que subiéramos con el coche por las rampas de acceso al ferry. El trayecto hasta Fuerteventura tuvo una duración de poco más de media hora, son las ventajas del fast ferry, con el barco de la naviera Armas el trayecto se hace en 45 minutos, ya se que es poca la diferencia pero considero que vale la pena el ahorro de tiempo y la comodidad del catamarán.

Desembarcamos y nos dirigimos hacia nuestro nuevo apartamento, en Waikiki Beach, como he comentado fue uno de los mejores alojamientos del viaje. Siguiendo las instrucciones del mensaje de booking, llamamos por teléfono y en pocos minutos llegó nuestro anfitrión, Félix, que nos dio las explicaciones básicas de uso del apartamento junto con las llaves.
çUna vez instalados decidimos ir a pasear por el centro de Corralejo, bajando por la comercial Avenida de Ntra. Sra. del Carmen, siguiendo por la calle marítima, que nos ofreció unas estupendas vistas al puerto con sus pequeñas playas de aguas cristalinas repletas de peces, recorrimos varias de las callejuelas interiores y regresamos otra vez por la avenida comercial.


Nos cambiamos y fuimos a bañarnos en la estupenda playa de la Goleta, que teníamos frente al apartamento, bueno siendo sinceros, como pasó en el Hierro, me bañé yo y mi pareja solo se mojo los tobillos, pues decía que el agua seguía estando demasiado fría para su gusto.

Comimos en el Mesón Las Tejas, situado a pocos metros de nuestro alojamiento, como estábamos en plan relax, no queríamos desplazarnos demasiado lejos para ir a comer. Es un restaurante bastante grande, con una decoración rústica al estilo mesón castellano, comimos una paella de marisco, que sinceramente cuando la vimos no nos causó muy buena impresión, al ser de color amarillo intenso, similar a las paellas que ponen en Barcelona a los turistas, pero al comerla cambiamos de opinión, pues estaba bastante bien.

Parque Natural de las Dunas
Por la tarde, salimos a recorrer las kilométricas Grandes playas de Corralejo, aparcamos en la parte exterior del Hotel Riu Palace Tres Islas, que junto a Hotel Riu Oliva Beach Resort hacen de barrera divisoria entre las playas, además de que ayudan a detener algo el viento como si fueran un muro cortavientos, nuestro anfitrión nos recomendó ponernos a un lado o a otro del los hoteles dependiendo de donde sopla el viento para poder disfrutar más de las playas, la ventaja de estas playas cerca de los hoteles es que disponen de todos los servicios, nosotros estuvimos en la Playa Bajo Negro.


Proseguimos nuestro recorrido en coche por la carretera FV-1a, que cruza el sorprendente Parque Natural de las Dunas, las cuales se formaron gracias a la pulverización durante siglos de millones de conchas, cubriendo una superficie de 2.600 hectáreas, creando unos paisajes desérticos preciosos que contrastan con el azul del océano, a pesar de que el día se nubló bastante pudimos disfrutar de la belleza que ofrece el lugar. Nos detuvimos en varias playas viendo disfrutar a los surfistas, windsurfistas y Kitesurfistas navegar sobre las olas, nosotros paramos en la Playa de los Matos, la Playa del Moro y la Playa Alzada, pero hay bastantes más durante la ruta.


Cuando salimos del parque natural, pasamos frente a la urbanización Parque Holandés, en la que hicimos un breve recorrido con el coche viéndola bastante deteriorada en la actualidad, una vez en la rotonda frente a la urbanización tomamos la carretera que nos llevó a El Jablito, donde si es cierto hay una pequeña playa bastante protegida y poco más, en algunos blogs habíamos leído que se trataba de una encantadora población de pescadores, pero el entorno que observamos no nos gustó demasiado, se nota muy abandonado y sucio , incluso en la entrada nos encontramos con lo que debía ser un centro comercial abandonado, que actualmente parece ocupado por un centro de yoga clandestino.
La Oliva y Villaverde
Nos dirigimos hacia La Oliva que es la capital del municipio del mismo nombre, el segundo más extenso de las Islas Canarias, fue la capital insular desde 1834 en sustitución de Betancuria hasta 1860 y en su termino municipal incluye la isla de Lobos.

Pasamos antes por el vecino pueblo de Villaverde, para fotografiar sus famosos Molinos de viento, similares a los que nos podemos encontrar en la Mancha, para acceder a ellos en coche hay que ir con cuidado con el último tramo del camino pues está muy bacheado, a pesar de que llevábamos un SUV no fue fácil llegar.


En la Oliva aparcamos frente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria para recorrer su centro histórico, visitando primero la iglesia, muy cerca de la iglesia se encuentra el Centro de Arte Canario, que estaba ya cerrado cuando llegamos y un poco más adelante La Casa del Coronel, un edificio histórico que fue residencia de los gobernantes de la isla, que también estaba ya cerrada, recorrimos algunas calles más y regresamos a Corralejo.



Cenamos en la zona del puerto, en el restaurante Rosa dei Venti, en la Av. Marítima, 12, un encantador restaurante frente al mar con vistas al puerto. Tras la cena paseamos por la zona del casco antiguo repleta de bares y restaurantes, pasando por la calle de la Iglesia, donde actuaban varios grupos de música, a pesar de la pandemia había bastante ambiente por la calle.